Okuda Manami.

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—¡¿Eh?!—La azabache mostró sorpresa y vergüenza.

—¡Por favor, Okuda-san, eres nuestra última esperanza!—Clamo Nakamura, tomando las manos de la chica.

—P-Pero...

—¡Por favor!—Acompaño Megu.

La de gafas palideció, no podía negarse. Aunque no comprendía, ¿Ideal de Karma?, ¿De eso habían estado hablando toda la semana mientras está planeaba su nueva sustancia?

—E-Esta bien, p-pero...

—¡Gracias!—Nakamura, ignorando cualquier otro comentario de Manami se la llevó.

Mientras la rubia daba todo su esfuerzo en esta última esperanza. Karma y Nagisa almorzaban en paz, demasiada paz...

—Me sorprende un poco que Nakamura-san al fin se haya rendido.—Menciono Nagisa.

—Opino igual.—Karma suspiro, viendo la caja de su leche.—No era por menos, ninguna de nuestras compañeras es de mi gusto.—Suspiro.

—Excepto...—Nagisa río ante la mirada molesta de Karma.—Bromeo, pero estoy seguro de que...

—¿Okuda-san...?—Karma lo interrumpió. Nagisa miro hacía la derecha, lugar donde karma observaba.

—K-Karma-kun.—La chica se le acercó, sonrojada.—P-Perdón la molestia, p-pero...

Karma noto las miradas de Nakamura y Megu sobre ellos, pudo notar como poco a poco varios los miraban. Las chicas a ambos, y los chicos... A Manami.

Y no era por menos.

La joven estaba diferente.

Su eterno cabello trenzado era libre, mostrando su largo. Su uniforme había cambiado más de lo que Karma iba a soportar, pues, la falda era muchísimo más corta de lo usual, arriba tan solo tenía la camisa blanca con unos botones abiertos y sus labios seguramente tenía brillo labial, dándole una apetecible vista. Definitivamente Nakamura debería trabajar en cuanto a respeta ropa.

—Okuda-san...

—Tran... Tranquilo, Karma-kun.—Okuda le sonrió.—Estoy segura saber porque Nakamura-san y Kataoka-san hacen esto, así que... S-Solo di que no soy de tu tipo para cambiar mi ropa, por favor.—Pidió. Karma no respondió.

Nakamura bufo, al parecer había sido descubierta, pues todos oyeron las palabras de Okuda. Aún así, Karma no decía nada.

—¿Karma-kun?—Okuda lo llamo, esté había cubierto su rostro.

—Okuda-san, es casi imposible que me pidas decir eso.—El chico se levantó, mostrando una sonrisa maliciosa, acompañado de un rubor que esperaba se fuera pronto.—Todo de tí es mi tipo, así que rechazarse no es opción.—Karma tomo uno de los mechones de cabello de Manami, besándolo.

—¿E-Eh?, ¿K-Karma-kun?—La joven solo logro sonrojarse.

Nakamura sonrió, dejando de lado su sorpresa, ¡Al fin había descubierto el ideal de Karma!, El resto de chicas también parecían feliz de poder saber al fin el porque habían sido rechazadas.

Por su parte, Okuda, seguía muerte de la vergüenza, cubriendo así su rostro.

—Y por cierto...—Karma le dió una mirada a Hiroto y Okajima.—Más vale dejen sus teléfonos en sus bolsillos sino quieren que les arranque los dedos.—Sonrío. Okajima y Maehara maldijeron aterrados. Solo quería una foto de Okuda con esa ropa.

—E-Esto...—Manami miro el suelo.—V-Voy a cambiarme.

—¿Te ayudo?—Atino a decir Karma, recibiendo un rápido no de Okuda, quien corrió fuera del salón.

Karma río sonoramente, el juego termino, y tal como quería acabarlo.

Tal vez le daría un par de gracias a Nakamura, claro, después de declararse correctamente a Okuda para que fuera su novia.

Después de todo...

Okuda Manami siempre sería el ideal perfecto de Karma.

Ya que...

Era ella.

Fin.

—♣—

Gracias por leer :)

Lo aprecio.

Fue corto, pero meh

Hace mucho tenía esto guardado y al fin lo termine :)

Y eso...

Bai

¿El ideal de Karma? | KarmanamiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora