Capítulo 16

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Al llegar a casa, fuí directo hacia Dae porque tenía que preguntarle por el estado de sus pantalones, a ver si se podía arreglar o me tocaría comprarle unos nuevos.

-Dae, déjame ver ese pantalón, a ver si se puede arreglar.

Dae me cogió del brazo y me llevó a nuestra habitación.

-El problema está debajo...- Dijo mirándome fijamente.- Y aparece cada vez que te veo.

-¡¿Qué te sucede?! ¡Tengo que llamar a una ambulancia! ¡¿Era el 112?! No, eso es en España... ¡¿Ahora que hago?!

-Luka...cálmate...- dijo haciendo facepalm.-¿Porqué tan inocente? Así no puedo corromperlo.

-¿Pero... no estás herido?- pregunté muy preocupado.

Dae se acercó a mi repentinamente, y cuando estaba a punto de besarme...

-"The kokonut nut is a giant nut, if you eat to much you'll get very fat..."- interrumpió Noni mientras cantaba la canción de "Coconut Song".Nos miró fijamente durante unos segundos para irse.-¡No he visto nada, lo juro!

Dae y yo nos comenzamos a reír. - De verdad adoro a tu hermana...

-Me voy a poner el pijama al lavabo, puede que tarde un poco...

-Ok, yo me cambio aquí.

Unos minutos más tarde, recordé que me había dejado las zapatillas de conejito en el baño. Por lo que decidí entrar.

-Dae vengo por mis zapati...- Me quedé impactado por lo que estaba viendo. Min Daehyun estaba jugando con sus partes nobles. - ¡LO SIENTO! 

Me fuí corriendo a la habitación de Noni la cual estaba medio dormida.

-¡Noni!- Dije con la voz temblorosa.- Necesito tu ayuda...

-Tranquilo...puedes quedarte a dormir aquí...

-Gracias...- Me metí rápidamente entre las sabanas y los brazos de Morfeo me reclamaron.

Pero, al sentir que alguien me levantaba me quede en estado de meditación y, pude notar como me llevaban de una habitación a otra.

Al despertarme la mañana siguiente, estaba en la misma posición de todas las mañanas pero algo se sentía diferente. No podía evitar sonrojarme mientras veía la cara de Dae, a decir verdad me había sorprendido en la noche pero ahora... Lejos de darme asco o algo parecido, me gustaba recordar su rostro sonrojado mientras decía mi nombre en susurros, tal vez había tenido que aguantar sus impulsos hormonales por mi y, lo peor de todo, yo ni siquiera me había dado cuenta de su dolor.

Dae se despertó, parecía muy enfadado y no podía culparle. Lo que peor me sentó fue que se girará para no verme la cara. Tenía ganas de llorar, no quería que me odiará por haber salido corriendo. Le abracé por la espalda y pude notar que se estremeció pero, gracias a dios, no se soltó de mi agarre.

-Lo siento...- Realmente empecé llorar...¿Como podía ser tan idiota? ¿Como pude siquiera pensar en huir del amor de mi vida?- Debí picar a la puerta... No debí huir... Yo te quiero así que por favor no me dejes...

-¿Quién ha dicho algo sobre dejarte?- Se giro y me lamió las lagrimas.- ¿Qué te parece si lo olvidamos?

-No puedo.- Me subí encima suyo y le miré sonrojado y medio lloroso.- ¡¿Como quieres que olvide el rostro mas bello que he visto en mi vida?

-¿Nani?- Se quedo impactado por un momento para luego sonrojarse y taparse rápidamente con un brazo.- Explicate o lo malinterpretare...

Le quité la mano de su cara color carmesí y le besé tiernamente.- Ya se que puedo ser muy afeminado o inocente, no pillo los dobles sentidos y no se como complacerte... ¡Pero, soy un chico! Y entiendo, a pesar de ser pequeño, que tienes necesidades así que si quieres algo dímelo claramente.

-Espera un segundo...- Se enderezo en el colchón haciendo que bajara de sus abdominales a sus caderas.- ¿Me estas diciendo que, si te lo pido, me harás una mamada?

Me puse muy rojo, tanto que hasta parecía el culo de un babuino.- Te estoy diciendo... que soy joven e inexperto, por lo que me deberías de enseñar...

Me acarició la mejilla y sonrió.- Por hoy... Tócame donde desees. No puedo enseñarte nada si ni siquiera has explorado el cuerpo de alguien mas.

-Esto... ¿Estas seguro?- El asintió y yo le miré haciendo puchero.- Vale... Pero no te rias.

-No me reiré.

Le hice tumbarse de nuevo. Primero le bese como normalmente, aunque tenía mucha curiosidad y ganas de tocarlo aun sin saber el porqué, pero luego fui bajando por su cuello mientras mis manos recorrían todo su torso. Se sentía realmente bien, podía ver expresiones en mi compañero que nunca antes hubiera imaginado, por lo que instintivamente moví mis caderas y noté como intentaba contener los gruñidos.

-¡¿Te... Te gusta esto?!- Pregunté ya que no sabía si esos gruñidos eran de dolor o de placer.

-Sigue...- Su voz era mucho mas ronca de lo normal por lo que creo reacciones en mi que nunca había sentido.

Hice tal y como pidió, pude notar como se endurecía debajo de mi haciéndome gemir también.

-Dae...- Dije mientras intentaba contener mis gemidos.- Creo que también se me ha roto el pantalón...

El sonrió para luego colocarme debajo de el.- La segunda lección sera enseñarte a usar los dobles sentidos.

-¡A sus ordenes Sensei!- Le di un pequeño beso en la mejilla y comencé con mis deberes del día, tocaba voleibol y no tenía ni idea de como diablos se jugaba a eso.

Kaze no naka no iro (Yaoi)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora