Capítulo 9

20 5 0
                                    


Min Daehyun me acompaño a clase de música y no fue hasta que estuvimos solos frente a la puerta que no pude agradecerle por ayudarme.

-Min... Gracias.- Dije evitando el contacto visual. La mirada de ese hombre siempre me ponía nervioso sin saber el porqué.

-No me des las gracias.- Respondió mientras que me cogía de la mandíbula obligándome así a mirarlo.- A partir de ahora te acompañare a cada clase y te llevaré a tu casa.

-¡Esta bien!

Noté mis mofletes arder y mis ojos cerrarse... ¡Esta muy cerca! El me solto y se marcho mientras que yo me gire para entrar a clase cuando vi dos fuyoshis pegadas a la ventana grabando y a Noni en estado de shock. ¡Madre mía esto se va a liar!

La jornada escolar fluyo, mas o menos, normal y Min Daehyun hizo como prometió y nos acompañó a casa. ¡Eso parecía un cuadro, Min Daehyun y yo caminando en silencio mientras que tres locas nos seguían entre las sombras como stalkers totales. ¡Así no se puede hablar! Cogí mi móvil tan tranquilamente y le mande el mensaje siguiente, nada mas cerrar la puerta de casa.

WhatsApp

Min Daehyun:

Yo: Mis amigas locas y tu hermana nos estaban siguiendo...

Min Daehyun: Ya... Era difícil no darse cuenta.

Yo: ¿Te apetece quedar luego y hablamos tranquilamente?

Min Daehyun: A las 17:30 en el campo de futbol.

Yo: ¡¿Hay un campo de futbol?! 

Yo: ¡¿Hay un campo de futbol?! 

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Min Daehyun: Si... Esta al suroeste de la escuela, detrás de la zona de picnic.

Yo: ¡Ok! Te veo allí (*3*)

Deje el móvil y me puse a hacer la comida ya que tres comilonas me esperaban con impaciencia. 

Unas horas mas tarde ya estaba preparado para la acción y, menos mal, esta vez no me perdí por el camino.

El ya estaba allí. Llevaba unos tejanos rotos, una camiseta blanca básica, unas deportivas grises, una chaqueta larga negra con parches y un gorro negro. Estaba sentado tan tranquilamente sobre las gradas, al igual que la primera vez que lo vi, me pareció un hermoso paisaje para pintar. 

Me acerqué sutilmente por detrás y le tape los ojos.- ¿Quién soy?

-Luka...- Respondió antes de girarse ágilmente y atraerme hacía el sentándome en su regazo.- Solo tu harías algo así.

-Tienes razón.- Una sonrisa se impuso en mi rostro.- Solo yo soy así de original.

-¿De que querías hablarme?- Pregunto el mirando al infinito, ese gesto se había vuelto costumbre y para nada me parecía bien. Ya se que soy feo pero... ¡Mírame!

Le agarré del mentón como el lo había hecho horas antes obligándolo a mirarme ¿Estaba rojo? ¡¿Estaba rojo?! Lo solté rápidamente y respondí.- ¿Cualquier cosa esta bien si estamos juntos?

El me miro impactado y yo me puse nervioso.- Esto... ¡No quería decir eso! No era mi...

En ese momento me tropecé y caí de las gradas cerrando los ojos en el proceso. Pero nada pasó, ni dolor, ni movimiento... Abrí los ojos y me encontre con un pecho ajeno.

Me apresuré a levantarme y hacer unas cuantas reverencias.-¡Lo siento! ¡Lo siento mucho!

El comenzó a reírse, literalmente se estaba descojonando.- Esta bien... Tranquilo.- Se limpió una lagrima de risa y siguió sonriendo, realmente tenía una sonrisa hermosa.

-Deberías sonreír mas, eres muy lindo cuando lo haces.- Sonreí sinceramente, saque una pelota de mi mochila y me dirigí al campo de futbol.- ¿Jugamos un partido?

-Yo me meto.- Dijo dirigiéndose a la porteria.

Eso comenzó como unos penaltis chungos, pero acabo pareciéndose a un juego professional ya que gente nos animaba y otros se unieron para poder jugar un partidillo. Obviamente mi equipo ganó. Nadie supera a los españoles en cuanto a futbol.

-Bien jugado.- Me acerque a el y le di una botella de agua.

-Tu si que juegas bien...- Cogió la botella y se la bebió de un trago.- Para la próxima te quiero en mi equipo.

Sonreí y recogimos las cosas. Me acompaño a casa y me dijo que vendría a por mi a las siete y cuarenta y cinco del día siguiente. Le di las gracias y entre, todavía me tenía que duchar y hacer la cena o esa noche habría canibalismo en la casa.

Kaze no naka no iro (Yaoi)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora