Capítulo 29: La partida (sorpresa oculta) Tommy

84 5 0
                                    

Voy en el carro después de dejar aquella carta debajo de la puerta de Merry, debo creer que para esta hora debió haberla leído, sin embargo iré a ver a mí padre que me llamó a que quiere hablar conmigo, me sorprende ya que casí nunca habla conmigo y menos con esa preocupación que antes me llamó.

Tommy: *suena el celular* ¡Hola!

Raquel: Necesito hablar contigo ¿puedes venir? 

Tommy: Espera pasaré más tarde, porque ahora iré a ver a mi padre.

Raquel: Vente ahora mismo, necesito hablar contigo *lo dice con exigencias*

Tommy:*un poco enojado* te aguantas a que yo termine de hablar con mi padre *corto la llamada*

No sé que pasa con ella, el porqué es así conmigo cuando yo le he dado lo mejor de mí, cree que debo ponerla primero que mi familia cuando no es así, ni mi esposa que fuera.

Llegando a casa de mí padre, veo carros fuera en casa, empiezo a preocuparme, entro a casa y veo a mis padres con un señor en el sofá mientras mi madre le sirve café.

Tommy: ¿Qué pasó padre?

Robert: Es que debemos hablar sobre este problema *quita el pantalón del señor*

Tommy: ¿Yo que tengo que ver con esto?

Robert: Mis negocios con tuyos, tú serás dueño cuando yo no esté.

Tommy: A mi que diablos me importan tus malditos negocios sucios, a puesto que por causa de esto a este hombre le cortaron su...

Robert: *se levanta y me da una bofetada* a mí no me levantes la voz, yo soy tú padre.

Sólo lo miro enojado, y me marcho muy furioso a ver que quiere Raquel, para qué tantas urgencias en verme, aunque pensándolo bien,  debo hablar con ella sobre esta relación.

Voy toda la autopista conduciendo, mientras suena el celular.

Tommy: ¡Hola!

Voz: ¿Me recuerdas?

Tommy: *sorprendido y feliz* ¡Maik! ¿cómo estás?

Maik: Pensé que no me ibas a reconocer... Bien gracias ¿y tú? ¿podemos vernos en la cafetería que antes comíamos?

Tommy: Claro, ahora mismo salgo para allá.

Maik, es un chico coreano, estudió conmigo en la universidad, es de piel blanca, ojos verdes, su pelo suave y sedoso, un cuerpo espléndido, que no parece ser coreano en sí...  Desde aquél entonces lo consideré mi mejor amigo.

Ya en aquella cafetería dónde quedamos de encontrarnos, lo veo sentado allí, en la misma mesa de aquellos tiempo.

Tommy: ¡Maik! ¿Cómo estás?

Maik: *Se levanta, estrecha su mano y me hala a abrazarme* mucho tiempo sin saber de tí.

Tommy: Desde que regresaste a Corea, no supe más de tí *nos sentamos*

Pedimos un café y empezamos a hablar de nuestras vidas, aunque veo que en Maik, hay un brillo diferente al de cuando estuvimos juntos.

Tommy: ¿Cuándo regresaste? 

Maik: Llegué esta mañana, pero primero queria organizar todo, ya que voy a quedarme a vivir aquí.

Tommy: Que bien, y cuéntame, ¿ya te casaste? 

Una historia suicidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora