timid * ✩ ym ‧₊˚

♡ tae

Jimin se mantenía sentado en el sofá con sus ojos puestos sobre su padre, Jin. Mirando su figura moverse por el lugar con rapidez mientras sostenía un teléfono en su oreja.

"Sé que era un cliente importante, ¿Si? Pero no voy a mantener su caso, no voy a defender una violación por más dinero que me de. No, no, escúchame." El mayor apretó el puente de su nariz, deteniendo su andar unos segundos mientras respiraba con pesadez. "Él no quiere bajar su condena, él quiere que haga un milagro y lo saque de esta, ¡No puedo hacer eso! La chica tiene todas las pruebas que apuntan en su contra, ¡Grabó un audio de él admitiendo que abusó de ella sin pesar! Es imposible, no defenderé a alguien que no merece ser defendido."

La discusión siguió hasta que al cabo de unos minutos, Jin se dejó caer al lado de su hijo, exhausto.  Sus ojos se encontraron y la sonrisa en los labios de Jimin, pronto suavizó completamente el aura estresada que mantenía el peli-negro. "Papá, deberías descansar un poco hoy, puedo matricularme en la escuela otro día."

"No, Chimmy, te lo prometí, yo nunca dejo las promesas en el aire, además estas tan emocionado, amor yo- " Su telefono, que aún se mantenía en su mano, hizo el ruido característico de una llamada entrante, interrumpiendo su discurso. Enojado, contestó sin mirar de quien se trataba y respondió como si fuese la persona con la que estuvo discutiendo hace cinco minutos atrás. "¿Ahora qué?

El semblante de Jin pronto cambió a uno de tragedia, eliminando aquel prepotente tono de voz y contestando con un "sí" y "por supuesto" a lo que sea que la persona al otro lado de la linea le estuviese diciendo. Parecía haber bajado sus orejas rapidamente como si estuviese siendo regañado, Jimin se mantenía observando con preocupación hasta que la llamada finalizó.

"Me quieren en el colegio, al parecer tu hermano se metió en una de estas peleas de nuevo..." mordió su labio inferior pensando en lo que iba a tener que decirle a Nam después de esto, porque sabe lo molesto que estará. Él odiaba que Tae estuviese metido siempre en tantos problemas dentro de la escuela, y es verdad que Jin le ha cubierto varios incidentes ya, pero se siente mal mintiéndole a su esposo de esa manera. No quiere seguir siendo cómplice de sus malas actitudes. 

El ceño de Jimin estaba fruncido y soltó un leve sonido de desaprobación. "¡Tae siempre se hiere mucho! Odio las tontas peleas. Lo voy a regañar mucho, papá. No compres galletas para él esta semana"

"¿Sin galletas? Ay, Chimmy, se va a morir sin ellas." se burló un poco, e inocentemente, Jimin asintió ignorando completamente el tono burlesco de su voz.

"¡Lo sé! Pero no te preocupes papá, no debes tener lastima, se lo merece porque se porta muy mal."

Jin tuvo que aguantarse una pequeña risa al ver el rostro adorable de su hijo, quien arrugaba su nariz con enojo y presionaba sus manos con dureza sobre la tela de su suéter de lana.

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De esta misma forma llegaron a la escuela, con Jimin echando humos y caminando a pasos pesados. Jin no se quedaba atrás, tambien estaba molesto, sin embargo, estaba más preocupado de la cantidad preocupante de personas que estaban a su alrededor, muchos estudiantes mirándolos con grandes ojos de curiosidad.

Jin temía que su hijo notara su alrededor un segundo y todo lo que habían logrado se fuese directo a la basura, era demasiado importante para él ver la reacción que tendría al verse insertado en un mundo como este, lejos de su burbuja de protección. 

Tuvieron que esperar bastante tiempo sentados en unas pequeñas sillas de plastico pegadas a la pared donde la puerta se veía de frente, regularizando ambos la respiración acelerada debido a sus pasos apresurados por llegar ahí cuanto antes. "Lamento que el matricularte para tu escuela haya sido interrumpido por las estupideces de tu hermano."