One-Shots Of Harry Potter - (Pedidos Abiertos)

Sirius Black

Kristine Rogers pasaba la mayoria de sus ratos libres con su pareja Sirius, habian comenzado a salir en su cuarto curso, para la sorpresa de la chica.

Ella era algo insegura por lo que desde que Sirius se la pasaba casi todo el tiempo con Marlene Mckinnon, ella comenzo a sentirse sola y abandonada.

El ya no era tan cariñoso como antes, ya no la llenaba de besos ó le decia todo los dias aunque sea una vez «Te amo», ahora solo la saludaba.

Aun asi ella mantenia su alegria de siempre e incluso intentaba de todo para volver a aquella bonita relación que tenian.

Había llegado el día de su aniversario y ella planeaba regalarle la nueva escoba que salio, se había esforzado mucho para conseguirlo, ahorrando cada galeon que le daban.

Ella se levanto con alegria y motivación, se vistio rapidamente y al bajar se encontro con un monton de globos y serpentinas por todas parte.

La sonrisa de Kristine se engancho aun mas, ella tenia aun oculta la escoba termino de bajar los escalos y comenzo a mirar alrededor en busca de quien había preparado aquello.

- Qué es todo esto? - Pregunto Marlene haciendo sobresaltar a la pelirroja, miro a la rubio y de pontro muchas personas salieron del lugar gritando.

- Sorpresas! - Era todo Gryffindor, de pronto alguien dejo caer una pancarta que decía:

«Feliz Cumpleaños Marlene»

Marlene estaba tan alegre todos llegaron a felicitarla hasta que llego alguien en especial que hizo que el corazón de Kristine se rompiera.

- Hola Mars, te gusta lo que te hice? - Pregunto Sirius con una sonrisa, una sonrisa que antes solo le dedicaba a Kristine.

- Fuiste tú? Oh! Sirius gracias! - Se abalanzo hacia el abrazandolo con fuerza, el azabache al instante correspondio al abrazo.

Se miraron, ambos tenian una sonrisa y sus rostros iban adquiriendo un tono algo rojo.

Solo centimetros, milimetros y despues ya estaban iniciando un lindo baile con sus labios sin darse cuenta que Kristine con la escoba salia de la Sala Común llorando.

Llego al Lago Negro dejo la escoba aun lado y comenzo a llorar, ya no le importaba si la veían, ¿Qué mas daba? Había perdido lo que mas queria.

De pronto sintio que alguien se sentaba a su lado.

James Potter, él había salido del castillo para ir a Hogsmade por dulces para la fiesta, pero al escuchar sollozos decidio ir a ver que pasaba.

- Te ocurre algo? - Pregunto, el no había notado la presencia de ella en la fiesta, de hecho nadie lo había notado, por lo que el penso que lloraba por otra cosa.

- No, nada estoy bien - Murmuro al instante limpiando sus lagrimas.

James al instante se dio cuenta que a su lado habia un paquete alargado.

- ¿Qué es eso? - Pregunto curioso mientras tomaba el paquete entre sus manos.

- Quedatelo, ya no lo necesito ire a arreglar unas cosas... - Se levanto y se fue de ahí para aceptar aquella oferta de ir a Drumstrang.

James abrio el paquete y solto un gran grito de alegría, al ver aquella escoba nueva y perfecta.

Pero algo que lo desconserto fue una pequeña nota que venia junto a la escoba, comenzo a leerla.