Sexto susto dolió

565 116 77
                                    

Kihyun estaba estirado boca arriba en una almohada, con sus patitas abolladas contra su pecho y la cabeza reclinada hacia atrás, todo su pelaje apretado al cuerpo, un grupo de cinco chicos y un perro llorando y aullando alrededor. Hyungwon tenía sus ojos lagrimeando, hipaba cada tanto. El roedor respiraba, pero no parecía dispuesto a despertarse. No fue hasta que pasaron dos horas -en donde casi todos los chicos se dispersaron- que Kihyun cambio su forma a la humana. Hyungwon seguía pegado a él, mirándole y acariciando su pelaje con el dedo índice. Se sorprendió al verlo transformarse aún desmayado, tenía ligeros moretones en sus brazos y espalda y pequeños hematomas en sus pies y manos. Claramente su resistencia era diminuta en su cuerpo animal, aunque desconocía si la humana sería diferente. Cuando comenzó a abrir los ojos, el alto chico le miro apenado. Era su culpa que estuviese así, no debería haberlo sacado de la casa tan abruptamente. Meterlo directo en su fiesta de cumpleaños con tanta gente había sido un error garrafal.

— Kiki, ¿estás bien! Te ves muy mal. ¡No te mueras! — Minhyuk se había transformado sin avisar a nadie. Hyungwon cayó con el trasero al suelo, asustado por completo. Changkyun que se había acostado en el suelo miró de reojo y se levantó suspirando. No parecía para nada sorprendido y por el contrario buscó su mochila y sacó una remera gigante que seguro seria de su padre. Fue detrás de quien antes había sido un perro y comenzó a ponerle la remera, el castaño se dejó sin despegar la vista de su hermano.

— No sé qué pasó. — el susodicho susurró bajo y tembloroso, las heridas le dolían y sus ojos se aguaron. Comenzó a lamerse en los moretones que se veía y al notar tantos, sus brazos se alzaron, frotando insistentemente su rostro, gimoteaba bajito. Todo su cuerpo le molestaba y ardía demasiado.

— Traje el botiquín. ¿Quién? ¿Cómo? — Jooheon había llegado corriendo con una caja blanca en las manos, habían estado esperando a que se transformara para sanarlo. Encontrarse con otra persona desconocida y desnuda le hizo abrir la boca del susto.

Una hora más tarde Kihyun estaba envuelto por completo en vendas innecesarias, con hielo en las extremidades. Miraba a los lados incómodo y asustado. Fue cuando quiso irse a la casa y volver a su forma animal que todos los pelos de su cabeza se inflaron y sus ojitos se pusieron bizcos y temerosos. Se iba hacia atrás apretando su cuerpo contra el respaldar de la cama.

— No puedo... no puedo convertirme. ¿Qué me hiciste? ¡Sabía que no podía confiar en ti! — sus lagrimas caían desde sus mejillas. Hyungwon había estado acomodando un ungüento en sus piernas y alzo la cabeza. Sus ojos estaban cristalizados y más gigantes de lo habitual, su nariz roja y los labios hinchados, no había podido decir nada desde hacía rato.

— No... Perdóname, por favor. — absorbía su nariz con pena, pasando la tela que cubría su brazo. Sus labios temblaban, Kihyun sintió su pecho encogerse y miró a los lados. Los demás se habían ido a la cocina a hacer la merienda. Tratando de calmarse del alterado ambiente.

— T-tendrás que cuidarme hasta que pueda volver. ¿Entendido? — el peli marmolado estaba asustado, se sentía demasiado vulnerable pero trataba de no hacerlo notar. En realidad era inútil, prácticamente temblaba hasta la punta de los pies.

⚖️

En el piso de abajo cinco chicos peleaban con la cocina. La madre de Hyungwon se había ido abrumada por su hijo protegiendo al roedor. Ahora que solo habían quedado ellos el silencio podría haber sido incomodo pero Minhyuk se la pasaba hablando y preguntaba por todo lo que los rodeaba. Abrazaba a Changkyun por el cuello, lamiendo su mejilla sin cansarse.

— Ve a buscar el juguete Minnie. Ve, tráemelo. — su voz gruesa y suave fue suficiente para que el chico se volteara a buscar el palito con el que antes habían jugado, dejándolo solo por un instante.

La casa embrujada [Hyunghyun]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora