Cap 8
-Son las 4 de la mañana, estoy lista para salir a correr. Mientras la mayoría de la Ciudad duerme, yo encuentro en correr una liberación de mi ser, corro a diario de mi casa al mirador que tantos recuerdos me trae, ese que un día fue testigo de los mejores días de mi vida, el que un día fue nuestro y que hoy se refugia en recuerdos; no entiendo como paso, como deje de ser feliz, jamás he vuelto a serlo, como en esos días, tal vez la juventud tenía mucho que ver, no tenía problemas no tenia tanto estrés en mí, pero hay cosas que ni siquiera yo puedo creer, como la falsa idea de que hoy soy feliz.
Salgo de mi casa enfocada en la meta, cada kilometro es importante, pero siempre al estar a punto de llegar al mi mirador, mi mente se pierde al ver un vendedor de flores. Siempre está a unos escasos kilómetros de mi destino, he pasado miles de veces por ahí y sé que su nombre es Diego, un señor ya de edad, siempre lo saludo y me detengo a ver su flores, unas en especial, los alcatraces, esos mismos que me llegan al set, al teatro ,endonde este, cada que tenga un proyecto nuevo, en estos años no sé quién es el que está detrás de cada arreglo siempre trae una nota: "Bonita, ten un gran inicio, desearte suerte sería tonto, todo lo que tu haces es un éxito."
En fin regreso a casa luego de una mañana de pensar en lo mismo de todos los días, encuentro a Carlos, mi esposo aún dormido, claro no es de menos vive de fiesta en sus supuestas reuniones de trabajo, que yo hace mucho no le creo, los niños están a punto de irse a la escuela, Clarita ya les hizo su lunch y les dio desayuno, nada fuera de lo común ella es su nana desde que nacieron, no se qué haría sin ella, me despido de mis hijos, y corro a bañarme pues hoy tengo un desayuno con Emilio, mi otro papá, hay algo nuevo, que según él, solo puedo realizar yo, me encuentro ansiosa, necesito algo que me distraiga de esta vida frustrada que llevo, y pues trabajar siempre a sido la cápsula de escape de mi realidad, la realidad de ser esposa de alguien al que no amo, porque así lo dice un papel, a estas alturas de mi vida me sigo preguntando porque me case con él, yo sabía que no iba a ser feliz, mi única alegría son mis dos gemelos, que es lo único hermoso que tengo en esta vida, sin ellos en mi vida, yo ya estaría muerta, me visto con unos vaqueros y una blusa formal blanca con una chaqueta azul marino y zapatos que combinan, me siento muy bien apresar de todo, salgo sin despertar a Carlos, antes que en su cruda me arme una de sus ilustradas escenas de celos.
Salgo de casa y pongo música. Ayer cuando llego Carlos, tuvimos una pelea por el mismo tema de siempre.-¡Maldita seas Itatí!
-Carlos baja la voz, despertaras a los niños!
-¡Me importa una mierda esos niños!
-Son tus hijos.
-¿Qué, porque debo creerte? Si yo no fui el primer hombre con el que estuviste.
-¡Cállate! Me tienes harta con ese tema.
-¿Quién fue? ¡¿QUIÉN FUE EL IMBÉCIL?!
-No pienso hablar de eso contigo, ¡Déjame salir!
-Te dejaré solo porque esta noche no quiero saber más de ti, ¡No te soporto!Ese tema me tiene cansada, Carlos lo saca cada que hace algo, pero ese tema me recuerda a uno de los días más importantes de mi vida.
-¿Estás segura?
-Si.
-Itatí no quiero que te sientas obligada.
-Claro que no.
-Si en algún momento quieres que pare lo haré, ¿De acuerdo?
-De acuerdo.-Siento los labios de Martín en mi espalda, me da un poco de cosquillas, tiene sus manos en mis caderas, aun tengo ropa interior, él igual. Siento que me desabrocha el sostén y me giro para quedar frente a frente. Él está sonriendo, me siento muy avergonzada, nunca había estado desnuda frente a nadie. Me mira fijamente pero no dice nada, siento una de sus manos bajandome las bragas y mi respiración comienza a ser irregular. Él sigue acariciando y besando despacio, yo intento hacer lo mismo pero estoy muy nerviosa.
-¿Lista?
-Si. -musita--Cierro los ojos y me agarro de sus bíceps, él se ríe bajito y siento un dolor soportable, es una nueva sensación para mi.
-¿Ya?
-No Itatí -ríe- ¿Quieres que pare?
-No.-En cada movimiento que hace, lo siento más, y me duele pero es soportable.
-¿Cómo te sientes?
-Bien. -Sonríe-
-¿Te hice daño?
-No -ríe- tranquilo.Aun recuerdo lo preocupado que estuvo Martín los días siguientes. Jamás me arrepentiré de ese día, de que él fuera el primero. De ser suya. De amarlo.-
*comenta, te esperabas ese recuerdo de ese día importante? No olvides tu ⭐️
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DESTINADOS
FanfictionEsta historia te demostrará, que los azares del destino te pueden traer a ti el amor de tu vida, te demostrará que lo que está destinado para ti es para ti, te envolverá en una intriga de uña amor pasado, está dedicada a todos aquellos que creen en...