Una mirada vale mas que mil palabras.

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Narra Ainhoa.
Las chicas vieron mi rostro lleno de felicidad tras ese mensaje así que rápidamente me quitaron el móvil para ver si sus conclusiones eran ciertas. Al ver los mensajes se rieron y se fueron corriendo con mi móvil. Yo corri hacia ellas hasta que todas nos paramos frente de un semaforo rojo. Le quite el móvil a Vero y todas nos reímos.
Fueron pasando los minutos hasta que ya eran las ocho. Acompañamos a Lídia y Miriam en sus respectivas casas.
Al dejarlas solo quedabamos Vero y yo, como siempre esperando a que viniese el autobús. Al ser viernes había mucha gente en la calle. Vero y yo nos fijamos en una pareja bastante peculiar; la chica era de una estatura normal, era cataña llevaba unos leggins y una sudadera muy ancha, no se le veía la cara así que pasamos a mirar al chico. Era mas alto que ella,moreno y con barba, lo único que vimos es que llevaba una gorra por lo que no se le veía la cara. La chica parecía de nuestra edad, unos trece o catorce años, en cambio el chico tenía una apariencia mucho mas mayor, de unos diecinueve...
Vimos que el autobús estaba apunto de venir así que Vero se levanto para coger los tiquets de su bolso. En cambio yo me quede paralizada por la imagen que veían mis ojos.Sentía un dolor en el pecho, como si fuese clavado por miles de agujas. En ese instante cientos de sentimientos rondaron por mi corazón, el que se estaba rompiendo en miles de trozos.

Ahora entendía de que me sonaba ese chico.
Ese por el que he tenido tantos sentimientos.
Ese que hoy me enseñó su corazón y yo el mío.
Ese que hizo que sintiese desde el principio esa chispa.

Ese que con un simple beso la apagó para siempre.

Vero me miró de reojo. Al ver hacia donde miraba ella se llevo las manos a la boca. Yo la miré justo en los ojos, a lo que ella hizo lo mismo.

Narra Verònica.
Vi en la mirada de Ainhoa como sus ojos empezaron a cristalizarse. La abracé fuertemente, le di un tiquet del autobús, unos pañuelos y galletas (ya que siemore llevo en mí bolso porqué soy muy golosa :p) .
Ainhoa - Me dejas las gafas que tenias en el bolso¿? No quiero que me vea así...
Le di las gafas y nos sentamos en el autobús, en la fila de atrás. Cerca nuestro estaba Joel y la chica, así que lo único que hice fue guardar silencio. No era un silencio incomodo, al revés era sincero y pacífico. Le di la mano a Ainhoa y se calmó. Luego de bajar fuimos andando hacia nuestras casas, ya que vivimos en la misma calle. Todo el camino estuve consolándola, al llegar a nuestra calle me despedí de ella y la abracé.

Narra Ainhoa.
Tengo suerte de tener a mis amigas, siempre están conmigo en los malos y en los buenos momentos.
Al llegar a mi casa mi família ya estaba cenando. Yo no tenía hambre así que fui directa a la ducha. Al acabar de ducharme y canviarme de ropa me tiré en mi cama. Deje el movil en cargarse, pero en silencio.
Al cabo de dos segundos noté la primera lágrima rozar mi mejilla. Luego de media hora estaba entre mis sabanas y en una parte de la almohada húmeda. No paraba de llorar así que intenté domirme.   

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