Miedo A Ser Feliz- Gonuh.

"Adiós, maldita fobia".[Final Alternativo].

~Nota: El principio no cambia, por si alguien gusta saltárselo.

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Todos los humanos cometemos errores; pero algunos, la cagan demasiado.

"Algunos llorarán, otros sonreirán o celebrarán entusiasmados; y luego estoy yo, que estaré jodido hasta la muerte".

¡Menuda mierda de vida!

Todos saben que él se lo merecía.

La había cagado hasta el fondo.

"Todo problema tiene su solución"-dijo una persona astuta alguna vez.

¿El problema de Lutfi aún tenía remedio?
Si su idiotez no se interponía, posiblemente sí.

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Los tres meses pasaron rápido. Demasiado rápido; como si algo los apresurara. Es loco. ¿Pero más que la estúpida boda de Luh y Mah? Lo dudo.

Un día lluvioso, para colmo. Parece que el clima también sabe que esta boda es mala idea. Pésima idea. Menos mal que el lugar donde se llevará a cabo el evento, es un salón profesional y no es un jardín; como cliché barato de película estadounidense.

Diez de la mañana. Luh esperaba frente al altar a que Marina llegara. Un traje blanco y moño negro era la vestimenta del castaño. ¿Era una boda o una comunión?

Sara, Elizabeth y Andrés se encontraban en la primera hilera; aunque su mente estuviera en otro lugar. Sara odiaba los vestidos, así que prefirió llevar un traje color beige, que realmente hacía resaltar su belleza. Elizabeth lucía un largo vestido color crema, y un abrigo blanco en el brazo junto con su bolso. Andrés vestía traje negro, como la mayoría de los hombres.

Sara se arrepentía de haber ido. Elizabeth era la única ilusionada con este asunto. Y Andrés no podía evitar sentir celos por Sara. "Sólo una oportunidad".

¿Y Gona?

La pregunta ofende.

Lutfi transpiraba por los nervios y el temor. Laia se acercó a su hermano. Él quiso sonreír; sin embargo, en su lugar, apareció una mueca extraña. La chica lo tomó del hombro y lo acarició delicadamente.

-No debes hacerlo- comentó Laia - Podemos cancelarla Luh. Tú sabes que ninguno de los dos será feliz.

Luh no contestó. Sus ojos se llenaron de lágrimas que no dejaría salir, no en público.

-Luh, por favor. Sé que es difícil de creer, pero mis padres y yo te querremos igual. No nos importa que tú ames a un chico. Lo que sí importa es tu bienestar. No lo hagas.