El viernes llego rapidísimo, cuando me di cuenta ya estaba en mi moto rumbo a la casa de Lily. Como estas mujeres están pegadas como un moco iban a vestirse juntas allí. Hubiese dado mi vida con tal de haberlas visto en ropa interior.
Cuando llegue, Max me estaba esperando mientras fumaba un cigarrillo.
Él podría ser el chico mas aplicado del mundo, pero algo que nunca iba a poder dejar eran sus queridos cigarrillos.
Mayormente fumaba cuando estaba ansioso o cuando estaba triste. Decía que con el humo, sus penas se iban en él.
-Por dios Max ¿Cuánto fumaste?-dije mientras bajaba de mi moto.
-Solo fueron des cigarros.-dijo mientras escupía el humo.-Estoy algo nervioso.
-No va a ser nada de otro mundo.-respondí.-A parte como acepto esta cita, parece que le gustas.
Max me dio un golpe en la cabeza y apago el cigarrillo.
-Sera mejor que toquemos la puerta.
Después de discutir por cinco minutos quien iba a tocar el maldito timbre (que termino haciéndolo Max), nos abrió una niña de unos diez u once años.
-Ustedes deben Max y Robert.-dijo con una sonrisa.-Creí que eran mas altos.
¡Genial! Ahora una niña me insulta
-¡LILY! ¡TU NUEVO NOVIO LLEGO!-gritó.
Se escuchaban como bajaban las escaleras casi corriendo
-¿Mía que demonios haces despierta?-Preguntaba Lily mientras agarraba a la niña.-Te dije que te fueras a dormir hace casi tres horas.
Me dio ternura aquella escena, me gustaría tener a una persona que se preocupase así por mí.
Lily había tenido una vida bastante injusta. Sus padres habían muerto en un accidente cuando ella apenas tenía doce años, se quedó sola, junto a esa niña y a su hermano mayor. Maduro muy rápido y busco un empleo para ayudar a su hermano. En cierta forma la admiraba muchísimo, había logrado salir adelante y con la frente en alto.
Después de que aquella niña se fue, cerró la puerta y nos saludo. Parecía ser una chica muy simpática y no haría fea pareja con Max, siempre y cuando no se entere de todo esto.
Ambas tenían un hermoso vestido, Lily tenia un bonito vestido rojo con lunares blancos y Emily tenía un lindo vestido blanco, con flores color lila.
Dios, ese vestido hacía que se notara su linda figura.
Me sorprendió lo simpática que era Lily cuando quería, si no, era mas amarga que una vieja de cien años.
En cuanto a Emily, parecía dudar sobre todo esto. Estaba callada y pensativa, como si se estuviera olvidando de algo.
-Ni en un millón de años me voy a subir a eso.-dijo la pelirroja al ver mi moto, o mejor dicho Betty. Sí, le puse nombre a mi moto.
-Betty no hace daño cariño.-dije mientras me acercaba a ella.
-¿En serio? ¿La moto tiene nombre?-Pregunto Lily siendo irónica.
-Claro que tiene nombre, es mi mejor chica-respondí orgulloso de mi hermosa Betty
Emily miro a su amiga como si le estuviera diciendo que fue una mala idea.
-Vamos Em, sera divertido.-dijo su amiga mientras, a continuación se colocaba el casco para ir con Max.
-Si te hace sentir mas segura, tu ve adelante y yo iré atrás.
Ella, un poco dudosa, me hizo caso y se subió a Betty, mientras yo me senté detrás de ella.
Estaba muy cerca de ella, tanto que podía ver que estaba sonrojada. Tome los manubrios y comencé a conducir rumbo a aquella discoteca que quedaba más lejos que su puta madre.
Emily tenía los ojos cerrados, le tenia tanto miedo a Betty que me comenzaba a dar ternura.
-Tranquila linda, no te va a pasar nada.-susurre en su oído.
Llegamos a la discoteca alrededor de la una y media de la mañana.
Entramos y el lugar era inmenso. No voy a mentir, odiaba las discotecas, no me gustaba la música fuerte, no se podía hablar y sobre todo, me agobia tanta gente. Pero esta noche iba a tener que hacer ese pequeño sacrificio.
Al principio nos quedamos los cuatro juntos hablando mientras tomábamos unos cuantos tragos en la barra.
Pero las cosas se comenzaron a ir un poco a la mierda alrededor de las tres de la madrugada.
No olvides si te gusto el capítulo, de darle estrellita.
Bye
ESTÁS LEYENDO
Desequilibrio
Teen FictionRobert McKinnon era un chico bastante alto, de 1,75 aproximadamente. Tenía el cabello color negro, con unos hermosísimos ojos color miel,rasgos bien definidos. Tenía una personalidad fuerte y frío, o al menos era así con las personas que no conocía...