Cuando llegue a su casa, estacione a mi hermosa Betty en su puerta. Baje con una furia que donde no me llegaba a abrir, lo mas probable es que le rompa la puerta.
Toque el timbre varias veces seguidas. Odiaba esperar y él lo sabia perfectamente.
Cuando abrió la puerta, note que estaba medio dormido y con bastante chupetones en el cuello. Eso me dejaba bastante claro que estuvo en el club anoche.
-Robert, amigo ¿Cómo te fue con Emily?-dijo mientras se apoyaba en el marco de la puerta.
-No estoy de humor como para soportar tu maldita cara.-dije mientras metía las manos en los bolsillos.-Iré al grano ¿Qué mierda hacías en la discoteca anoche?
La expresión en su cara me lo decía todo. Maldito infeliz de mierda.
-¡RESPONDE MIERDA!-grite mientras apoyaba mi brazo fuertemente en la pared.
-Tranquilo.-respondió mientras sonreía.-Emily estaba muy en sima tuyo y quería hacer una pequeña prueba para saber si estaba consciente de que estaba contigo.
Esa respuesta tenia coherencia, bastante diría yo.
-Vamos Robert.-dijo mientras apoyaba su mano en mi hombro.-No necesitas del alcohol para tener que darle un beso a esa chica. Te hice un favor.
Tenía razón, no necesitaba ponerla ebria para tener que darle un beso a Emily. Te debo una Sam.
-Tienes razón.-dije mientras me relajaba.-Lo siento, es que por un segundo creí que ibas a sabotearlo todo.
Estuve con Sam el resto de la tarde. Me contó que ya tenia puesto el ojo en una chica, pero ella no le pasaba ni la maldita hora.
Al cabo de una semana, mi relación con Emily iba mejor. Tanto que pasaba bastante tiempo con ella ¿Por qué? Bueno digamos que su queridísima amiga Lily estaba pasando mucho tiempo con Max, estoy muy seguro que esos dos están en algo. En cuanto Sam, esta intentando por todos los medios posibles levantarse a la presidenta del consejo estudiantil.
Con Max con Lily y Sam intentando de hacer lo imposible por tener una noche aquella chica, me dejaba a Emily solo para mi y me gustaba bastante esa idea.
En cuanto a mí, el hecho de no tener sexo desde hace semanas me estaba poniendo un tanto nervioso. Digo, hace mucho que no toco a una chica y lamentablemente tenia que conformarme con masturbarme porque donde Emily me veía intentando ligar con otra chica, al diablo el progreso que hice.
Digamos que la semana se me fue de un abrir y cerrar de ojos.
Hoy era viernes, otro viernes sin tener a una chica a quien llevarme a la cama y pasarla bien. Dios, extrañaba tanto ese maldito habito que no se cuanto tiempo voy a seguir con Emily.
Me encontraba en el balcón con un cigarrillo entre mis dedos. Si fumaba, pero solo cuando estaba bastante estresado y este era uno de los casos. Todo el asunto de Emily y el no tener sexo durante semanas me estaba poniendo los pelos de punta.
-Tú también.-dijo Max mientras se apoyaba en la baranda.-¿Cuál es el problema?
-Emily.-dije mientras soltaba el humo.
-¿Aun no pudiste besarla?-dijo mientras prendía un cigarrillo.
-No y la verdad es que me esta superando.
-Te dije que no era una chica fácil.
Nos quedamos en silencio mirando hacia abajo.
-¿Estas en algo con Lily?-solté mientras volteaba a verlo.
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Desequilibrio
Teen FictionRobert McKinnon era un chico bastante alto, de 1,75 aproximadamente. Tenía el cabello color negro, con unos hermosísimos ojos color miel,rasgos bien definidos. Tenía una personalidad fuerte y frío, o al menos era así con las personas que no conocía...