Capítulo 8

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Por favor escuchen esta canción, es para que no crean a Raven una malvada persona.














—   Su novio –pronunció. En mi mente pareció que lo dijo lento, que no pude reaccionar al instante. Recibí una mirada amenazadora por parte de Nathan y luego miro a Nicholas con repugnancia.

—   ¡Lo sabía!, eres una cualquiera Raven Wilson –escupió, en ese momento sentí como algo se rompía en mí y parecía ser mi dignidad.

—   ¡Lo sabía!, eres una cualquiera Raven Wilson –escupió, en ese momento sentí como algo se rompía en mí y parecía ser mi dignidad

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—   ¡No le vuelvas a decir así! –grito Nicholas.

—   ¡¿Yo una cualquiera?! –me enfrenté a él y me miró con los ojos entrecerrados – ¡Nuestra relación terminó por tu culpa, no por la mía!... –le barrí con la mirada y apreté los labios. – El cualquiera eres tu Nathan Matthews.

Abrió los ojos como platos, le había dado en su ego o al menos eso suponía...

Nicholas me aparto de mi lugar y rápidamente se puso enfrente de mí.

—   Nathan, vete ahora mismo, antes de que llame al guardia –dijo Nicholas quien se veía con una expresión más relajada.

—   Nicholas pensaba que podía confiar en ti... pero veo que no, siempre la quisiste... –respondió y aparto la mirada.

—   Yo nunca he dejado de quererla –suspiro y tomo mi mano.

Nathan me miro a los ojos, eran rojizos como si fuera a llorar. No sabía qué hacer en ese momento, si ir y pedir perdón por lo que dije o quedarme ahí, sé que no se lo merecía, pero al igual, posiblemente yo era una cualquiera, amando a otro hombre mientras estaba con él, engañándolo.

Cuando iba a dar paso para seguirlo, el brazo de Nicholas se interpuso en mi camino, me miró y negó con la cabeza. Nathan se había ido y lo sabía muy bien.

El lunes por la mañana había un montón de tráfico, puesto que las clases iniciaban. Me daba mucho gusto ver a los chicos de nuevo ingreso, se ven tan entusiasmados por estar aquí y sinceramente yo cada que es inicio de clase tengo la misma actitud, no muchos son como yo, pero pues ni modo, estudiar es la única base que tenemos para conseguir ser alguien en la vida.

No pude dormir mucho esta semana, de hecho Nicholas todos los días hacia un té para pudiera conciliar el sueño, pero no, no pude. Nathan me tenía muy preocupada, era obvio que ahora todos me dirían miles de cosas, pero Nicholas me dijo que solo faltaría un semestre y que a la mitad se le olvidaría en tres meses.

—   ¿Estás seguro de esto? –pregunte cohibida.

—   Raven... no me importa absolutamente lo que los demás digan, tú y yo nos amamos y si estabas con Nathan, aunque se escuche mal, solo era para no romperle el corazón –dijo y detuvo el carro en un espacio del estacionamiento.

Enamorándome de mi mejor amigo: La historia continuaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora