Nota: El capitulo originalmente se escribió en Junio del 2017, fue el primer capítulo que escribí en Wattpad y casi en mi vida por lo cual está patas para arriba, sin embargo con el fin de mantener el registro de la fecha inicial se reescriben en otros capítulo aparte dejando el anterior como un bello recuerdo al final de la historia. Sin mas que decir, empecemos esta gran aventura.
Ciudad de México, 13 de abril del 2004. 5:30 de la mañana.
En alguna casa de la gran ciudad se encontraba un joven de 14 años quien yacía plácidamente en su cama tapado con las cobijas disfrutando esos momentos donde la mente se desprende de la realidad para iniciar un nuevo día.
—¡Legaramir, despierta que llegarás tarde a la escuela! ¡Ya son las 5:30!— Se escuchó con una voz hueca proveniente del otro lado del cuarto minimizada por la pared.
Ante la voz, y a manera de respuesta, solo hubo un zangoloteo dentro de las cobijas, negándose a interrumpir dicho momento.
Finalmente, cediendo a la vida, el joven las apartó con un solo movimiento descubriendo a un adolescente de 14 años, con una estatura de 1.74 metros y 69 kg de masa, o al menos eso decía la última vez que se pesó meses atrás.— ¡Ya desperte! — gritó mientras se quitaba la lagaña del ojo acompañado de un bostezo. Con pesadez y flojera se levanto de su cama para dirigirse al espejo que se encontraba a un costado de la cama.
El cuarto de Legaramir era lo suficientemente espacioso para tener organizada tanto sus pertenencias personales como sus deberes sin que se viera tan saturado, ni tan vacío. Envuelto en las cuatro paredes azules que pudo observar en el reflejo del espejo de su tocador se limitó a sonreír al ver la imagen que se encontraba al centro. Una persona de cabello liso, con una corpulencia promedio, unos ojos pequeños dominados por el sueño, una tez clara y una expresión de desdén.Una vez explorado su ser procedió a cambiarse de ropa para ponerse el uniforme de secundaria: camisa blanca con cuello color café que combinaba con su sueter, ambos con una "P" bordada a la altura del seno derecho en medio del escudo del colegio.
Ya con la ropa puesta abrió la puerta de su cuarto que conecta al pasillo, giró a la derecha y se dirigió al baño para hacer sus necesidades y lavarse los dientes.
A decir verdad Legaramir se quedó sentado en el inodoro meditando sobre lo que espera del día.
—¡Agh! Hoy toca Educación Física y me puse el uniforme del diario — Pensó Legaramir recargándose en el respaldo suspirando. — Bueno, tengo que apurarme antes de que pierda más tiempo...—
Legaramir se levantó a lavarse los dientes pero cuando llegó al lavabo se quedó quieto.
—¿Qué me pasa hoy? Me voy a lavar los dientes y ni siquiera he desayunado. Hoy amanecí muy distraído pero pues, ya estoy aquí. Desayunaré en el camino.
Abrió la llave del lavabo para llenar el vaso que tenían destinado sólo para lavarse los dientes. En ese momento se escucho un golpe como si viniera dentro de la pared generando una vibración en el espejo que colgaba en la pared que sostenía el lavabo
— ¡Uy! La vecina se acaba de dar un buen golpe para que haya vibrado así.
—Pensó escupiendo el último sorbo de agua, Legaramir se limpió la boca de residuos mientras abría la puerta y se quedó nuevamente quieto.
El baño se encontraba al final del pasillo del segundo piso de la casa. En el otro extremo yacen las escaleras de caracol y a los extremos laterales los cuartos.
Desde la perspectiva actual de Legaramir a su izquierda está el cuarto de su hermana, a la derecha la bodega donde se guardan juguetes viejos, cosas de navidad, etc; Continuo al de su hermana, se encuentra su cuarto u enfrente del mismo el de sus padres. Sin embargo en ese momento todas las puertas estaban cerradas y el silencio era abrumador.
—Que raro... Normalmente todos estarían arreglándose para ir a la escuela, mi hermana a la prepa, yo a la secu y mis padres a llevarnos. ¿Será que también es demasiado temprano? — Pensó mientras se quedaba en la puerta del baño
— No es temprano, Legaramir. De hecho son las 6:06 de la mañana — escuchó una voz grave, incluso distorsionada.
—¿Qué? ¿Quien anda aquí? — Preguntó con una voz fingida buscando sonar desafiante.
— Catorce años, diez meses y dos días esperando para este momento, este exquisito momento. — Respondió la voz mientras iba subiendo los escalones poco a poco.
Legaramir se encontraba frente a una figura humana pero cubierta por una vestimenta con gorra. De aproximadamente 1.82 cm de estatura, corpulencia promedio y solo sobresalía un conjunto de cabello risado color castaño claro por debajo del gorro.
—¿Quién eres y qué haces aquí?— Preguntó Legaramir con el miedo invadiendo su ser
— De nada te va a servir saber quien soy cuando vas a morir.
—¡¿Morir?! — gritó Legaramir. Volteo al baño a agarrar el vaso de cristal para aventárselo con la esperanza de aturdirlo, sin embargo el vaso salió expulsado del lavabo para estrellarse con la pared antes de alcanzarlo.
— ¿Pensabas huir y dejar a tu familia aquí? ¡Qué irresponsable!
— Ni siquiera están aquí... ¿Donde los llevaste?
— ¿Y por qué asumes que yo soy responsable de esto? Apenas estoy llegando. Además, mi objetivo eres tú, no ellos.— Dijo el extraño ser mientras levantaba el brazo al mismo tiempo que una fuerza invisible sostenía a Legaramir del cuello elevándolo
—¿Qué es esto? ¿Cómo lo hace? —Pensó mientras intentaba comprender lo que estaba pasando.
Por debajo de la puerta de Legaramir surgieron luces a manera de flash e inmediatamente se abrió la puerta.
— Vaya, ya llegaste. — Dijo el ente desde las escaleras.
De la puerta salía otra persona con un porte imponente, vestía de una túnica blanca con bordados dorados que describían símbolos raros. Daba la imagen de un gran sabio a pesar de tener un rostro joven, con barba de candado, ojos proporcionales tanto en tamaño como en posición, labios delgados y con longitud media y una mirada seria y poderosa.
— ¡Tú! — Dijo mientras que extendía una mano hacia Legaramir mientras caminaba hacia las escaleras sin voltear a verlo. En el momento en que la mano lo apuntaba dejó de sentir esa fuerza asfixiante cayendo al suelo.
— Está vez estuve más cerca, pero no pienso perder la oportunidad de matarlo.
— Ni siquiera sabes que estás haciendo
—No, tú no sabes lo que estás haciendo, tú no entiendes el peligro que será la existencia de este escuincle en la tierra ni los daños a la sociedad que representa su vida aquí.
— ¡No me digas! Ahora resulta que es por el bien de la humanidad.
— Por el bien no, sino por su mera supervivencia. Desgraciadamente no vine a argumentar contigo ni a convencerte, simplemente vengo a cumplir mi objetivo. — Dijo el primer visitante al momento en el que apretaba su puño. Legaramir pudo notar que al rededor del puño se empezaba a formar una distorsión de la realidad, como si se estuviere refractando la imagen.
— Oh no, no en mi presencia — Dijo el ser de túnica blanca mientras, en menos de un segundo, reapareció enfrente de Legaramir.
A pesar de no poder ver que hizo o el motivo, las paredes y el suelo empezaban a desintegrarse en pequeñas hebras que flotaban y desaparecían en el aire, observaba como el propio piso desaparecía mientras tenía por cae en un vacío gigantesco pero nunca pasó.
Momentos más tarde la obscuridad dominaba el ambiente, o eso creía al inicio por qué lo único que pudo ver fue a los dos seres viéndose frente a frente en dicho espacio raro.
—No lo podrás defender toda la vida, no podrás estar aquí cada momento, cada segundo, cada lugar. Defiéndelo ahorita pero lo mataré a mañana, pasado, el fin de semana o hasta dentro de unos meses, no lo sé. — Dijo en tono burlón.
— Lo se, eso me queda perfectamente claro y es por ello que ya es hora de que se aprenda a defender.
— ¿Y como pretendes que lo haga? ¿aventándome vasos? Hahahahaha.
—No, haciendo esto. — Respondió mientras giro 180 grados para encontrar vista con Legaramir.
—¿¡Qué?! ¡No te atrevas! ¡Está en contra de las leyes del universo! ¡Pagarás muy caro si lo haces! — Dijo mientras de su mano lanzaba grandes cantidades de una extraña luz que emanaba mucho calor y presión alrededor. Misma que chocaba con la espalda del ser de túnica siendo repelida.
— Valdrá la pena el riesgo— terminó mientras ponía el brazo izquierdo en el pecho de Legaramir a la altura del corazón
—Perdóname por esto Legaramir, por arruinar tu vida. — Le Susurró con tristeza
—¿Arruinarme la vi...?— Su pensamiento no pudo ser concretado ya que sintió una presión en su pecho y en ese momento sintió su respiración detener.
Todo se volvió silencio y solo pudo escuchar un "¡Maldito!" Que resonaba como eco mientras la imagen se esfumaba. Los latidos de su corazón se escuchaban cada vez más y más fuerte. Escuchaba la circulación de su sangre de manera estruendosa, el golpeteo del corazón retumbaba, todo era negro.Una serie de escalofríos, corrientes eléctricas invadían todo su cuerpo, generando dolor en cada centímetro cúbico del cuerpo, sin embargo se encontraba paralizado y ni gritar podía hacer. El dolor se convirtió en ardor escuchando, y ahora sintiendo, la sangre circular por su cuerpo a grandes velocidades al grado de sentir el golpeteo en las paredes de las venas y arterias. Grandes cantidades de aire entraban y salía por su boca, el sudor recorría por toda su cara y sentía que sus ojos se hinchaban al grado de explotar.
— Duele... Demasiado...
Por si fuera poco, la sangre empezaba a circular por sus fosas nasales, del oído y de la boca desbordándose por dichos orificios impidiendo aún más su respiración.
—....
Finalmente, ante todo dolor y sufrimientos empezaron los espasmos que se convirtieron en una severa convulsión. Legaramir solo podía "escuchar" un zumbido que retumbaba hasta su cerebro mientras su cuerpo se agitaba involuntariamente.
De repente todo se detuvo: el flujo de sangre, las corrientes eléctricas, los espasmos, el dolor y el aire fluyó poco a poco en su ser. Ante esto, aún en la penumbra, Legaramir se dejó caer de espaldas pero jamás sintió el golpe contra el suelo o lo que sea que haya servido de piso durante todo ese tiempo.
Agitado y recuperando aire la obscuridad se fue disipando para descubrir el techo de su cuarto. Poco a poco la luz fue invadiendo su rededor y descubrió que se encontraba en la cama de su cuarto, boca arriba e incluso tapado. Al instante siguiente sonó su reloj despertador anunciando la hora
—Son las... cinco horas con treinta minutos.
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Legaramir - El Origen
AdventureUn día normal, dos presencias extrañamente familiares y un fenómeno paranormal en todo el mundo dará inicio de una transformación que cambiara no sólo a Legaramir, un joven de 14 años, sino a todo el universo. En esta libro se narra el origen de los...