Daddy.

2.1K 221 32
                                    

—Qué quieres mocoso

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

—Qué quieres mocoso.

—Esa vez me dejaste con ganas, idiota.

—No sé de que hablas.

—¡Cuando me mostraste tu polla!

—Pero tú querías eso, así que en parte es culpa tuya.

—Tú eres un pesado

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

—Tú eres un pesado.

—Un poco, . Estoy así para ti, porque no vienes a mi casa, ¿mñn?

—Que ganas de romperte el culo, comérmelo , mñn. Voy.

*Ha finalizado la llamada.*

No pasó tanto tiempo y el mayor tocó el timbre de la casa de Jimin, el más alto estaba completamente ansioso y deseoso de probarlo y es que la imagen del menor con esas prendas le ponía totalmente caliente.

Cuando la puerta se abrió y dejó ver al adverso con tales prendas, una puntada se hizo presente en su hombría. Joder, se veía precioso; pensó.

Tomó la cintura de aquel y se adentró a la casa, cerrando la puerta con su pie y finalmente lo apegó a la pared besándolo de manera deseosa.
Amaba sentir los esponjosos cerezos de aquel, eran tan suavecitos y dulces, no entendía como lograba aquello.

Bajó sus manos a su trasero apretándolo con fuerza, dejando sus dedos marcados ahí por un pequeño instante. Le brindó un par de nalgadas, escuchando el sonido de su mano golpear aquella y suspiró con cierta pesadez.

—Quiero follarte, minnie..—Lo volteó y se desabrochó el pantalón dejándolo caer junto al bóxer y observó maravillado el culo de él adornado con la ropa interior femenina.

—H-hazlo..

—Pero primero..

El mayor se agachó para quedar a la altura de su trasero y le quitó su ropa interior. Después con sus manos, separó sus glúteos recibiendo una hermosa imagen de la rosácea entrada del chico; sin querer perder más tiempo, repartió húmedos besos por su espalda baja, en sus glúteos y finalmente en su intimidad, donde también deslizó su lengua, robándole un meloso chillido al contrario.

—¡A-ah! Q-que rico..—Alzó más su trasero apoyando sus antebrazos en la pared, recargándose ahí.

Yoongi sonrió de lado y volvió a dejar lamidas, repetidas veces, notando como la entrada de aquel se contraía en reacción; su lengua comenzó a hacer presión adentrándose a su cavidad un poco.
Empezó a simular embestidas con su músculo húmedo, haciendo que el más bajo sintiese olas calientes de placer recorrerle, teniendo sus piernas algo temblorosas.

—A-ah.. Y-yoongi, mghñ..

—Mñn..

Dejó unas cuantas succiones para después separarse y escupirle ahí, viendo como su propia saliva recorría toda su intimidad.
Se acercó a uno de sus hombros besándole ahí, una vez que se levantó, y posteriormente acarició con el índice y el dedo medio, su entrada, penetrándole de golpe ambos, haciendo unos rápidos movimientos.

Le gustaba escuchar loa chillidos de su pequeño, simplemente eran una melodía para sus oídos; ya no aguantaba más, así que, sacó tales dígitos de su interior llevándolos hasta su polla humedeciéndosela con aquellos.

Posteriormente, agarró con su zurda su cadera acomodando con la diestra, su verga en la entrada ajena donde hizo presión, comenzando a adentrarse; joder, era tan estrecho.

—A-ahg, Jimin..

—Ahgñ..ah, d-duele..

La mano libre de Yoongi fue hasta el miembro del menor masturbandolo para distraerlo del dolor y se metió de golpe, robándole un gritito a aquel.

Una húmeda calidez rodeaba su hombría palpitante y se sentía demasiado bien. No pasó mucho tiempo e inició unas embestidas lentas pero firmes.
Ver los glúteos rebotar contra su pelvis, era una imagen que jamás olvidaría; aceleró el vaivén de sus caderas al igual que de su mano, sonriendo lascivo al notar como aquel estaba retorciéndose un tanto, por el placer recibido.

—Ahgñ.. Así, Hyung..

—Mñn, amo tu culo, Minnie..

Yoongi soltó su pene para comenzar a nalguearle repetidas veces, dejándole su piel rojiza con su mano marcada.
Por otro lado, siguió con sus penetraciones, haciéndolas profundas e algo desenfrenadas. Su zurda fue al cabello adverso jalandole para alzarlo e así poder ir a sus labios besándole como podía.

—T-te amo demasiado, Hyung...

—Y yo..a ti, Minnie..

Dicho eso, siguió con sus movimientos soltándole el cabello para rodear con sus brazos la cintura ajena, abrazándolo con fuerza.

Repartió pequeños besos húmedos en su cuello, murmurando con su voz entrecortada y una notable agitación.

—Mi niño, mi bebito..mi culóncito.

—Daddy, Daddy..mñn.

El mayor recorrió con sus dedos, su pecho, su abdomen y el interior de sus muslos, donde hizo presión mientras le embestía.

Luego de un rato, el más bajo llegó a su orgasmo; la anterior estimulación había ayudado bastante.

—¡Aaaahgñ!

—Ah, Jimin-ssi..—Luego de un rato, también llegó al clímax, liberando toda su esencia en el interior del adverso.

Se separó de él y lo volteó yendo a sus labios besándolo dulcemente.

—Hyung..te amo mucho..

—Y yo a ti, nene..

—Pero..qué hay de Hoseok..?

—No me gusta...

—¿Me lo prometes?..

—Sí, bebé..

We don't talk anymore - BTS Donde viven las historias. Descúbrelo ahora