POV MANDY
Hace 5 cinco horas llegamos a nuestra nueva casa en Brooklyn, la verdad de casa no tiene nada, es una mansión gigantesca, si no fuera porque mi madre recibió una herencia hace poco estaríamos viviendo en una casita de un barrio cualquiera. Por lo menos ahora nos podremos dar mejores lujos.
Me encuentro descansando en el living de la casa, cuando tocan el timbre, no se quien podrá ser pero definitivamente no le abriré.
-Mandy ¿acaso no oyes que estas tocando?
-Pues que se vayan, no pienso levantarme- no se para que dije eso si igual tendré que abrir.
-Abre la maldita puerta Mandy, y se cortés, de seguro deben ser los vecinos-
-Ashh!- me levante de mala gana para abrir la puerta
En ese momento vi a un chico que debe ser de mi edad, tenía la misma cara de desagrado que yo, de seguro lo obligaron a venir-pensé en mi mente- sin embargo, cuando levanto la vista y me miro, apareció una sonrisa de típico playboy conquistador.
-Hola preciosa- dijo el chico que sin duda era un mujeriego.
No se quien se cree este imbécil para tratarme así, no se porque los hombres piensan que con pronombres monos lograran conquistar a una mujer, quizá le funcione con otras, pero conmigo no, ya me hice inmune a ese tipo de tratos.
Aproveche ese momento para observarlo mejor, es el típico chico un poco más alto que yo, tiene unos ojos color miel, que debo reconocer son encantadores, la típica sonrisa de un machote, reconozco que tiene un cuerpo de infarto, de seguro asiste bastante al gimnasio, el chico era sexy, pero se nota a la distancia que es un mujeriego de primera.
-Adiós!- respondí, y cerré la puerta en su cara. No me interesa conocer a ese chico y menos que me trate como se le venga en gana.
-¿Eran los vecinos cariño?- mi madre a veces podía ser muy cariñosa, pero sin duda es igual de fría que yo, creo que es de familia.
-No lo sé, le cerré la puerta en la cara, y antes que digas algo, se lo merecía, me trato de "preciosa" cuando odio esos pronombres clichés.
-No hay caso contigo Mandy, pediste mudarnos para comenzar de cero, y tratas mal a la primera persona que conoces-
-No tengo intenciones de volver a estar con un playboy rompe corazones- y con eso di por terminada la conversación para subir a mi habitación y darme un baño, lo necesito para despejarme.
Después de ese relajante baño, me metí en mi cama, no tenía hambre para bajar a cenar, asique me quedé leyendo en wattpad para luego de un rato caer rendida en los brazos de Morfeo.
A la mañana siguiente desperté muy temprano, y odio eso, mire mi iPhone y eran las 8 A.M, maldije mentalmente por despertar a estar horas y no poder seguir durmiendo. Decidí ponerme un top deportivo y unas mayas deportivas para salir a correr, así conozco un poco más la ciudad y de paso sigo manteniendo en forma mi cuerpo.
No soy una persona fanática de las dietas como esas Barbies de mi ex instituto, a mí me gusta comer mucho, la verdad tengo un amor demasiado grande por la comida, creo que si pudiera me casaría con la nutella, pero el mundo no me lo permite... a pesar de todo eso, me gusta hacer deportes para mantener bien mi cuerpo, que no es el más lindo, pero soy feliz y agradezco los genes de mis padres.
Cuando estuve vestida y aseada, baje a la cocina por una botella de agua para la hidratación, Salí de casa y empecé a correr en cualquier dirección, hasta ahora Brooklyn es muy tranquilo, me gusta el ambiente.
-Hola linda- estaba tan concentrada que salte del susto cuando una voz masculina me hablo, me gire para ver quien corría a mi lado, y no me sorprendí cuando vi que era el idiota de ayer.
-No me vuelvas a llamar así jamás, idiota- lo último lo dije en un susurro, pero creo que el escuchó igual por la expresión en su rostro.
-Eres una fiera difícil eh, bueno ya que ayer me cerraste la puerta en mis narices, me presento, me llamo Nicholas Brown y-
-Primero no soy una fiera, que te quede claro, segundo, no me interesa quien seas, y tercero, te pido que me dejes correr tranquila, gracias- le corté cuando se presentaba de lo más coqueto posible, se notaba de lejos las intenciones que tenía.
-Bueno chiquita, te dejaré tranquila ésta vez- se detuvo y me tomo del brazo, mientras se acerco más de lo debidamente a mí, estábamos muy cerca-pero te aseguro que volveré por ti preciosa- dijo mientras su aliento chocaba en mis labios, me quedé paralizada por la cercanía que teníamos, pero cuando dijo "preciosa" reaccione y lo aleje de mí.
-¡QUE NO ME LLAMES ASI!, eres un idiota, y si vuelves acercarte tanto, te quedas sin descendencia imbécil- el muy estúpido sonrió ante los que dije y me guiño un ojo mientras se iba corriendo en dirección contraria.
-Idiota- pensé en mi mente, mientras seguía con mi corrida.
Luego de correr por 1 hora y 30 minutos aproximadamente, decidí volver a casa. Cuando llegue había una nota de mamá en la mesa de la cocina que decía que salió a buscar empleo. Me prepare el desayuno y me senté a comer tranquilamente, pero no pude evitar ponerme a pensar en el Idiota de Nicholas-creo que ese era su nombre- sentí algo en mi estómago cuando se acercó de más a mí, nunca antes había sentido algo así, ni siquiera con el estúpido de Marcos-mi ex novio- no quiero volver a ser una más de la lista de los mujeriegos, pero este chico me hace sentir cosas raras. Muevo mi cabeza intentando quitar esos pensamientos de mi mente y me concentro en terminar de arreglar mi habitación para luego recostarme en la sala y ver televisión.
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Muchas gracias por leer, soy nueva en esto
y agradecería que comenten para mejorar lo que no les guste.
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ERES PARA MI.... ♡
Dla nastolatków-Escucha, solo vengo a disculparme por haber sido tan borde contigo sin conocerte- listo, lo dije, ahora si no me cree, que se vaya al carajo Comienza a reír y se levanta, frunzo el ceño porque no entiendo que tiene de chistosa la situación - Tranqu...