Fue una noche difícil, realmente no pude dormir mucho después de lo que había dicho Jimin.
¿Nam sentía algo por mi? ¿Eran sus sentimientos correspondidos?
Es cierto que cuando miraba su sonrisa perfectamente adornada con aquellos hoyuelos sentía que algo se derretía dentro de mi, mi corazón latía rápidamente y en ocasiones hasta me hacía sonrojar.
Adoraba a cada una de sus personalidades y cuando hablaba con ellas sentía que realmente eran personas diferentes, personas que realmente aprecio individualmente.Pero no es correcto.
Él es mi paciente, mi ética laboral me impide tener una relación afectiva con él. Además, es una persona con un trastorno psicológico. ¿No estaría aprovechándome de él si su salud mental no se considera óptima? Namjoon es una persona sumamente inteligente, atractivo y tierno, por nada en el mundo quisiera lastimarlo y si de alguna manera descubren lo que siento nos separarían, porque es cierto, me gusta muchísimo.
Estaba tan absorta en mis pensamientos que no me di cuenta que ya había llegado a su habitación de no ser porque el guardia que la custodiaba estaba moviendo su mano frente a mis ojos para traerme de vuelta al planeta Tierra. -¿Está bien doctora?- preguntó preocupado.
-Si, solo fue una mala noche- dije con una sonrisa, la cual me devolvió - ¿Cómo está tu familia?
-Muy bien, gracias por preguntar. ¿Y usted, cuando piensa formar su propia familia?
-Aún no ha nacido la persona indicada -mentí, porque sabía qur existía tal persona y se encontraba justo detrás de esa puerta.
-Es usted muy buena,espero algún día encuentre a alguien que la merezca- sonreí sin responder, este tipo de conversaciones siempre me pone incómoda y el lo notó porque abrió la puerta de enseguida. -Nos vemos mañana, mi turno termina en media hora.
-Hasta mañana, saludos a tu esposa -dije antes de entrar y cerrar la puerta detrás de mí.
-¡Baeee!!! -Un grito me sobresaltó, el venía corriendo hacia mi con los brazos abiertos, solo había una persona que me recibía de esa manera.
-¡Taetaeeeee!- respondí abriendo mis brazos y sintiendo como saltaba sobre mi, enrollando sus piernas alrededor de mis caderas. Nam era un poco pesado para mi, pero Taehyung era la personalidad más pequeña que había desarrollado, el tenía tan sólo seis años, así es que no podía negarme a su cariño aunque este me destruyera la espalda.
-No puedo respirar- dije después de unos segundos, tenía sus brazos alrededor de mi cuello y estaba abrazandome bastante fuerte.
-Lo siento -dijo avergonzado al tiempo que bajaba. -¿Vamos a jugar? -Dijo con una sonrisa.
-Claro que si- dije riendo.
En los meses que llevo estudiando a Namjoon y sus personalidades, descubrí que Tae en realidad apareció cuando Nam también tenía seis años, pero a diferencia de sus otras personalidades nunca creció. También aprendí que la mejor manera de sacarle información era mientras jugábamos.
Él corrió y sacó de abajo de la cama los autitos que allí escondía, me dio uno y se sentó en el piso, me senté frente a él y comencé a simular el sonido del motor de mi auto y el me imitó, dando así por comenzado el juego.
-¿Tae, recuerdas como era mamá contigo cuando Nam era pequeño? -Pregunté sin dejar de jugar, haciéndola parecer una pregunta sin importancia.
-Ella era muy buena, me preparaba galletas siempre que lloraba. Mamá prepara las galletas más deliciosas del mundo -dijo sonriendo, matándome con sus hoyuelos ilegales.
-¿Y por qué llorabas?
-Porque me caí del árbol -se puso a pensar- porque papá me regañó o porque Nam se había comido todas las galletas. -Siguió jugando.
-¿Tu papá te regañaba seguido? ¿Como era contigo, era bueno? -Negó rápidamente sacudiendo la cabeza. -Papá me da miedo, el hacía llorar a Nam y yo lloraba porque no me gusta ver a Nam triste. -Dijo haciendo un puchero, su labio inferior temblaba. Estaba a punto de llorar.
-Bruuuuuum bruuuuum- alcé la voz moviendo más el auto- ¿Y si hacemos una carrera? -No quería verlo llorar, además de ser lo más triste que he visto en mi vida, realmente no me ayuda a sacar información.
-Carrera! Carrera! -Dijo parándose y saltando en el lugar, reí y me puse de pie también. -Pero si gano, vas a tener que darme un beso- dijo poniendo un dedo en su mejilla.
-Está bien- dije riendo -pero si yo gano vas a tener que darme veinte besos -dije tocando mi mejilla.
-Trato- gritó y estiró su mano, la cual estreché.
Fue una carrera difícil, hubo obstáculos de por medio y estuvo bastante peleada en todo momento, pero el me ganó. Reía como loca mientras lo veía hacer su baile de la victoria, se veía tan alegre.
Deseo que sea así de feliz siempre.
-¡Mi premio! -Gritó parándose frente a mi y colocando su mejilla frente a mis ojos. Me incliné para besarla, pero unos segundos antes de hacerlo se giró hacia mi y nuestros labios se unieron.
Esa mirada inconfundible, era Namjoon a quien estaba besando. Había cerrado mis ojos y estaba saboreando sus carnosos labios, aquellos prohibidos y cálidos belfos que me besaban con ternura y me invitaban a perder la razón.
Me separé de repente- esto está mal, yo...no puedo -dije antes de salir corriendo de la habitación. El guardia que había reemplazado al anterior me miró preocupado.
-¿Se siente bien?
-No, me iré a casa, nos vemos mañana. -Dije y corrí. Moví mis piernas lo más rápido que pude, huyendo del hombre que me había dejado temblando y con el corazón palpitando a mil latidos por minuto, al hombre que tanto amaba y no podía tener.
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My other self || Kim Namjoon
Historia CortaEl trastorno disociativo de la identidad se caracteriza por la presencia de dos o más personalidades distintas. Cada una puede tener un nombre, una historia y características personales propias. Fecha de publicación 29/12/17