Hoseok

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Me pasé toda la noche llorando, es por eso que ahora tengo un terrible dolor de cabeza. El beso de Namjoon me había demostrado que mis sentimientos hacia él eran reales y que estaba más enamorada de lo que creía.

Empeoró las cosas.

Ahora por ejemplo; estoy juntando fuerzas para bajar del auto y dirigirme a su habitación pero el hecho de que cada vez que cierro los ojos me imagino sus carnosos labios sobre los míos o recuerdo que las únicas veces que pude conciliar el sueño anoche me desperté debido a las fantasías calientes que estaba teniendo con mi paciente.

Lo peor de todo es que me habían gustado, que por un segundo había considerado la posibilidad de entregarme a él y complacer los instintos carnales que tanto deseaban sentir su cuerpo sobre el mio.

Estoy divagando otra vez.
Eso no puede pasar.
No van a separarnos debido a mis caprichos sexuales, voy a comportarme como un adulto, a bajar del auto y confrontar la situación.

Todo el discurso motivacional de hace dos minutos se fue al carajo cuando estuve frente a su puerta.

Medité si realmente necesitaba el trabajo y si podría verlo a los ojos y decirle que jamás podremos estar juntos. El guardia me miraba, debía actuar con normalidad para no levantar sospechas, así es que inhale profundo y entré encontrándome con el hombre que alteraba mis pensamientos de espalda a mi, sentado en su cama mirando la pared.

Me quedé observándolo en silencio, pasaron unos segundos hasta que oí su voz.

-¿No dirás nada? ¿De qué tienen tanto miedo? -Se giró mirándome a los ojos. -Te ves fatal nubecita.

-Hola solecito, hace bastante que no te veía. -Reí ante su comentario, pero ignoré sus preguntas.

-Es cierto, se debe a que mi presencia no era necesaria. Sabes que sólo aparezco si ocurre alguna de estas dos cosas -dijo señalando de sus dedos- Namjoon no tiene ganas de aparecer y tampoco ninguno de los otros chicos; o cuando realmente necesitan que este solecito venga a iluminar el día. -No dije nada, sabía que él tenía razón. -Ven, dame un abrazo -dijo estirando sus brazos hacia mi, lo hice. Lo estreche fuertemente, realmente necesitaba un abrazo, hacía años que no recibía uno y los únicos que había tenido habían sido de Nam o algunas de sus personalidades en estos últimos meses. Las lágrimas comenzaron a caer, desde la noche anterior habían tomado el poder y no podía controlar si salían o no.

-¿Por qué no quiso hablar conmigo? -Dije cuando por fin pude calmarme un poco, separandome de él para ver sus expresiones.

-Por la misma razón que no querías hablar con él -dijo sonriendo, sus hoyuelos atentando la poca cordura que me queda- no me mires así, o voy a tener que dejar de sonreír. Pones esa cara que es una mezcla entre enamorada y cachonda que no me gusta para nada. -sentí mi cara arder al segundo, mis mejillas deben estar de un profundo carmesí -de seguro no habías notado lo obvia que eres -me cubrí la cara, estaba muy avergonzada. -Tranquila, él tampoco lo había notado. Son tal para cual, un par de despistados. -Reí bastante por su comentario.

-¿Solecito?

-Si?

-¿De verdad parezco cachonda? -Su carcajada hizo eco en la habitación.

-Todos nos asustamos cuando sonreímos, porque tus ojos automáticamente viajan hacia sus hoyuelos. -Volví a ruborizarme- tranquila, ninguno se lo ha dicho.

-Perdón, no puedo evitarlo. -Dije bajando la cabeza.

-Lo sé y me resultaría bastante tierno de no ser porque siento que vas a besarme cada vez que sonrío. -Comenzó a reír, me uní a él. - Escucha- puse toda mi atención en él -sé que piensas que no es correcto, que no es ético y que todo esto pone en riesgo tu trabajo. Pero te conozco, sé que venías hoy con la firme intención de rechazarlo, él lo sabía y es por eso que no quiso salir, sus excusas no me engañan. Todos nosotros te queremos mucho y sabemos que tú también.

-Por supuesto - estuve de acuerdo.

-Aunque tardaste bastante en comprender tus sentimientos, quiero que sepas que tengo la boda planeada hace meses. -me quedé en silencio, luego el rió m uní a él y después de un segundo ambos estábamos carcajeando por lo que dijo.

-Lo es, es incorrecto. -Dije volviendo a ponerme seria.

-Es a lo que quería llegar, no te cierres ante el amor por tu trabajo. Ninguno de nosotros va a decir nada, nadie quiere perderte, pero prefiero mil veces que los descubran besándose y nos asignen otra doctora loca y no tener que aguantar sus tristezas porque fueron lo suficientemente cobardes para amarse en silencio -me quedé en muda, no sabía que decir, sonó la campana que indicaba mi hora de salida. -Salvada por la campana -dijo sonriendo, luego llevó una mano a su cara, ocultando los pocitos que sabía que habrían en cada una de sus mejillas, reí por eso. -Piensa en lo que te dije, no renuncies a tu amor, sólo porque está prohibido. Él no podría soportar tu rechazo y yo no querría verte la cara después de eso -dijo con seriedad, supe que hablaba en serio.

My other self || Kim NamjoonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora