Me cago en....

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-Huolii -me saludó Alicia-.

-Hola -le sonreí-.

-¿Qué te cuentas?

-Nada aquí, escribiendo frases. ¿Y tú? -me giré un momento para guardar el libro de Lengua en la mochila-.

-Nada aquí, cotilleando tus frases.

-¿Eh? - me volví para mirarla y estaba sentada a mi lado con la libreta en las manos-. ¡Oye!

-Uh, hay muchas... -tosió para aclararse la garganta y empezó a leer-. • Si te habla te quedas tipo... Sonriéndole a una estúpida pantalla

Lo amo de tal forma, que ya no queda espacio para nadie más en mi mente ni en mi corazón.

Empezamos hablando, sin sentido. Tonteábamos. Me gustaba tanto hablar con él que una hora sin conversación era demasiado. Y un día, así como así, me enamoré.

• No es la historia más bonita, ni la más perfecta. Simplemente es nuestra historia. Y con eso me basta.

-Estas son unas de mis preferidas -interrumpió Ana-.

-Cotillas...

Decir tu nombre es deletrear mi felicidad.

• Necesito verte, necesito que me sonrías, necesito que me abraces, necesito que me beses, necesito que estés ahí... Necesito que me necesites.

• Hay mucha gente allí afuera que te dirá “no te atreves ni a abrazarle...”, "no puedes." Lo que tienes que hacer es dar la vuelta y decirles “miradme como lo hago."

-Pues esta es mi favorita -interrumpió Carla-.

-¡¿En serio?! ¡¿Todas lo habéis leído?! -se rieron traviesas e intentando disimular-. Venga, lee las dos últimas -me rendí-.

No esperes el momento perfecto... Toma el momento y hazlo perfecto.

Si alguna vez te lastimo, será al morder tus labios...

-Oooh -dijeron todas al unísono una vez acabadas de leer las frases-.

-Luego la cursi soy yo...

«En ese momento apareció Elena»

-Me cago en... ¡¿Pero cuantas frases hay ahí?!

-Eejejejejejeje... -reí-. Tonterías... Cursiladas.

-¡Monerías adorables! -dijo Ana. En ese mismo instante en el que Ana hablaba, Elena, cogía el folio y empezó a leer-.

-Dios Mar-Mar... ¡Voy a potar arcoiris! -sí... Ella siempre tan dura y NADA cursi... -. Anda, aparta eso de mi vista.

-Apártatelo tú, que lo tienes en las manos.

-¡No! ¡Quiero que me lo apartes tú! -dijo agitando la oja en sus narices-.

-Está bien... -le cogí el folio y lo guarde en mi libreta-. ¿Ya estás contenta?

-No hasta que te muerda...

-Luego, vampiresa.

-Jo... Vale, pero te morderé, al final lo haré -lo que provocó mi risa y la de las demás-.

***************************

Cuando ya era la hora del patio, Elena, me cogió de la mochila para frenarme, me puso en frente de ella, me apartó el pelo y... Me mordió en el cuello. Me recorrió un escalofrío por la espalda y algo como una rampa del cuello hasta el brazo.

-Sabes perfectamente que no me gusta eso...

-No -negó segura-. Se perfectamente que no me dejarías hacerlo si no te gustase. -me pilló...-.

¿Crees en el destino? (#24)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora