Camille

Capitulo 4

—Pasajeros a bordo por favor abrochen sus cinturones. Comenzaremos con el aterrizaje. —Eso fue el piloto despertándome, que dulce forma de despertar a los pasajeros.

—En unas cuantas horas estaremos en casa Camille, vivimos a las afueras de New York, por un tema de privacidad y seguridad, serán como unas 5 horas contando el transito, te ire mostrando algunos lugares muy turísticos.

—Genial, mas horas de viaje, por lo menos podre ver personas caminar, o correr, o lo que sea. —Pienso.

—Esta bien, gracias, ¿hay algún parque, o gimnasio cerca de la casa? Me gusta hacer ejercicio, me distrae.— Le digo gesticulando con las manos, emocionada. Si que amo correr, aunque luego pueda comer tanto helado que no pueda levantarme de la cama.

—Si por supuesto, frente a nuestra casa esta Central Park, y dentro de la casa, en la planta alta hay un gimnasio completamente acondicionado, no sabia que te gustaba hacer deportes, Williams sale a correr a las 5 am, todos los días, yo prefiero estar en la sala de gimnasio, por comodidad. —Me dijo guiñándome un ojo.

—No hago nada en realidad, me quedo durmiendo porque Williams suele roncar mucho a veces. —Me dice susurrándome.

—Oh si entiendo . —Me dio mucha risa y no pude evitar comenzar a reírme.

—De que se ríen tanto señoritas, cuenten ese chiste así reímos todos. —Dijo williams tratando de sonar enfadado, aunque era mas curiosidad que otra cosa.

—Nada solo que le preguntaba a Marie si podría salir a correr contigo algunas veces, si no es una molestia claro.— Le digo tratando de sonar convincente, Marie vuelve a guiñarme, desde su asiento frente a mi, Williams se encontraba del otro lado del pasillo, estaba terminando con unos asuntos del trabajo.

—Claro que si, seria estupendo, siempre le digo a Marie que me haga compañía en bicicleta o algo, pero se niega a salir de casa para sudar fuera, ya sabes, pierde el glamour que dice tener.— Comienza a reírse y se levanta de su asiento para besar a Marie.

—Señores pasajeros, bienvenidos a New York. —Dijo la azafata abriendo la puerta del avión para poder descender .

Veintidós malditas horas de viaje, me duele la cabeza y tengo los oídos ensordecidos, nunca antes había viajado en avión, fue increíble ver las ciudades desde arriba, las nubes son como algodón de azúcar en verdad y el cielo es tan diferente a como se ve desde abajo, es tan claro, como el agua pero con destellos celestes, es increíble, el sol brilla tanto que llega un punto donde es lo único que logras ver, es maravilloso, viajaría por todo el mundo solo para ver el cielo desde distintos lugares.

Caminamos por un pasillo y salimos a un mar de personas, creí que íbamos a salir por otro lado donde no hubiera tantas personas, creo que me estoy acostumbrando a esto de los privilegios. Al llegar a la puerta principal del aeropuerto nos esperaba una camioneta negra, con ruedas muy negras y vidrios negros.

—Bienvenidos Señor y Señora Dimitrius. —Dijo quien creo es el chofer de la familia.

— Bienvenida a su hogar Señorita Camille. Soy James y seré su chofer, hoy y el resto de los días.— Oh no lo puedo creer, es como en las películas, seguro que es guardaespaldas y guarda navajas y pistolas por el coche. Demasiadas películas.

—Hola, ¿como estas James? Gracias. —Le digo, no se como saludarlo, así que eso fue lo mejor que salió. El asintió con la cabeza y abrió la puerta del coche.

—Ustedes vayan atrás, yo iré junto con James. —Dijo Williams, las maletas ya estaban cargadas.

—Estoy nerviosa Marie. No podre con todo esto.— Le digo tomándola de la mano, me transmite confianza, estuvimos hablando bastante en el viaje, me conto como se conocieron junto con Williams y como decidieron casarse luego de que cumplieron 18 años ambos. Es muy agradable.

—Tranquila cariño, ¿con que no podrás? —Me dice intentando comprender.

—Con la fiesta de recibimiento, eso es lo que se hace ¿no? Con sus conocidos y familiares, no se como actuar, que debo decir, nada. —Le digo cubriéndome la cara con ambas manos.

—Nada de eso, no habrá ninguna fiesta, ni nada por el estilo, cerneamos los 4 juntos, dentro de unos cuantos meses conocerás a la familia, cuando estés tranquila ¿de donde sacaste esa idea? —Me dice intentando disimular una carcajada, maldición que idiota que soy.

—Las chicas, mis amigas, me comentaron que en internet buscaron que hacer cuando te adopta una familia con dinero, y encontraron cosas similares como recibimientos de nacimiento, y creyeron que seria así, bueno, yo también lo creí. Lo siento. —Le digo notando mi rostro enrojeciéndose de la vergüenza.

—Tranquila, eso se suele hacer pero nosotros no lo hacemos, no nos importa que el resto sepa o no, solo queremos que estés bien, no hace falta fiesta ni nada, si tu quieras luego podremos hacer una, pero tu lo decides. —Me dice abrazándome.

En el camino fue mostrándome distintas cosas, como la estatua de la libertad, aunque la vimos a una gran distancia se logra ver desde casi cualquier lugar, a pesar de los edificios tan grandes que hay, luego pedí pasar por ese lugar donde hay muchos carteles con luces.

—Time Square, ya oíste a la señorita James. —Le dice, volteándose y sonriéndome.

—Lo siento, no se como se llamaba, he oído hablar de el en la televisión.— Me avergüenzo de ser tan ignorante.

—Tranquila Camille, no todos saben, cuando llegue aquí creí que la estatua de la libertad era por algo religioso, ya sabes, la virgen María o algo así. — me dice Marie, y comienza a reírse junto con Williams, me les uno al instante, me hacen sentir cómoda.

Esta ciudad es alucinante, la cantidad de centros comerciales, de tiendas, luces, y personas que caminan por esta avenida, es como si vendieran cosas gratis y toda la ciudad estuviera aquí, esperando para llevarse todo, o como un apocalipsis zombie, donde se unen para comer a las ultimas 3 personas que quedan con vida, es genial, nunca creí conocer esto.

—¿Estas contenta Camille?— Me dice williams mirándome por el espejo retrovisor.

—Es genial, todo esto, gracias, me siento como parte de una película, como la película encantada, ¿saben de cual hablo? Esa que la princesa sale de la alcantarilla, pero que era parte de un cuento. —Digo mirando por la ventana, maravillada por todo esto, si solo estuviera Lucy para ver esto conmigo, pero seguro puedo traerla en unos meses de vacaciones a que conozca este lugar.

--Es mi favorita.-- Dice Marie.

—¿La película? A mi me agradan todas.— Le digo sin prestar mucha atención, sigo mirando por la ventanilla, hay personas de todas las razas y colores, con millones de looks distintos, es genial.

—No. Tu sonrisa, es mi favorita. —Me dice casi en un susurro, me volteo a verla y la veo, con los ojos a punto de empaparse en lagrimas. La abrazo, sin saber que hacer.

—Gracias. —Le digo, separándome. Williams nos miraba desde el frente, con una sonrisa enorme en su rostro, no se porque me eligieron a mi, pero me siento feliz con ellos cerca.

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