Camille

Capitulo 6

Mierda, ¿qué hora es? Me levanto como un resorte. Y miro mi nuevo iPhone. Son las 19. Todavía queda una hora para la cena. Me dirijo al vestidor y busco en los cajones ropa interior, aunque tengo en la maleta mi antigua ropa, pero primero, está en la sala, y segundo, quiero usar ropa interior cara, oh si cariño. Comienzo a abrir los cajones y encuentro de todo, uno lleno de accesorios para el cabello, otro con joyas, que son bastante brillosas debo decir, otra con sujetadores, muy bonitos, elijo uno negro, porque el negro va con todo dicen, y justo bajo ese cajón esta la ropa interior, busco el conjunto que va con el sujetador y lo encuentro de inmediato. Todavía no sé qué ponerme, pero quiero ir a ducharme. Salgo del vestidor y me dirijo al baño, enciendo la luz que se encuentra a la derecha y también se enciende una música relajante, oh esto es genial. Comienzo a revisar todos los cajones y encuentro muchas cosas, sales de baño, jabones, toallas, nunca vi tantos productos en un baño.

—deja de distraerte y báñate pequeña hedionda. —Me digo a mi misma. Me dirijo a la ducha, y comienzo a programar el agua para que salga tibia, o sea abro el grifo de agua caliente y el de agua fría, no es que tenga botones o una contraseña especial. Hubiera preferido darme un baño de espuma, pero lo dejare para otro momento.

Luego de unos 15 minutos termino de ducharme, me coloco la ropa interior y salgo del baño hacia el vestidor con la toalla sosteniendo mi pelo mojado. Comienzo a mirar que ropa ponerme, como Marie me dijo que no habrá fiesta, elijo ponerme un vaquero color negro, y una blusa color azul marino con pequeñas líneas blancas, con mangas de campana, y unos tenis que vi, en color blanco, que tienen una especie de encaje o algo así. Salgo del closet y me siento frente al tocar, nunca supe maquillarme, pero tenía demasiadas ojeras y quería ocultarlas, así que busqué maquillaje, aunque no encontré nada. Decidí comenzar a secarme el cabello, no me peine en realidad, porque queda sin forma. Son las 19.45.

—Bien Camille, tienes que tranquilizarte, es solo una cena, ahora sal y ve a pedirle maquillaje a Marie. —Me digo en voz alta, mientras salgo al pasillo. Antes de salir completamente me fijo que no haya nadie cerca, no sé porque, pero lo hago. Camino rápido hacia la habitación de Marie y Williams y golpeo.

—¿Sí? ¿Quién es? —Oigo decir a Marie desde dentro.

—Soy yo, Camille, em... necesito pedirte un favor. —Le digo, al instante que veo abrirse la puerta con Marie en bata de baño.

—Adelante cariño, ¿qué pasa? Oh, te ves muy bonita. Yo sigo en bata, no soy para nada puntual. —Me dice restándole importancia con un gesto de hombros.

—Quería pedirte algo de maquillaje, para cubrir mis orejas, se ven espantosas. Qué bonita habitación. —Le digo observando todo, la cama es mucho más grande que la mía, y es todo blanco, decorado en color rojo oscuro, casi negro.

—Oh, claro, ven conmigo, el tocador está en el vestidor, yo mientras me vestiré. —Me dice guiándome con ella hacia el vestidor. Es mucho más grande que el mío, ya que aquí está la ropa suya y de Williams, me señala el tocar y me siento frente a él.

—El cajón derecho, hay unos cuantos tonos de maquillaje, seguro alguno te queda, suelo comprar sin fijarme el tono y luego no me quedan, puedes llevarlo, y mañana iremos a comprar maquillaje para ti. —Me dice buscando alguna cosa para ponerse.

—Está bien, gracias, de nuevo. —Abro el cajón y encuentro de todo, en verdad, escojo un tono claro, y lo pruebo en mi mano, es un poco más claro que mi tono, pero poniendo poco puede disimular. Luego de un rato ya estamos listas.

—Marie, Camille no está en su habitación, golpee la puerta y nadie me respondió, se habrá quedado dormida pobre niña. —Escuchamos decir a Williams desde el vestidor. Williams abre la puerta y nos encuentra a las dos, de pie, a punto de salir.