"ℭ𝔬𝔢𝔲𝔯 𝔡𝔢 𝔖𝔞𝔫𝔤"

𝓒𝓐𝓟𝓘𝓣𝓤𝓛𝓞 11.

Jungkook perdió la cuenta de cuantas veces se habían chupado el uno al otro, pero ya estaba oscuro para cuando dejaron el cuarto de hotel y regresaron al carro. Ellos iban en silencio.

Taehyung manejaba mientras Jungkook comía una de las varias hamburguesas con queso que había comprado cuando el vampiro llegó a una ventanilla de comida rápida. Él estaba hambriento como la mierda y también sediento. No era sorprendente considerando lo que ellos habían estado haciendo la mayor parte del día.

La culpa empezó a golpearlo e hizo un examen.- ¿Era realmente tan malo lo que había hecho con Taehyung? -Ellos no lastimaron a nadie, nadie había muerto. Incluso los patanes a los que Jungkook había golpeado estaban bien, no es que ellos pudieran hacer algo con eso. Excepto....quizás lo que ya habían hecho.

Jungkook no pudo evitar recordar el flash de pura, rabia posesiva que sintió cuando vio que ponían las manos en Taehyung. Él estaba muy seguro que no quería tocar al otro hombre pero cuando vio que alguien más lo tocaba, Jungkook casi pierde el control. Y entonces después con Taehyung en sus brazos, sus hermosos ojos  oscurecidos, sus mejillas hundidas, su respiración superficial... Un instinto protector como nunca había sentido antes lo golpeó. Solo quería sostenerlo. Quería protegerlo de esos cabrones y del resto del jodido mundo.

Dándole otra mordida a su hamburguesa con queso, Jungkook negó con la cabeza. Había algo en Taehyung, le hacía sacar una ternura a Jungkook que ni siquiera sabía que tenía. Era como la noche en que él sanó a Jungkook y entonces él lloro cuando se fue, la urgencia de sostenerlo y confortarlo había sido tan fuerte que Jungkook apenas y fue capaz de contenerse. Como no pude contenerme hoy.- ¿Eso es por lo que lo "hice"? ¿por lo que lo disfruté?.-

—Sabes que esa no es la razón, mi lobo. De cualquier manera no es la única razón. — Taehyung murmuró desde el otro lado del carro. Jungkook suspiró pero él no estaba realmente enojado. 

—Estoy tratando de sacar algo de mierda. Es jodidamente grosero que fisgonees dentro de mi cabeza. De cualquier manera, ¿Por qué sigues llamándome tu lobo? No lo niegues. —Puntualizó a media mordida de su hamburguesa y viendo a Taehyung. —Yo te lo he estado oyendo toda la tarde.— Taehyung le dio una mirada de soslayo.

 —Perdóname no quise sonar posesivo.

—No sé. —Jungkook le dio una pequeña sonrisa. —Quizás...quizás me gusta eso. Pero si yo soy tu lobo entonces supongo que tú eres mi vampiro.—Taehyung colocó una mano en su muslo y le dio una intensa mirada. 

—Con todo mi corazón, mon amour.—La incondicional devoción en su voz atrapó a Jungkook un poco fuera de guardia. 

—Uh, vas a ser todo cursi conmigo ahora?... hombre. No es que fuéramos una pareja o algo así. Quiero decir, seguimos nuestro camino para tratar de romper esta cosa.—Taehyung retiró la mano y vio fijamente al camino. 

—Claro.

—Vamos, Taehyung, no es de esa manera. Mierda. —Jungkook suspiró y se tensó en el asiento del carro. —Quiero decir, fuera de bromas, no hay manera en que podamos seguir con esto cuando regresemos a Miami. Esto es como...unas vacaciones. Sabes, haces cosas, pruebas cosas nuevas. Pero cuando regresas a casa todas las cosas regresan a lo normal.

—¿Eso es lo que quieres? —La voz de Taehyung era tranquila en la oscuridad del carro. —¿Realmente quieres eso, Jungkook? Que seamos normales y pretendamos que nunca nos conocimos, mucho menos decir que nos amamos el uno al otro?—

—¿No sé, está bien? Madre de Dios!. —Jungkook envolvió el resto de su medio comida hamburguesa con queso y la dejó dentro de la bolsa de papel. —Mira, pasamos un buen rato. ¿Por qué echarlo a perder por hablar de eso?—