"Cuatro notas"

489 73 24
                                    

La primera nota estaba escrita en el reverso de una fotografía. En la fotografía de Jace y Gine un año atrás, sentados en la playa. Sonreían, y era ajenos a todo lo que ahora les acontecía.

He estado recordando aquella mañana en me regañaste por mirarte. ¿Lo recuerdas tú? Esa mañana llego esa maldita carta, y terminó en todo esto. Ojalá pudiera empezar de cero. Ojalá nada de esto hubiera sucedido. Ojalá yo pudiera seguir siendo esa Gine. De alguna manera, volver a ser así como era. Ser esa niña que se enamoraba, y lo hacía sin miedo. Quisiera volver a esos tiempos en los que te miraba dormir, y te hacía enrojecer con mis comentarios. Quisiera no haber crecido. Quisiera no tener el corazón roto. Pero no puedo hacerlo. No puedo cambiar los acontecimientos, no puedo cambiar las palabras, ni los hechos. No puedo cambiar el estar enamorada de ti. No puedo cambiar tu suerte.
Así que te casarás, y aunque lo intentes, cederas, y te enamorarás de ella. Tendrás hijos, y una vida, y no recordarás quien fui.
No puedo quedarme a verlo, Jace. No puedo porque yo no te voy a superar, y lo voy a hacer todo más complicado.

Me voy. Me voy a buscar esa Gine que mataste. Me voy a buscar esa niña sin miedo, me voy, Jace. Me voy para siempre y no me vas a encontrar nunca. Me voy porque California me quito demasiadas cosas. Me voy porque estoy enfadada.

¿Nunca has sentido esa sensación? Esa sensación que no te deja esforzarte más, que no te deja luchar contra la corriente. Esa sensación que es como una fuerza vital que te obliga a rendirte. Voy a seguir esa sensación, Jace. Ojalá tú también la sigas, y no me busques. Así nunca nos volvamos a encontrar. Porque nunca nos debimos conocer.

Gine.

La otra nota estaba escrita en un posit amarillo. Estaba pegado en uno de los tablones con horarios de Kira.

“Ya no voy a estar ahí cuando él hijo de puta de pegue, y te destroce. No voy a estar cuando te sientas insuficiente, ni pequeña. No voy a secar más tus lágrimas, no voy a ser más el perro faldero al que acudes cuando no tienes nada más. Espero que algún día puedas valorar lo que te he querido, y lo que he sacrificado para quererte.

Cody.

La tercera nota estaba escrita en la esquina de un folio rasgado sobre la mesita de noche de Lennox.

“¿Quien gana?”

Y la última, estaba escrita en la primera oja de un libro.

“Y así olvide lo que nunca tuvimos:
Con la resaca de las copas que no brindamos,
Con las agujetas de no salir corriendo tras tus pasos,
Afónica de callar todo lo no nos dijimos.

¡Que triste es ser feliz si no es contigo!

Bonnie.

1. Locas Historias De AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora