Una semana, solo había pasado una jodida semana. Yoongi se sentía al borde del colapso.
Durante esos siete días, en su mente solo se encontraba la sonrisa de la pequeña niña. Aunque sus palabras fueron solo juego, el decirle me gustas, cambió toda relación con ella.
¿Que le pasaba? Es cierto que había decidido decirle a Jennie que su relación sería secreta, por obvias razones, ya que después de todo para él ella no significaba nada. He incluso para todos y el , Hani seguía siendo su novia,pero ella también sabía acerca de la pequeña "broma" que le harían a la pequeña, por lo que no le importo, debía dejar de pensar. Solo necesitaba el estúpido proyecto listo.
Pero porque se sentía enfermo cada vez que veía a la pequeña. Sin embargo, no enfermo de una manera mala, era otro tipo de enfermedad, su estómago enfermaba cada vez que ella hacía pucheros por no conseguir lo que quería. O por lo contrario sentía su garganta arder cuando le dedicaba una de sus sonrisas a Hoseok, su mejor amigo. Se sentía traicionado.
¿Seria posible que de verdad se hubiera enamorado de ella? Quizás fue cuando probó lo bien que preparaba bocadillos, o cuando se ofreció de voluntaria en aquella recaudación de caridad o aquella vez que ayudó a un par de ancianitas, tal vez cuando sacó otra vez la mejor calificación de su clase. Sería que sucedió cuando sonreía mostrando parte de sus encías y sus ojos gatunos solían achicarse un poco.
Como podía querer a una persona tan cálida siendo el, bueno tan frío. Estos pensamientos estaban matando a Yoongi, nunca debió haberle dicho que gustaba de ella, pero ese proyecto lo era todo, el necesitaba el proyecto. Tenía que tenerlo para el lunes y ya era domingo. Debía apresurarse.En otro lado, en un mundo adverso, la pequeña castaña no podía estar más feliz,ahora mismo realizaba dos copias del proyecto de inglés que le había pedido su Yoongi oppa esta semana había sido la mejor para ella. Solo hubieron puros besos y mimos de parte del pelinegro. Los golpes habían cesado, ya no la insultaba ni maltrataba más, la hacía sentir especial, la trataba con amor. El niño le había dado su primer beso, ella había soñado mucho con ese momento. El había restablecido todos sus sueños, los cuales el también había estropeado. Por primera vez se sintió amada, se sintió especial y útil para alguien. Ahora su mundo era ese chico de piel pálida.
—Jennie!—llamó su hermano—Yoongi, ha venido quiere verte, baja
Todo parecía verse bien, incluso el babo Taehyung ya no la atormentaba, pero no se imaginaba que abajo de ella en la sala y sillón donde siempre solía echarse a ver televisión y comer palomitas, se estaba planeando la más grande traición.
—Y, entonces hyung ¿ya le entre— Sin que pudiera terminar fue callado por una gran mano
—Shhhh, callate, puede bajar en cualquier momento
Y fue justo ahí cuando su corazón latió fuerte.
—Yoongi oppa!—La pequeña se abalanzó hacia los brazos del pelinegro, el cual la atrapó, envolviéndola en sus brazos, disfrutaba de la calidez de su cuerpo
—Jennie-yah,te extrañé, desearía verte todos los días
—Yo también oppa—realizo un puchero, gesto el cual estremeció el corazón del mayor y dejó a un asqueado Taehyung, era demasiado amor para el así que tuvo que irse de su propia casa
Y sin si quiera notar su ausencia los niños seguían abrazados, a Yoongi le gustaba el olor del cabello de Jennie, tan sedoso, y su cuello ese era su lugar favorito.
Pasaron toda la tarde en aquel sofá, tomados de la mano, de vez en cuando el lado tierno de el niño aparecía y soltaba algún comentario que sonrojaba a una tímida Jennie. Comían palomitas y disfrutaban de la música sin decir nada más, el silenció no era incómodo para ambos,ellos adoraban aquel silencio que se formaba. Sus gustos eran similares, a pesar de que en actitud resultaban ser diferentes.