Oppa!-corría la pequeña Jennie dejando a su mamá detrás
Jennie Kim se encontraba caminando animada mente junto a su madre y su hermano el "babo Taehyung" como le gustaba decirle ella. Hasta que logró encontrar en su radar de visión lo que tanto anhelaba.
Su oppa
Su Yoongi oppa~
Realmente su oppa era el ser más hermoso que había visto en sus apenas once años de vida. El pequeño Yoongi había logrado cautivar a la niña con su rebelde cabello negro y su piel igual de blanca como la porcelana. Ni que decir de su mirada fría y profunda, siempre destilando su arrogancia a pesar de solo tener 14 años.
La pequeña Jennie se sentía agradecida de que su hermano y el fueran amigos, solo significaba pasar tiempo al lado de su Yoongi-oppa.
—Ya! ¿Acaso no te eh dicho que te mantengas alejada de nosotros? Babo Jennie– se adelantaba su hermano a saludar a su amigo
Ella solo podía ver como su hermano le daba una de sus sonrisas cuadradas a Yoongi y él lo recibía mostrándole sus encías peladas y dientes relucientes, una bonita sonrisa.
Uh!
Había deseado poder ver a su oppa de nuevo, desde que su mamá había enfermado y no podia salir con la mamá de Yoongi no había tenido oportunidad de ver a su amado oppa.
Ni siquiera el babo de Kim Taehyung la quería llevar a pasar una tarde en la casa de su oppa.Sin detener el tren de sus pensamientos la pequeña Jennie corría hacia el par de chicos, extendiendo sus gruesos brazitos hacía el mayor.
Y antes de darse cuenta había recibido un golpe en su frente, si que dolía. Debía suponerlo a oppa no le gustaban sus abrazos. Se regaño mentalmente.
—Jaja, babo Jennie ¿Acaso creías que dejaría que alguien amorfo como tu me tocará?
Ahí iba de nuevo.
Por supuesto que al tan susodicho "Yoongi oppa" no le gustaban los abrazos de la pequeña Jennie.
Odiaba con todo su ser que la mocosa hermana su mejor amigo se acercará a él.
Jennie Kim era una pequeña y redonda molestia en su vida, desde aquel día en que se mudó. Pudo verla desde la ventana del auto, su vida estaba arruinada.
Una pequeña niña ojos achinados debido a sus cachetes grandes y redonditos, los cuales estaban sonrojados de tanto correr estaba mirándolo desde el jardín de su casa, su cuerpo era rellenito como si de una albóndiga se tratase. Su cabello era medianamente largo pero lo suficiente como para que lo tuviera enredado y esparcido por su rostro.
Claro que jamás, saldría con alguien de figura amorfa y fea como su vecina.
—Yoongi oppa! ¿A que jugaremos hoy?–la pequeña Jennie perseguía a Yoongi por toda su casa
—Ya! Para de una vez— la empujó el mayor haciendo que la niña cayera sobre su trasero— Te lo dije deja de molestar
—Mianhae!— se paró rápidamente haciendo una reverencia para su oppa
—Ahora, lárgate y deja de molestar— pronunció el niño sirviendo un par de refrescos
—Oppa! Yo te ayudó! Dejame hacerlo a mí!— sin si quiera pensarlo la pequeña le quito el jarrón de agua al niño haciendo que votará las bebidas y los vasos se hagan destrozos
—Mira lo que hiciste!
Pum...
Él la había golpeado
Yoongi había agarrado a Jennie de sus brazos lanzándola contra el suelo, haciendo que termine junto a los pedazos de vidrio que ya hacían en el suelo.
—Op-oppa— las lágrimas se deslizaban por su rostro pero aún mantenía una pequeña sonrisa sabía que se lo había ganado a pulso— Lo siento mucho oppa— poco a poco iba levantándose dejando ver pequeños hilos de sangre que se encontraban en sus brazos, esos brazos con los cuales soñaba abrazar a su oppa.
Sin siquiera detenerse la tomo de sus brazos heridos llevándola hasta el patio trasero cerrando la puerta.
—Te quedarás ahí ¿No entiendes que eres un estorbo?
—Oppa!—la pequeña Jennie tocaba brutalmente la puerta
Yoongi la había dejado afuera sola, en la oscuridad de la noche. Ella en verdad le temía a la oscuridad. ¿Como no hacerlo? Si con tan solo su sonrisa iluminaba hasta el lugar mas oscuro. Pero esta vez era distinto, estaba aterrada, y sus brazitos aún desprendían un poco de sangre.
—Yoongi oppa! Por favor! Tengo miedo! ¿Yoongi oppa?
Claro que el niño no se quedó a escuchar los lamentos de su redonda vecina, subió a su cuarto para jugar otra partida con su amigo.
Luego de un par de horas de jugar se sintió cansando decidiendo dejar a su amigo continuar la partida.
—Ya ¿Dejaste otra vez a Jennie afuera?— preguntaba un Kim Taehyung dándole más importancia al juego que se encontraba frente a sus ojos
—Claro— el mayor de los dos seguía probando un par de bocadillos que los había preparado Jennie y se los había obsequiado ni bien ingresó —Debe entender que no me gustan las feas pelotas
—¿No exageras?
—No lo creo, las personas feas deben tener lo que merecen
—Yoongi — se arrepintió un poco el menor— Ella es mi hermana, enserio que le tiene miedo a la oscuridad, no creo que sea como las otras veces
—Bien, bien —se encaminó hacia la sala— Solo porque es tu hermana
Sin decir más el mayor se dirigió hacia la puerta del patio trasero y la abrió de un golpe dañando el pequeño cuerpo adormilado que se encontraba ahí. Inmediatamente la niña se aferró al cuerpo de su mayor.
—Oppa es mi salvador! Sabia que Yoongi oppa vendría por mí!— daba pequeños saltitos emocionada por ver después de tanta oscuridad el pálido rostro de su oppa
En cambio el niño sentía el peso de su redonda vecina encima de su cuerpo debido a que se colgaba de él, ahí mismo pudo notar que sus brazos se encontraban cortados y tenía hilos de sangre seca. Y no faltaba para más su amigo tenía razón Jennie odiaba la oscuridad sus ojos llorosos y hinchados se lo dijeron. Sólo que él no la iba a compadecer por eso, ella era la redonda molestia en su vida y se encargaría de hacérselo saber para que lo deje en paz.
Toda emoción fue cortada cuando el mayor la sujeto fuertemente de sus brazos jalándola hasta donde se encontraban varios pedazos de vidrio.
—Escúchame bien —la soltó de su agarre con la suficiente fuerza como para hacer que tropiece —Ahora recogerás todo esto, ¿me entiendes?
La pequeña Jennie estaba sorprendida, realmente le dolían mucho sus brazitos pero agradeció la amabilidad de su oppa por haberla echo entrar después de aquel miedo que tuvo y encima dejó que lo tocará aunque sea por unos segundos.
—Deh! Haré mi mejor esfuerzo oppa! —contestaba fuertemente la niña con su sonrisa gumosa y sin decir mas se apresuró a limpiar todo el desastre.
Aunque sus brazitos aún dolían daría todo su esfuerzo por su amado oppa.
Su Yoongi oppa~
Continuará...