Capítulo 5: La ciudad del valle

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Millianna dormía plácidamente hasta que un brusco movimiento la despertó haciendo que se golpease en la cabeza.


Habían pasado tres días desde el incidente del tren. Una vez se aseguraron que las autoridades se llevaban a esos asaltantes a prisión reanudaron su viaje al consejo. Para evitar más sobresaltos decidieron realizar el resto del trayecto en un vehículo que les proporcionaron en un pueblo cercano. Ambas magas se turnaban para hacer funcionar el transporte con su magia mientras la otra conducía. En el último tramo, Kagura se ofreció a asumir los dos roles para que su amiga descansase.


-Ten más cuidado Kagura, me va a salir un chichón por esto-se quejó Millianna mientras se frotaba la zona golpeada.


-Mejor así, ya estamos llegando-contestó su amiga.


A través de la ventanilla, la maga pudo ver el gran edificio del consejo mágico. El enorme edificio de cuatro plantas y tejado azul oscuro y blanca fachada siempre le recordaba a algún castillo medieval. Tras la corta, pero cruenta guerra contra el imperio de Álvarez, se decidió empezar a reconstruir el país a partir de aquel edificio. El diseño era muy parecido al anterior, cinco plantas y tejado azul oscuro. La entrada estaba franqueada por columnas de estilo griego. En cada esquina del edificio se podían ver altas torres coronadas por adornos circulares. El camino que llegaba al consejo estaba rodeado de jardines y estatuas de jinetes con lanzas que se cruzaban en el cielo.


Tan pronto como se detuvo el vehículo, Millianna salió a toda prisa para estirarse lo máximo posible. Kagura bajó con más calma, a pesar de haber dado su magia al coche durante horas no parecía cansada. Las dos magas se dirigieron con paso ligero al edificio dado que llegaban tarde.


El recibidor era una enorme sala de brillante suelo blanco cubierto por alfombras rojas. A unos metros frente a ellas había una amplia escalera que se bifurcaba al alcanzar cierta altura. Las paredes eran algo más oscuras, lo que contrastaba con las columnas parcialmente emparedadas en ellas. Por todos lados había estandartes con los símbolos de los gremios y bustos que representaban a los difuntos maestros y miembros del consejo mágico.


-Ah, por fin ha llegado la maestra de Mermaid Heels


Un tipo vestido con túnicas de color azul oscuro y que ocultaba parte de su rostro con una capucha se acercó a ellas. Se trataba de un nuevo trabajador del actual consejo.


-Sentimos el retraso-dijo Kagura con una pequeña reverencia de su cabeza.


-No se disculpe, tan solo Lamia Scale se presentó a tiempo. Si son tan amables de seguirme.


En el momento en el que se pusieron en camino, Millianna sintió una extraña presencia tras ella, seguida por unas pequeñas manos que acariciaban sus hombros.


-Que exquisito perfume...


La maga se giró a la velocidad del rayo mientras soltaba un agudo grito acompañado de un zarpazo. El golpe provocó que el responsable cayera al suelo, pero se levantó casi al instante.


-Oh, que gatita más rebelde.


Se trataba de un hombre de baja estatura, lo que desentonaba con una cara demasiado grande y bien definida, casi parecía como si alguien hubiera metido la pata al juntar las dos partes. Llevaba su largo pelo anaranjado sujeto con una coleta, perfectamente peinado. Una ligera barba era lo único que cubría su curiosa cara. Su vestimenta consistía en un esmoquin de inmaculado color blanco y unos brillantes mocasines. Sus dedos, los cuales dirigió hacia Millianna, estaban recubiertos por anillos.


-Tenías que ser tú...-pensó la maga.


De buena gana habría apaleado al pobre infeliz pero, para su desgracia, se trataba de un maestro de gremio.

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⏰ Última actualización: Jan 22, 2018 ⏰

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