Supernova

20 0 0
                                    

.
.
.

Recuerdo el momento en el que te conocí. Fue como ver una supernova humana.

No podría explicarme cómo es que captaste toda mi atención tan eficientemente, pero lo que puedo asegurar es que lo hiciste. Cada vez que daba un paso más en ti, brillabas de una forma cada vez más intensa, te veías tan hermosa a mis ojos, que ni tú ni yo nos lo podíamos creer.

Pensé que era demasiado bueno para ser verdad. Probablemente no me aceptarías, ya estoy opacado por los vestigios de mi vida, inseguridades, miedos, soledad, y demás características que forjaron mi personalidad. Nunca alcanzaré el brillo de otras estrellas, ni tampoco podría llegar a brillar tanto como tú. Pero no me rechazaste.

Me dejaste quedarme, incluso con la oscuridad que me caracterizaba. Eso sólo hizo que brillases un poco más para mí.

A medida que el tiempo desnudaba tu alma frente a mí, y tú misma te opacabas por nimiedades que a mí no me importaban, yo trataba de todas las formas de que puedas apreciar la belleza que posees de la misma forma en la que lo hago yo, pero al parecer, nunca lo conseguí, ya que si tan simplemente una vez pudieses verte con mis ojos, entenderías lo perfectas que son cada una de tus imperfecciones.

Pese a todo, en alguna parte de mí, todavía tenía algo de miedo a entregarme completamente a ti. Estaba a tu disposición el tomar mi corazón, sueños y aspiraciones, pero yo no te los entregaba personalmente, porque tenía miedo.

Miedo a mis propias heridas, a traiciones que sufrí en el pasado. Ahora maldigo esa infame inseguridad, porque por culpa de ella, perdí lo más valioso que pude haber tenido.

Aunque, no sé si es que el haberme entregado completamente a ti antes, hubiese cambiado algo, me hubiese gustado intentarlo. Tal vez todo el amor que puedo entregarte hubiese contrarrestado aquella fuerte carga mental que te atormentaba, que cambió tu imagen mental de mí, tal vez si te lo hubiese entregado todo, tal vez sería por lo menos un buen pilar para ayudarte a resistir.

Probablemente ahora ya es muy tarde. Tal vez ya te he perdido y nunca podré volver a alcanzarte, tal vez ya ni siquiera me escuches, tal vez ni siquiera te importe escuchar las súplicas de un desesperado.

Pero si aún puedes sentir éstos pensamientos que vienen de mi corazón, déjame decirte que lo lamento. Lamento haber sido un cobarde, si hubiese tenido la valentía de entregarme completamente a ti antes, lamento ser un inútil, porque el miedo de perderte superó a mi voluntad de buscarte. Lamento no haber sido más comprensivo contigo, estaba desesperado por quedarme contigo, no te escuché apropiadamente, porque estaba tratando de aferrarme a ti con todo lo que me queda.

Si aún estás presente, déjame decirte que te quiero.

Lo digo en serio, viene de lo profundo de mi corazón. Y no es un "Te quiero" banal. Te juro solemnemente que proviene de lo profundo de mi corazón. Te quiero como mi compañera para siempre. Te quiero como mi amiga en todo momento y situación. Te quiero en las buenas y en las malas. Te quiero para poder confiar mutuamente. Te quiero para pasar el resto de mis días escuchándote, dándote todos los abrazos que necesites, y todas las caricias que quieras. Y aunque es un poco atrevido de decir, te quiero como mi pareja.

Me gustas. Y nunca me has molestado. De hecho, siempre fuiste mi ruta de salvación de todas mis molestias.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: May 03, 2019 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Depósito de inspiración. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora