♡ La Chica Que Faltaba En Mi Corazon ♡

CAPITULO DOS, MADARA Y TU

—Nee! Nee! Hashirama-nii, ¿¡me escuchas!?— exclamaba la rubia desesperada de que su hermano mayor, el primer Hokage, le prestara atención.

—¡Si _____-chan, te estoy escuchando!— frunce el ceño el hombre lleno de responsabilidad, el papeleo lo tenia fuera de sus casillas y aun más con la rubia sofocándolo.

—¡Ya pero no me grites!— dice la chica molesta dándole la espalda— Como no quieres escuchar mis historias, mejor me ire con Tobirama-nii—dice la infantil chica y sale del despacho sino antes, sacarle la lengua.

Aunque normalmente el hombre de cabellos blancos no le prestaba atención de lo mínimo siendo un hombre ocupado pero el silencio de este le hacía pensar a ___ que si la estaba oyendo.

cuando no le prestaban atencion ella se comportaba como una niña. Pero habia algo extraño en esta chica, que cada historia que ella le contaba a las personas, estas escuchaban cada detalle de la historia, hasta la mas absurda, incluso teniendo cosas importantes que hacer, no podían concentrarse por ella. Era algo normal de ella, no se si llamarlo don.

—Tobirama-ni, ¿donde estas?— buscaba por toda la torre pero ningún indicio de que andaba por allí, incluso pregunto a los ninjas que se encontraba.

—El señor Tobirama volvió a su casa— respondió un ninja de la aldea.

___ sonríe y se dirige a toda velocidad de vuelta a casa para conversar con su hermano mayor, por supuesto que el hombre debería estar haciendo algo de quehacer o solo estará sentado en su despacho donde trabaja para ayudar a su hermano en los temas como el hokage que es. Que ___ va a entender sobre responsabilidades si se la pasa contando historias de quien sabe donde las sacó.

En fin, ___ llegó a su casa y esperando de que el peli cenizo estuviera en el despacho, se lo encontró en el sofá de la sala, descansando como un bebé.

—Eh? ¡¡Ohh que lindo!!— exclama en voz baja al ver a su hermano, ocultando su rostro con un libro y su brazo detrás de su cabeza—Nisan~— susurro en el oído del mayor, haciendo que abriera los ojos de golpe y viera a su hermana con su rostro cerca de el como si estuviera apunto de besarle, unos centímetros mas y sería un momento en que había que pensar seriamente.

—¿¡______, pero que haces, estas demente!?—Su mano dio en la cara de la chica empujando su cuerpo hacia atrás haciendo que cayera al suelo.

Pero ella no se enojo al contrario, se hecho a reír tan fuerte que podrían escucharla hasta la aldea de la arena. A Tobirama no le pareció gracioso de que ella viniera a molestarle y frunce el ceño mientras se cruzaba de brazos.

—No le veo la gracia, Rubia fea y oxigenada—esas palabras hizo que la chica se detuviera y lo fulminara con la mirada.

—¡¿A quien le dijiste FEA?!— dice la Rubia enojada— ¡¡Ahora si no hay perdón, Tobirama Senju!!-

La chica se lanza hacia el haciendo que los dos cayeran detras del sillón. Justo en ese momento, Hashirama entra a la casa después de tomarse un tiempo para descansar del titulo de Hokage y centrarse en sus hermanos, había venido de comprar delicioso Ramen pero algo llamo su atención poniéndolo nervioso al mayor de cabellos largos.

—Ah! ¡Nisan me lastimas!— sonidos para nada naturales se escuchaban detrás del sillón que se movía hacia adelante por la brusquedad que hacían los dos individuos.

—¡Si te hubieras quedado quieta no te dolería!

—Pero!- Ah!!— vuelve a gritar ___

El rostro traumado de Hashirama lo decía todo, una persona en su posición por supuesto que lo llegaría a mal pensar, pero siendo sus dos hermanos menores, ¿Debía llevarlos a un psicólogo?