Ángel(Levihan)

¿te vas a ir?

Observé su perfil, era raramente hermosa, su cabellera café brillaba literalmente en dorado, sus ojos eran grandes y de un color caramelo, su boca era delicada y en un tono rosa, su piel era morena y azucarada, azúcar morena.

Que hermosa.

— Hey — Le hablé — Ve a tu casa. No nesecito que estés aquí —

Ella volteó y sonrió. ¿No entendía?

— Que te vayas mujer, invades mi espacio privado — Traté de sonar lo más cortante posible para incomodarla, pero no parecía importarle — Me iré después de curarte. ¿Acaso no ves el agujero negro que tienes? --- Habló ella

No es como si no pudiera ir al doctor, ella me tiene casi amarrado para que no me mueva, siento venir una escena de esta mujer abusando de mi

— Puedo ir al hospital.

Me miró con un extraño brillo, con una mirada que me acusaba de algo que desconocía — Bueno, vé, yo ya me voy.

Se dio la vuelta y salió por la puerta de madera que tenía en la sala, pero no fue presisamente por la salida a la calle ¿Ella vive en el mar o que? Salió directamente por donde yo salí para ir al risco.

¿Ella se dentendrá para acompañarme al hospital?

No, no lo hizo.

Ella salió directamente, sin decir adiós "Maleducada" Me recosté en el sillón unos segundos y me levanté, miré mi bazo raspado y sentí un gran dolor en las costillas. Busqué las llaves del mi auto y salí despacio de mi casa, miré a mi derecha y ahí estaba la hermosa Harley Davidson que pertenecía a mi madre y junto a ella el carro de mi padre, un Jaguar, carro que le dejó despues de desaparecer.

Mi vida me la había pasado en carros antiguos, lujosos y rápidos, oh y en color rojo, mi madre al ser una fanática de los carros y motocicletas siempre me llevó a la escuela a toda velocidad, con sus lentes obscuros y con su vestido blanco que tanto le encantaba, podías verla dentro del carro como una rebelde sin control y fuera de este como una delicada muñeca de porcelana, con su piel blanca, sus grandes ojos grises, sus labios rosados, largas pestañas, cabello sedoso y su hermoso porte delicado.

Ooh mi madre.

Llegué al hospital tan rápido que no me di cuenta. Bajé sin mirar a nadie, solo quería ignorar a todos, en especial a ella.

— Levi, que bueno verte por aquí — Su voz inconfundible tras el cristal, ella hacía guardia hoy, já.

Petra era simplemente la más popular en la prepa y también en el hospital.

"Petra, que linda" "Gracias petra" "No tenías por que Petra" siempre estaba en la sala de espera, hablando con las señoras y viejos verdes, ganando popularidad, ganando su lugar de "la pelirroja más linda que veo"

— Hola, necesito ir con un doctor —

— ¿Qué te pasó? ¿Estás bien? Deja que te revise — inmediatamente quité su molesta mano de mi rostro — Estoy bien, no me toques, me vas a contagiar el sida — Ella me miró sorprendida — ¿Llamarás a un doctor? — Ella volvió a meterse dentro del cuarto y revisó una pequeña libreta — Pasa a la puerta numero tres — Dijo en seco ¿Acaso le molestaba no poder pasarme el sida de todos los viejos con los que se acostaba?

Que fastidio.

[El hombre fue atendido por esa mujer, la cual le resultaba molesta, pero encantadora. Ella se marchó después de que el hombre la echara de su casa. Ella vivía en la costa, cerca de una pequeña playa donde se vendían aguas de coco echas por ella]

¡¡Gracias por la espera!! Los amo a todos, no olviden eso