Cap. 8 - Cosas que hacen Sentir.

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EMMA POV.

Desperté y la resaca se ha adueñado de mi cuerpo, mi cabeza quiere explotar y estoy considerando darle permiso ya que empiezo a recordar los sucesos de anoche.

Estoy jodida.

Le dije a Robert que me gustaba accidentalmente y he llorado frente a el, mi padre descubrió mi estado de embriaguez y de lo que recuerdo no fue muy lindo.

Me levanto de la cama y noto una pequeña bandeja con un vaso de agua y aspirinas.

Eso lo dejo mi padre.

Lo tomo y me dirijo al baño y noto todo el maquillaje corrido y mis ojos hinchados apenas me miro al espejo, soy un desastre de persona ahora, así que cepillo mis dientes para después darme un baño.

Apesto a alcohol.

Quito la camiseta y el resto de ropa mientras pienso como he hecho para colocarmela ya que jamas hubiese podido sola... Después de pensarlo mejor, yo no estaba sola, Robert siempre estuvo conmigo y si yo no lo hice fue él.

Santísimos Dioses.

El me ha visto desnuda.

Dejo de darle vueltas al hecho, el no haría eso de mala manera, además de que no soy lo suficientemente atractiva comparando con las chicas que el sale. Después de bañarme y vestirme salgo a mi habitación, veo una cabeza verde asomarse en mi puerta y le sonrío a mi padre.

- Buen día, pequeña. - dijo terminando de entrar.

- Hola papá. - saludé.

- Creo que tenemos que hablar... - dijo sentándose a mi lado.

- Yo... Lo siento, no debi tomar como lo hice, ni siquiera debí salir, quería vivir experiencias como tu me has dicho pero lo he hecho irresponsablemente y eso esta mal. Siento haberles hecho pasar un mal rato, iré a disculparme con mamá en un rato. - dije mirando al suelo.

- Acepto tus disculpas, pero no vine a hablar de eso... - dijo - He oído lo que le dijiste a Robert anoche.

Oh no, el no se podía enterar... No toma muy bien estas cosas algunas veces.

- Yo... - titubee

- Te gusta ¿No es así? - preguntó y no podría negarle aquello a esos ojos verdes que me conocen mas que yo misma.

- Es que...

- Te gusta. - afirmo para el mismo y yo mire hacia el suelo porque mi vista estaba empañada.

- Yo a el no, papá - dije y la realidad fue suficiente para hacerme ver lo que sucedía. El tomo mi brazo e hizo que me acurrucara en su pecho, su mentón descansaba en mi cabeza y acariciaba mi cabello. Llore en su pecho porque la verdad dolía, la prefería, pero cómo dolía.

A esto le dicen el mal de amores ¿Eh?

- No llores mi niña, al menos no por un chico. - dijo mientras secaba mis lágrimas.

- No lo entiendes, lo arruine todo, dije cosas que no debí decir. Siempre lo estropeo todo. - dije y el negó rotundamente.

- Nunca lo haces, eres una niña muy meticulosa, siempre sabes que hacer. - dijo - Además, el día que naciste tu junto a tus hermanos, fue el segundo día mas feliz de mi vida ¿Has escuchado que lo arruinaste? No, fue al contrario. Jamas lo arruinas, al menos no para mi.

- ¿Cual es el primer día mas feliz de tu vida? - pregunté cuando estaba mas tranquila, sus palabras eran lo único que quería escuchar, siempre reconfortantes, siempre sabias.

- El día que me casé con tu madre... - dijo sonriendo. - Ella lucia preciosa, Emma... Tu madre siempre ha sido una mujer hermosa. Ese vestido blanco, la hacia ver extraordinaria. - el ha sido devoto de mi madre, y eso me hacia feliz, aunque hayan pasado casi 20 años desde que están juntos como pareja siento que le mira como si fuesen unos recién casados.

- ¿Crees que me amaran tanto como amas a mamá? - pregunte y el hizo que le mirara, sus ojos verdes me demostraban toda la sabiduría que el podría mostrarme, y su mirada me reconfortaba el alma.

- Estoy seguro, te lo mereces. - dijo y después frunció el ceño. - Aunque sigues siendo una niña, no te estoy dando permiso de tener novio. Ni siquiera vas a casarte, te quedaras conmigo así sea un anciano, tu y tus hermanos van a quedarse conmigo.

- Te quiero papá. - dije abrazándole, el me correspondió sanando mi corazón roto, curando todos mis males y reconstruyéndome. El sabe cual es el momento perfecto de hacerlo.

- Yo también les amo un mundo ¿Lo sabes?, jamas permitiría que les sucediese algo. - dijo absorbiendo su nariz...

- ¿Estas llorando? - pregunté mirándole y el negó.

- Por supuesto que no, ese shampoo raro que usas me da alergias ¿Ves? No se como puedes usarlo. - dijo y yo reía mientras secaba sus lágrimas. - Tu y tus hermanos siguen siendo mis bebés, ahora muy grandes y pesados, pero son mi bebés al fin. - dijo apretando una de mis mejillas...

Michael Clifford podría ser un cascarrabias, pero el sabia como arreglar un corazón roto, siempre lo dice mi madre. Y ella siempre tiene la razón.

ROBERT POV.

Estaba acostado en la hamaca que estaba en el patio, el cielo lucia mas azul que nunca gracias a la primavera.

Y eso te recuerda a sus ojos.

Paso mis manos por mi cara en señal de frustración, estaba algo ansioso por el hecho de no saber que hacer. No debe ser complicado pero dios, a mi se me complica un montón.

Al recordar sus ojos llorosos mientras repetía lo mucho que lo había arruinado, hacen que mi estomago se retuerza y no se como sentirme al respecto.

- ¿Que es lo que le atormenta a mi niño? - escucho a mi madre acercarse y sentarse a mi lado.

Unos llorosos pero lindos ojos azules.

¿Me gusta Emma? No, no es así. Repítelo. Y así lo hago.

- Nada, mamá. - dije y ella sonrió, sabe que le mentí.

- No me mientas, Robbie. Te conozco perfectamente. - dijo... ¿Y ahora que?

- Hay una chica mamá, no se que hacer... - dije

- ¿Ah si? - pregunto sonando interesada, eso me alienta a seguir.

- Me ha confesado que le gusto, y... Estaba llorando mientras lo decía, ella lloraba por mi culpa ya que según ella nunca le he mirado. ¿Y sabes algo mamá? Ahora que lo pienso siempre he estado al pendiente de ella, y siempre ha sido inconscientemente. No siento que me gusta... Realmente no se que siento... Pero al verle así, mi mundo a dado un vuelco. - dije y ella me prestaba absoluta atención, lo pude ver al mirarle.

- Te diré algo. Algunas veces, un suceso nos hace guardar los sentimientos en lo mas profundo del corazón ya que no queremos ó no podemos sacarlos a flote, a medida que pasa el tiempo, se intensifican porque siguen allí, nunca los desechaste. Entonces llega un momento, un corto instante en el que bajas la guardia y ellos salen para mostrarte lo que siempre te has negado a sentir, pero ahí esta, ahí lo sientes. - Dijo y cada palabra se instalo en mi mente, se grabo completamente.

- Estas diciéndome que siempre sentí cosas por ella, y algo me ha hecho negarme. - dije y ella sonrió satisfecha. Si supiera de quien se trata no sonriese así.

- Voy a ayudar a tu padre a cocinar, no quiero que queme la casa. - dijo y se levanto de la hamaca, no sin antes darme algunos besos en la mejilla. Es propio de ella y si te niegas es peor.

Eres un idiota enamorado.

No, yo no estoy enamorado, tal vez solo sienta estas cosas porque quiero sentir algo de empatia por Emma. Eso es todo.

Entonces no has entendido nada.

Mejor así.

Herederos.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora