Cap. 22 - El Correo (Maratón 2/4).

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ALERTA: +18 leer bajo tu propia responsabilidad.
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EMMA POV.

Nunca lo había visto tan enojado como ahora. Después de hacerme entrar al auto a la fuerza entra conmigo y cierra con seguro para mirarme de arriba a bajo.

- Nadie, en los 19 años que tengo, me había sacado de mis cavilaciones. - dijo severo, podía saborear la seriedad en sus palabras. - Nadie. - susurro acercándose a mi.

- Solo fue un vídeo... - dije y el negó.

- No me importa el vídeo, me importa lo que decía el maldito vídeo. - dijo demasiado cerca de mi cara. - Estoy realmente furioso, por el vídeo por tus provocaciones, no sabias lo que hacías.

- Mierda... - susurré.

- Muy tarde para maldecir. - dice y me besa con fiereza, su mano en mi nuca me hace perder los sentidos y la manera de como mueve sus labios en contra de los mios y roza su lengua con la mía me hace perder la consciencia. Sus hábiles manos toman mi cintura y hacen que me siente a horcajadas de el, agradezco que el vestido sea completamente suelto de mi cintura para abajo porque me facilita las cosas. Comienza a descender sus besos hasta mi cuello mientras baja la bragueta de mi vestido, comienzo a ponerme nerviosa ¿Lo haremos aquí? ¿En el auto de su madre?

- Robert... - susurro tratando de detenerlo incluso en contra de mis hormonas que piden a gritos que el haga lo que quiera conmigo.

- Callate. - espeta y baja la parte de arriba del vestido para tener la vista de mi pecho. - No suelo ser posesivo con nada, porque no siento que eres un maldito objeto, pero quiero que entiendas que nadie puede tener citas románticas contigo porque solo me pertenecen a mi, eres mía. - dijo para meter sus manos por debajo de la tela y acariciar mi trasero. - Y odio la idea de compartirte. - Sus palabras hacen que me deje llevar y olvide el asunto del auto de su madre y el estacionamiento de la secundaria. Siento su mano en mi intimidad, directo en ella y hago mi cabeza hacia atrás, aguanto todas las ganar de emitir sonidos, porque aunque quiero que lo haga no quiero darle el gusto. - Deja de negarte. - dice entre dientes en mi oído y siento su dedo entrar en mi.

Oh Dioses, siempre me dejan en los momentos mas inoportunos.

- Robert... - Jadee aturdida por el movimiento de su mano, no podía calificar su experiencia, pero se siente malditamente bien lo que esta haciendo. Abro mis ojos y noto que sonríe con arrogancia, su otra mano busca en los bolsillos traseros de sus jeans y al ver el sobre plateado confirmo mis dudas. Realmente lo haremos aquí. - Es el auto de tu madre ¿Que haces? - dije entre gemidos.

- Marcar territorio. - dijo y dejo mi entrepierna para bajar la bragueta de sus jeans y bajarlos lo suficiente como para liberar su erección. Coloca el preservativo y sus manos vuelven a mi cintura y me alzan hasta quedar por encima de su entrepierna, siento la presión que ejerce esta en mi intimidad, suelto un suspiro y el roza su longitud en mi entrada. - Maldita sea Emma, puedo sentir lo húmeda que estas a través de este maldito condón. - dice y gimo cuando siento que entra lentamente en mi.

- Maldición. - gimo y el palmea mi trasero.

- No maldigas, alteras las buenas vibras. - dice antes de comenzar a embestirme desde su posición, inconsciente me muevo junto a el prolongando esta fricción que me esta matando, siento el calor que comienza a hacer en el auto y también siento los jadeos de Robert en mi cuello. - Enloqueceria si alguien tuviese esto que obtengo de ti. - susurra y siento que empiezo a perderme entre las sensaciones, gimo mientras me quedo quieta dejando que sea solo él el que se mueve, reconozco que he llegado a mi límite, no puedo aguantar mas. - Eso es... - dice sintiendo como me libero encima de él. Continúa sus movimientos hasta que puedo sentir que también se libera cuando toma mis caderas con fuerza.

Herederos.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora