Cap. 33 - Riñas.

426 40 12
                                    

ROBERT POV.

Bien, esto es incómodo.

Acabo de llegar a casa y papá me recibió cruzado de brazos mientras me mira con una ceja alzada.

- ¿Que hay, viejo? ¿Todo bien? - pregunta te despreocupado.

- Te perdiste una semana y media, y me preguntas "¿Que hay?". Merezco una explicación. - dijo descruzando sus brazos.

- Bien, como te explico... - dije, y no se porqué se me subió lo valiente. - Fui a Irlanda a buscar a Emma. - solté y sus ojos me miraron incrédulo.

- Eso no es cierto. - dijo y yo me encogí de hombros.

- ¿Entonces para que me pides explicaciones si no me vas a creer? Estoy diciendo la verdad. - dije.

- ¿Como se te ocurrió hacer eso? Aun no apruebo esa relación que tienen ustedes dos. - dijo frunciendo el ceño.

- Si no la vas a aprobar no es mi problema ¿Bien? Estas conscientes que nada nos impide estar juntos, y si piensas que eres un obstáculo, pues te equivocas. - dije. - Estoy cansado de que manejes mi vida, tengo derecho a ser feliz. - dije para después buscar a mamá, tenia que agradecerle el hecho de que me cubriera en esta semana que estuve ausente.

- Robert, no he terminado. - dijo mi padre mientras me seguía.

- Yo ya terminé... - dije.

- Estoy tratando de intentar verlo de otra manera, ¿De acuerdo? - dijo y me detuve para mirarlo. - Aun no lo apruebo, pero estoy tratando de tolerarlo.

- ¿Que? - pregunté, ahora el incrédulo soy yo.

- Vale, tu madre me ha estado castigando y ya es muy duro vivir así. - se sinceró y me crucé de brazos divertido.

- ¿Tienes abstinencia, abuelo? - dije burlandome y el me fulminó con la mirada. - Eso es para que veas que no puedes meterte conmigo, ¿Quien es el jefe ahora, anciano?

- Si sigues burlandote voy a confiscar tus tarjetas de crédito. - dijo.

Punto débil.

- Vale, ya... - dije. - Puedo aceptar una disculpa sincera, porque para ser sincero se les ha pasado la mano. - dije serio y el asintió.

- Bien, lamento no haberte escuchado, tal vez merecias que te escuchara. - dijo y asenti.

- ¿Lo ves? No es tan difícil admitir un error, ahora ve con mamá, no hagas mucho ruido. - dije palmeando su hombro y me sonrió levemente.

Fui hasta la cocina pero alguien hizo que cayera al suelo con un saco de huesos encima de mi.

- ¡Renacuajo!¡Volviste! - dijo Alessandra encima de mi, llenando de besos mi cabello, quede como una jodida tortilla en el suelo y Ale muy cómoda encima de mi cuerpo.

- Maldita sea, Ale. - me quejé y ella se removió a propósito para que me doliese más lo que queda de mi cuerpo. - ¿Vas a matarme? Si es así convence a Emma de que sea mi esposa y dile que la amo. - dije dramático y ella rió para después quitarse de mi espalda.

O lo que queda de ella.

- ¿Como puedes pesar tanto? Joder. - dije y golpeo mi brazo.

- Debo decir que te extrañaba hasta hace cinco minutos. - dijo ella, note que estaba disfrazada de payaso.

Está loca la pobre...

Herederos.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora