Cap. 23 - Discuciones (Parte 2/2)(Maratón 3/4)

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EMMA POV.

Algunos viernes son tan aburridos.

No puedo entender como es que la gente se emociona por esto.

Después de pasar la mañana y parte de la tarde en mi habitación, bajo a la cocina por algo de comer y allí encuentro a mi madre y a mi padre hablar como siempre lo hacen.

- ¿Que hay? - saludo y voy a la nevera a ver que consigo, tomo un pack de pudin que había allí y al voltearme noto a mi padre escudriñandome con la mirada. Esto es incomodo. - ¿Que sucede? - pregunto.

- Eso puedo preguntarlo yo, Emma. ¿Que sucede? - dijo y comienzo a repasar que he hecho este último mes para entender su pregunta y sin éxito lo miro confundida.

- No se que sucede, pero sea lo sea, deja de mirarme así. Me das miedo. - dije y el rió sarcástico, mi madre también lo mira confusa al igual que yo.

- Algunas veces deberían tenerme miedo, en vez de intentar verme la cara de tonto. - dijo.

¿Y ahora que hicimos?

No lo sé.

- Yo... Iré a mi habitación. - dije evitando seguir en el asunto. No quería problemas.

- Anda... Ve. - dijo mi padre y así hice, preferí dejar de darle vueltas a su comportamiento y me centre en mi postre, en esta casa todos están locos y a veces es bueno hacer creer que también lo estas para vivir mejor.

En el camino la puerta se abre mostrándome a Robert entrar, tenia su mano enyesada y su cara reflejaba desesperación.

- ¿Estas bien? - pregunto y esta vez noto que está dolido por algo.

- Hay que hablar. - dice en un hilo de voz y yo frunzo el ceño.

- Estas preocupandome. - dije y el miro al suelo. Algo no esta bien. - Vamos a mi habitación. - dije y tomé su mano buena para llevarlo hasta mi guarida y encerrarnos allí.

- Emma, tenemos que hablar. - repite y yo me cruzo de brazos.

- Primero, necesito que me digas que sucedió con tu mano. - dije.

- Tuve un debate. - dijo. Ya entendía sus debates, se trataban de tomar decisiones difíciles y cuando el no sabia que hacer, o se sentía desesperado o enojado golpeaba cualquier cosa.

- ¿De que se trataba? - pregunté.

- Hay que terminar esto. - dijo mirándome y yo quedé perpleja. ¿Habia escuchado bien?

- Robbie...

- No podemos seguir con esto que tenemos. - dijo.

- ¿Ahora es "esto que tenemos"? ¿Cuando dejo de ser un noviazgo? - comencé a atacar con preguntas, mi pecho había dado un vuelco y estaba completamente confundida.

- Yo... Te mentí. - dijo y fruncí aun mas mi ceño.

- ¿Que? - pregunté.

- Te mentí, Emma. Yo... Solo quería una distracción. - dijo mientras pasaba su mano por su cabello.

- No logro entenderlo. - confesé.

- Yo... Solo quería... Yo quería estar bajo tus sabanas, solo eso. - dijo y mi mundo terminó de derrumbarse...

Imposible.

Por eso se ve tan angustiado. No hallaba la manera de deshacerse de mi.

- ¿Que dices? - pregunto, dándole el beneficio de la duda. Mis ojos se llenaban de lágrimas y su rostro mostraba dolor, no entiendo por qué le duele.

Herederos.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora