Cap. 2 - incomodidades.

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ALESSANDRA POV.

Estas mallas se estaban convirtiendo incomodas, mi ingle pedía auxilio y sentía mis piernas entumecidas ya sé que cuando me ofrezcan un papel para gótica o adolescente con déficit de atención no debo tomarlo. Camino para estirarlas un poco y noto algo extraño en el camino, o mejor dicho alguien. Emma estaba en el patio mirando a los chicos jugar pero cuando sigo su mirada noto que mira a Robert.

Un, conozco esa mirada.

Le gusta.

Camino hasta donde está y me siento a su lado, ella nota mi presencia y se acomoda sus gafas para seguir mirando discretamente.

- ¿Quien va ganando? - pregunto y ella titubea antes de responder.

- Eh... Mike y Andrew... - dijo y note claramente que mentía. Solo fue una mentirilla blanca.

- ¡Maldicion Erick, pasame el balón, no entiendo como podemos ser equipo! - gritó Mike y note como Emma se encogía a mi lado.

- Oops... - dije y ella rodó sus ojos.

- No me gustan los deportes. - dijo en su defensa.

- Esta claro que no, el que te gusta es mi hermano. - dije y ella abrió sus ojos exageradamente, casi se salían de su cara.

- ¿Que dices? No es cierto. - dijo sonrojándose. Otra mentirilla blanca.

- Oh vamos, no me lo niegues. - dije - No tiene nada de malo que te guste.

- Ale, yo a el no, ya no importa. - dijo.

- ¿Que sabes tu o que siente el? - pregunté.

- Es obvio, ni siquiera me mira. - dijo acomodando sus gafas.

- Emma, solo tienes que tener paciencia, además si no siente lo mismo pues él se lo pierde. - dije y ella se encogió de hombros.

- Esto es estúpido. - dijo levantándose y vi que los chicos habían dejado de jugar. Bueno, al menos intenta disimular.

Pobre pequeña.

ANDREW POV.

Estaba con Robert colocándonos la camiseta después de haber jugado y noto que Emma entra apenas terminamos de jugar, debo decirle que disimule un poco más. Noto que Robert le da una mirada rápida a donde se encontraba ella y una chispa de curiosidad me invadió.

- Es raro que haya estado aquí afuera. - dijo respondiendo a mi pregunta mental. ¿Acaso mi rostro fue muy obvio?

- Si, tal vez quiso distraerse. - dije y el encogió sus hombros. - ¿Ella te interesa? - pregunto con un tono casual y el ríe a mi pregunta.

- ¿Que? Por supuesto que no, estas loco. - bueno, al menos lo intenté.

- Solo preguntaba. - dije y él sólo se fue hasta dentro. Tengo que hablar con Emma.

Entro a casa y el olor a comida invade mis fosas nasales, camino hasta el comedor y noto a Emma ya sentada, me siento a su lado y ella me mira con una sonrisa amigable. Espero a que mamá vuelva a la cocina para aprovechar ese momento.

- Debes disimular un poco mas. - dije y tomé su atención de inmediato.

- ¿Sospecha? Dioses, Andrew, no puede ser. - dijo y yo reí ante su desesperación.

- No te preocupes, es tan idiota que no se da cuenta. - dije tranquilizandola.

- El no se puede enterar que me gusta. - dijo.

- ¿Te gusta un chico Emma? - preguntó mi madre por detrás de nosotros Emma parece asustada pero le miro para que disimule un poco.

- Que chismosa, mamá. - dije y mi madre me miro con una ceja alzada.

- No estoy siendo chismosa, solo pregunte lo que claramente oí. - dijo y note como el resto de los chicos se sentaba en la mesa.

- No tienes que saberlo todo. - dije y ella rodó sus ojos mientras terminaba de acomodar la mesa.

- ¿Que sucede? - pregunta papá entrando a la cocina seguido del tío Michael y por supuesto mi mamá no puede quedarse callada.

- A Emma le gusta un chico. - dijo y el tío Michael comenzó a escudriñar a Emma con la mirada mientras que los chicos se daban miradas cómplices.

- ¿Quien te gusta Emma? - pregunto Robert. De todas las personas que hay en la mesa ¿Él tenia que preguntar?

- Yo... Eso no importa. - dijo Emma con voz baja, ella no suele sonrojarse pero en estos momentos parecía una manzana.

- Debes de tener cuidado, los chicos de ahora solo quieren tener sexo Emma. - dijo mi madre y la mirada asesina pasó de Emma hasta ella.

- Mis hijas no tendrán sexo hasta el matrimonio. - dijo el tío Michael señalándolas con el tenedor, y Miley se ríe.

- Oye, tu no puedes evitar eso y menos cuando hay chicos calientes en el instituto. - dijo Miley tratando de desviar la atención hacia ella.

- Vuelves a decir chicos calientes y te encerraré en el sótano. - dijo el tío Michael.

- Creo que deberías hablarles de sexo. - dijo mi padre con una sonrisa vengandose de todas las veces que el tío Michael nos ha hablado de sexo a nosotros.

- No es necesario. - dijo el tío Michael.

- Creo que si, aún no hemos tenido esa charla con los chicos. - dijo la tía Emily.

- Pelirroja, no me ayudas. - dijo el tío Michael quejándose.

- Es verdad, hay que enseñarle cosas nuevas a este anciano. - dijo Mike, esto ya se puso interesante.

- Ustedes no saben en que se estan metiendo. - dijo Robert. Sabíamos el tío Michael podía ser muy crudo tanto que podía ser asqueroso algunas veces.

Pobres chicos.

EMMA POV.

Esto es demasiado incómodo.

Aunque agradezco que Miley me haya salvado el pellejo desviando la atención de mi. Al llegar a casa todos queremos huir hasta nuestras habitaciones pero la ilusión de que papá había olvidado la conversación en la cena se esfumó cuando nos llamó a todos a la sala. Mamá estaba sentada en el sofá y la cara de perversión que tenia papá era perturbadora.

- ¿Listo para aprender un poco de sexo rudo anciano? - preguntó Mike sentándose en el sofá.

- Mike, no. - dijo mi madre. Supuse que estaba allí para eso, ella estaría al pendiente de que papá modere su lenguaje.

- Ustedes van a saber lo que es el sexo sucio, mocosos. - dijo sentándose en el sofá. - Van a pedir jamás haber tenido esta conversación.

- No exageres, Michael. - dijo mi madre.

- Papá no es necesario... - intenté decir pero fue en vano.

- Vamos a hacer esto.

Dioses, ayudenme.

Herederos.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora