Efímero Amor

I

13 de Julio de 2017

Larssas, Irlanda, de camino a Waterford, Irlanda.

Patrick O' Brien no era un amante de las salidas escolares.

Sus compañeros se habían pasado toda la mañana entusiasmados por visitar la ciudad más antigua de Irlanda, Waterford, en donde se encuentran los Waterford Treasures. Harían el Epic Tour del Triángulo Viking en el que se les da acceso a los visitantes a seis monumentos nacionales. La profesora de Historia, la Srta. Pillsbury, había planeado esa excursión tiempo atrás cuando se fijaba en las notas de sus alumnos. El viaje era una manera engañosa de gratificarlos, los premiaba y de paso les enseñaba un poco de historia del país en el que vivían. Todos ganaban. Excepto Patrick, quien ya había visitado la ciudad y los monumentos con su padre Harry. El Sr. O' Brien le había dicho a su hijo que iban a Waterford en honor a su bisabuela, ya que ella era descendiente de una familia vikinga. Hay que destacar que no era que a Patrick no le interesara, sino que no hacía ninguna diferencia en su vida. Tenía bien en claro que tenía genes "vikingos", por llamarlos de una forma. Su tez era pálida, sus ojos celestes como el cielo por la tarde, su cuerpo estaba muy musculado, y no porque haya hecho algún tipo de deporte como el rugby o se haya pasado todo el verano tonificando sus brazos, piernas y abdomen, sino porque simplemente había nacido así, "grandote" (como su abuela solía llamarlo). Ahora bien, eso le ha traído buenos cumplidos y, simultáneamente, burlas de mala gana. En los primeros años de escuela solían llamarlo "El increíble Hulk", cosa que a Patrick no le molestó hasta el noveno año de secundaria, cuando Duayne, el capitán del equipo de rugby de su colegio, Sandford Park School en Larssas, colocó en su casillero una pistola de agua. Ésta en lugar de agua dispararía pintura verde y toda la cara de Patrick quedaría bañada en ese color. Esa vez, Patrick se enfadó tanto que gritó hasta que los 32 condados de Irlanda pudieran escucharlo. El causante de ese "accidente", Duayne, filmó todo lo ocurrido y lo subió a su página de Facebook titulándolo como "El Increíble Hulk: Asciende". Gracias a que unos alumnos anónimos reportaron lo ocurrido en la oficina de alumnos del colegio, Duayne fue suspendido y no pudo jugar en el partido de rugby de otoño ese año. Aún así, Patrick y Duayne se reencontraron en décimo año otra vez. Y en ese momento, estaban en el mismo autobús rumbo a Waterford.

Patrick odiaba las salidas escolares.