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13 de Julio de 2017.

New Ross, Irlanda, de camino a Waterford, Irlanda.

Vera Fitzpatrick era una amante de las salidas escolares.

Waterford quedaba a 21 km de New Ross. Esos kilómetros formaban 20 minutos de viaje en ómnibus, con sus compañeros, y su profesor de Inglés, el Sr. Ryan. La excursión era llevada a cabo en Waterford y los alumnos serían escoltados a los Waterford Treasures, donde visitarían los seis monumentos nacionales. Vera se abstenía de manifestar su excitación a los gritos. Su mejor amiga Will estaba sentada a su lado haciendo lo mismo que ella: escuchar música con el volumen a la máxima potencia. Se había descargado canciones nuevas de sus bandas favoritas. Un poco de Sleeping at Last, Kodaline y un par de The Fray. Aunque sabía que apenas tocaran las tierras de la antigua ciudad de Waterford, se sacaría los auriculares y disfrutaría del pequeño viaje. Viajar le fascinaba, y más si venía acompañado con aprendizaje. Siempre había querido visitar los Waterford Treasures, pero nunca le había alcanzado el dinero. Su madre, Elizabeth, una vez le había dado la cantidad de dinero suficiente como para ir a visitar la ciudad, pero en lugar de gastarlos en eso, los invirtió en unas nuevas carpetas y hojas escolares que le hacían falta.

-Ya podré ir, madre. Pero no necesito ir. Iré cuando realmente pueda cubrir ese lujo- le había dicho Vera a Elizabeth cuando ésta la vio llegar con bolsas de compras en las manos.

Realmente consideraba que viajar a visitar los Waterford Treasures era un lujo. Quería hacerlo, sí. Pero no lo necesitaba, y además algún día iba a poder hacerlo sin preocuparse por las cuestiones monetarias. Y lo hizo.

Luego de 20 minutos llegaron a Waterford y Vera pausó la canción que estaba siendo reproducida en su celular. Se sacó los auriculares, los acomodó en su bolsillo, y sacó de su bolso su sketchbook y una pluma de tinta negra. Todos los alumnos del St Marys Secondary bajaron del autobús y se dirigieron al primer monumento que visitarían: la Torre de Reginald.

Al entrar, los alumnos y el Sr. Ryan soltaron un "wow". Vera no reaccionó, había quedado encantada con aquel lugar, y recién era el primer monumento del Epic Tour que estaban visitando.

-Oye, me siento toda una vikinga- le comentó Will a Vera mientras observaban la estructura del lugar-. Toda una medieval.

Vera apenas la escuchó, estaba demasiado ocupada ilustrando en su sketchbook todo lo que sus ojos alcanzaban a ver. Siguió caminando por un angosto pasillo y mientras más veía más escribía.

Vera amaba las salidas escolares.

Efímero AmorWhere stories live. Discover now