Bueno, esta historia nació hace años con unos amigos, ahí nació "Alicia la prostituta" y otras historias que nunca escribí. Y aquí estoy, escribiendo su historia. Como ya escribo una historia con una protagonista llamada Alice, ese no será su nombre... Pronto lo descubrirán.
____________________________
*Narra Él*
Contaré la historia desde el principio. Un día viajando a mi trabajo en tren, puesto que como llevo un año trabajando aun no tengo un auto, la vi. Ella es la gracilidad personificada, su cabello que contrasta con su blanca piel, como fuego y nieve. Llevaba su cabello en una coleta alta, un poco floja y enmarañada, su ropa junto con sus tacones y sus largas piernas la hacen ver como si fuera una modelo. La observo todo el camino, hasta que se levanta para bajarse una parada antes de la mía, me mira fijamente y me saca una sonrisa, me sonrojo y ella sonríe de vuelta. Esto sucede una vez a la semana, un día a la semana que espero con ansias, pero nunca es el mismo día, puede ser un lunes o un viernes, un miércoles, siempre es una nueva sorpresa cuando la encuentro en el tren.
Mi padre un día por ponerme en prueba decidió darme un caso controversial, una señora acusó a una prostituta de haber matado esposo para dejarse un poco de su herencia, ya que al leer su testamento le dejo una cuarta parte de su herencia a una chica joven que nadie conocía y que investigando se dio cuenta de que era una prostituta.
No me gustaban esos casos, pero procedí a la investigación, en especial le tenía poco agrado a este caso.
*Narrador*
Llegó el día del juicio y la chica del tren estaba ahí, pero como hoy iba a ser un mal día decidió cambiar esto, decidió hablarle. Se sentó junto a ella y le sonrió.
- Hola -le dijo.
- Hola - Ella le respondió.
- Perdona por ser tan directo, pero quería hablarte.
- Oh! Mínimo eres sincero.
- Intento serlo siempre.
- Eso es un plus para ti - ella rió y el rió con ella.
Llegaron al lugar donde ella siempre bajaba del tren, ella solo miró la puerta, pero no se movió.
- ¿No vas a bajar?
- No, hoy no. Tengo... cosas que hacer.
- ¿Entonces bajarás conmigo?
- Al parecer -sonrió y se sonrojo, el pensó que se veía hermosa así.
Bajaron juntos y extrañamente fueron al mismo lugar.
- ¿Vienes a la corte? - Preguntó extrañado.
- Sí. - Dijo fría.
- Yo voy para el ala de juicios.
- Yo igual -se veía incomoda.
Llegaron a la sala donde él iba a tener un juicio. Ella iba detrás de él. Él se sentó al frente de la tribuna. Ella también. Se inicia el juicio y él no puede creerlo. Llaman a la acusada y no hay otra forma de negarlo.
Él es el abogado en contra. Ella la acusada.
_____________________
Comenten :3
¿Les gustó?
ESTÁS LEYENDO
El peor abogado
RomanceEn teoría un abogado tiene que defender a su cliente, en teoría. Que sucede si te enamoras de la persona acusada? ¿Me podría convertir en el peor abogado solo por no poder defender a mi cliente? Supongo que dirán que no sucede nada. Pero, que sucede...