Él no sabía que se iba a enamorar, pero como saberlo, ella era una completa desconocida. Él no sabía que su vida iba a cambiar, pero como saberlo, si su vida estaba completamente planeada o así lo pensaba él.
Ese día, él falló y aun hoy no sabe como lo hizo. Era el mejor abogado de su edad, graduado hace poco y sin ningún juicio perdido, hasta ese día. Él la dejó ganar, sabía que era inocente, por toda la investigación, pero nunca se había inmutado cuando enviaba inocentes a la cárcel. Pero ese día él no pensaba en lo que sucedería, no pensaba en que podía perder clientes y prestigio, no pensaba en lo que diría su padre. Solo podía pensar en ella. Cuando terminó el juicio revisó su teléfono, tenía un mensaje. "Te veo afuera, vamos por un café mientras me cuentas sobre tu nueva victoria"
Su rutina luego de los juicios era ir con Caroline por un café y contarle lo sucedido. Pero hoy no quería verla.
Salió de la sala con los gritos y sollozos de su clienta a sus espaldas, la chica del tren estaba ahí y cuando él se acercó, oyó una vos.
- Cariño!!! - la voz de Caroline.
- Oh, hola. - Caroline intentó besarlo, pero el evita el beso.
- ¿No besaras a tu novia? - Si, Caroline era su novia.
- Aquí no amor.
- Vamos!! Nunca te incomoda, ¿Que sucede hoy?
- Perdí el juicio.
- Oh Andy...! ¿Puedo hacer algo por ti? - Ella pasa un dedo de manera seductora y juguetona sobre su pecho- Tal vez si hoy fueras a mi casa y...
- No gracias así estoy bien y no me digas Andy, por favor.
- Pero, Andy!
- Andrew, ese es mi nombre.
- Lo sé, pero no entiendo porque aun insistes en eso.
- Ese es mi nombre!!
- Lo sé, pero me haces sentir como una desconocida.
Y así era, Caroline era una completa desconocida para Andrew, se conocieron en el primer año de universidad y ella se había enamorado perdidamente de él. Luego de eso empezaron a salir y pronto se hicieron novios, el padre de Andrew la adoraba, al ser un buen ejemplo para su hijo, ademas de ser la futura perfecta esposa, inteligente, hermosa, sumisa y sobre todo, muy enamorada. Algunas veces Andrew pensó que tal vez podría ser gay, nunca le habían llamado la atención las mujeres tanto como a sus amigos, él los veía hablar de algunas mujeres como si fueran algo que puedes comprar usar y botar. Su relación con Caroline fue siempre por conveniencia, ya que su padre casi que se lo exigió. No iba a negar que tenía un hermoso rostro y un cuerpo escultural y que era maravillosa en el sexo, pero Andrew sentía que le faltaba algo. Nunca se vio tan atraído por alguien como con la chica del tren, ella dejaba su garganta seca, su corazón acelerado y le costaba caminar.
- ¿De qué hablas cariño? Solo no me gusta que me llames así.
- Esta bien Andrew. Te veo luego, tengo que terminar un papeleo.
Dio media vuelta y se fue, con un aire decepcionado y un poco herido. La chica del tren estaba apoyada en la puerta, mirando fijamente a Andrew, este sin saber cómo se acerco.
- Gracias.
- No tienes nada que agradecer.
- Claro que si, ¿crees que pienso que ella era tan buena como para dejarme ganar? Por favor, se que pudiste haberme destrozado. Por cierto, mi nombre es Audrey.
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El peor abogado
Любовные романыEn teoría un abogado tiene que defender a su cliente, en teoría. Que sucede si te enamoras de la persona acusada? ¿Me podría convertir en el peor abogado solo por no poder defender a mi cliente? Supongo que dirán que no sucede nada. Pero, que sucede...