Audrey solo se congelo, no sabia que hacer, solo estaba ahí, frente al chico que le quitaba el sueño. Andrew no tuvo la valentía de besarla, así que solo se alejó. Se dio cuenta de todo lo que acababa de echar a perder, la confianza de Audrey y si su novia se daba cuenta, su relación. Apenado, le pidió disculpas a Audrey por lo sucedido. Él se sorprendió al ver el apartamento, hermoso, retro, con un ventanal que dejaba ver parte de la ciudad. Ella le señalo la mesa de la cocina y se sentaron.
- Perdona, no supe como reaccionar -dijo ella aun sonrojada.
- Perdoname a mi, solo un idiota lo haría.
- Solo un idiota sería infiel.
- Tienes razón. - Dijo pensativo y serio.
- Gracias por el café.
- Oh no, dime que no te lo tomaste ya.
- Sabes que no me gusta mentir. Amo el café, no puedo evitarlo.
- Por eso eres tan delgada, vives a punta de café y cigarrillos. Deberías de cuidarte.
- Siempre he sido así de delgada.
- Ajá, de verdad deberías de cuidarte.
- Andrew... - oh no... no podía decírselo.
- ¿Si?
- No, na... nada.
- ¿Que pasa Audrey?
- Nada.
- No me trates como un idiota, ¿que sucede?
- Nada. - Se levantó y tiro su taza de café a la basura, lavó un plato sucio en el que había comido un pedazo de pastel e intentó disimular el temblor de sus piernas.
- Dime. - No notó que Andrew estaba detrás suyo y se estremeció cuando sintió su respiración en su cuello.
- No. - Cuando se volvió, notó que había sido una mala decisión, ahora estaba a centímetros de sus labios.
- Dime. - Dijo esto acercándose cada vez más a sus labios.
- No!!! - Audrey lo esquivo de una manera olímpica, cuando lo notó, ella ya estaba al otro lado de la cocina.
- Eres lo peor.
- Lo soy, debería de estar estudiando y estoy aquí contigo.
- Perdón.
- Ya que, es un poco tarde. Debería de ponerme al día con Game of Thrones.
- ¿En donde quedaste?
- Luego de la muerte de Jofrey.
- Yo igual, ¿puedo verlo contigo?
- Claro. - Audrey conectó su laptop a la pantalla gigante que tenia en su sala de estar. Se sentaron en un sillón y se acomodaron, Audrey siempre guardando la distancia.
No iban ni siquiera por la mitad del capitulo y Audrey se había dormido. Andrew la acomodó sobre su hombro un rato. Al ver que no se despertaba, la acomodó en el sillón y la cubrió con una sabana que encontró doblada del otro lado del sillón. Empezó a cocinar la cena, a pesar de que eran casi las 10 de la noche. Encontró pasta y los demás ingredientes en la alacena. Mientras se cocinaba, puso la mesa y unas velas. Al ver todo perfecto se dispuso a despertar a Audrey, pero de camino la encontró bostezando. Ella se sorprendió al verlo, como si hubiera olvidado que estaba ahí.
- La cena esta servida. - Audrey caminó hasta la mesa y al verla abrió sus ojos con asombro.
- Gra... gracias. - Se sentaron y empezaron comer.
- No es nada, se que si no te cocinaba, no te ibas a cocinar nada.
- A veces me sorprende como me conoces.
- A veces me sorprendo a mi mismo por como te conozco.
- Oh Dios! Dime que no me dormí viendo el capitulo.
- ¿Recuerdas algo?
- No! Agh! No puede ser.
- Eso te pasa por no dormir bien en las noches.
- Sabes que el trabajo no me deja dormir bien ni de día.
- Perdón! Juro que lo olvidé.
- No pasa nada, ya quisiera yo poder olvidarlo. - Terminaron de comer y Andrew se puso de pie para lavar los platos. Audrey lo detuvo rápidamente.
- Esta es mi casa, lavo yo.
- No, tranquila.
- Ya cocinaste tú.
- No pasa nada, solo dejame.
- No.
- Dame una razón. - Dijo esto acercándose de nuevo a esos labios que lo volvían loco.
- Esta es mi casa.
- Pero yo ensucie estos platos. - Dijo acorralandola contra un mueble.
- Andrew...
- Por favor no digas nada. - Le puso un dedo en los labios.
- Andrew no, esto no está bien.
- Dime que no quieres lo mismo, niega que no quieres besarme. - Audrey solo bajó su rostro. - Dímelo!
- Andrew, dejame. - Intentó moverse, pero Andrew la tomo por las muñecas. - Sueltame, me lastimas.
- Dímelo.
- No importa lo que piense, tienes novia y eso es lo que importa. - Andrew cada vez la sujetaba más fuerte.
- Dímelo! - Empezó a besarla en el cuello de manera abusiva.
- Andrew detente! - Forcejeó hasta poder alejarse. - ¿Que te pasa?
- Perdón... me descontrole, perdón.
- No quiero volver a verte nunca. Vete de mi casa.
- Audrey, perdón. - Intentó acercarse a ella, pero ella se alejó. Se dirigió a la puerta.
- Pensé que eras diferente.
Solo oyó como se cerraba la puerta. Esa noche, no durmió. De hecho no durmió por casi 3 días. Nunca confiaba en los hombres, Andrew fue el primero en el que confió luego de mucho tiempo y quería lo mismo que todos los demás.
3 días después
[¿Puedo ir a dejarte tu ropa?]
[ Claro pequeña, cuando quieras]
[¿Puedo llegar esta noche?]
[Claro :) ]
[Ok ok :) ]
Audrey fue esa noche a casa de Caroline, tocó el timbre. Tenía la mirada puesta en el piso, por lo que al abrir la puerta, vio unos zapatos de hombre, temiendo lo peor, subió su mirada. Esos labios que sostenían un cigarrillo la recibieron.
Hola :)
Gracias por leer, comenten que les pareció.
Perdón por no subir capitulo todas las semanas, pero a veces me queda difícil.
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El peor abogado
RomanceEn teoría un abogado tiene que defender a su cliente, en teoría. Que sucede si te enamoras de la persona acusada? ¿Me podría convertir en el peor abogado solo por no poder defender a mi cliente? Supongo que dirán que no sucede nada. Pero, que sucede...