El peor abogado

Hoy (no) es el día

Esa noche Audrey corrió, llegó a su apartamento y empezó a empacar. Pero entre la vergüenza, el enojo y todas sus emociones combinadas, no pudo terminar, esto más su abstinencia la destruyeron. Se había mantenido limpia de cocaína por unos días y lo que había comprado terminó en el piso de Caroline. Cada vez que comenzaba su abstinencia recaía en su depresión odiaba su vida, su "trabajo", odiaba no poder acercarse a personas nuevas porque siempre terminaba alejándolos. No era justo. Así que esa noche iba a acabar con todo, no logró contactar a su dealer hasta la siguiente mañana, consiguió unas cuantas pastillas, ni siquiera preguntó que eran, solo le pidió que acabaran rápidamente con ella. Las miraba con duda, como si se fuera a echar para atrás pero ya había tomado su decision. Hoy era el día. Puso de fondo a su banda favorita y tomó un vaso con agua mientras cada una de sus pastillas pasaban por su garganta. Empezó a recordar, cada una de esas asquerosas manos que la tocaron, cada vez que su integridad había sido violentada, como cuando aun luego de bañarse se sentía sucia. Pronto empezó a perder el sentido y lo ultimo que escuchó fue su nombre.

Lavaron su estomago, alguien la había llevado al hospital, despertó sola, en aquella fría habitación. Unos minutos después, llena de confusión, sus ojos se encontraron con los de Andrew. Esa mañana, Caroline había ido a despertarla y al no encontrarla, Andrew se alteró y salió a buscarla. Tras llamar a su teléfono y oírlo dentro del apartamento, llamaron al encargado del edificio y este les tuvo que abrir.

Hoy (no) era el día.