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Abrí los ojos lentamente al sentir un pequeño ruido en mi ventana. Me tapé la cabeza con la sábana, acomodándome, pero el ruido era constante. Me levanté con enojo y me acerque a la ventana, abriéndola.

-¿Quien mierda e-? ¡Auch!-me quejé al sentir una pequeña piedrita golpear mi frente.

-¡Lo siento Zabdilucho!-gritó Joel votando todas las piedras que tenía en mano.

-¡Idiota, pudiste haber roto mi ventana! ¿¡Por que no golpeaste la puerta!?

-¡Pero no lo hice!-rió-, y de seguro tus padres han de estar durmiendo. Venga, Zabdiel, vayamos por un helado.

-¡Pero si hace frío!

-¿Y?

-Ash...en un rato salgo.

Cerré la ventana y al abrir mi closet pude apreciar toda mi ropa de verano. Demonios...¿en serio tenía que hacer frío justo ahora? Busqué entre toda mi ropa y saqué el único poleron que tenía con unos jeans largos y par de botas.

***

-¡Zabdiel! ¿Por que no sales por la puerta?

Cerré la venta y empecé a caminar cuidadosamente por el techo.

-La puerta chilla mucho, y mis padres no me han de dejar salir...por cierto, ¿que hora es?

-Las 8:00 am.

-¿¡Las 8 que!?

En una de esas pisé mal y resbalé del techo. Me deslice de este y cuando estuve a punto de caer, me agarré del filo con fuerza. Miré por el hombro a Joel y este se había cubrido los ojos.

-¿Podrías ser tan amable de ayudarme, joven Pimentel?

-Oh...jejeje, lo siento.

El mexicano se acerco y unió sus manos. Puse un pie en ellas y bajé, tocando por fin el suelo.

-Tu nunca has escapado por la ventana...¿de donde aprendiste eso? ¿De Christopher?-preguntó mi amigo acomodando su bufanda.

-Eres un idiota...¿Por que mierda has venido a buscarme a las 8:00 am?

-No pude dormir, ¿bien? Además, quería aprovechar la mañana fría...amo los días así-sonrió exhalando aire.

-Hace un frío horrible, y lo peor es que quieres que vayamos por un helado.

-Si quietes vayamos a comer churros. Aprovechas de tomar un café y yo pido helado...yo invito-agrandó su sonrisa.

Rodé los ojos y comenzamos a caminar.

***

Mientras esperábamos que trajeran los pedidos, Joel había comenzado a retarme.

-¡Eres un mal amigo!-gritó. Por suerte a esta hora de la mañana y en un día domingo no había mucha gente aquí.-¡Me dejaste sólo con el chico que me gusta!

-¡Oh vamos Joel! ¡No era para tanto! Además, yo sobraba ahí, estaba puro tocando el violín.

-¡Pues debiste seguir tocando!

Dejame En Paz ||•Chrisdiel•|| (PAUSADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora