Iba bajando la gigantesca loma con las manos en los bolsillos de mis pantalones. El frío se había hecho más intenso y mi cuerpo tiritaba. Eran las 6:00 pm y pues, no me sorprendiera que mi madre no se haya dado cuenta que salí todo el día sin siquiera avisarle.
—Un chocolate caliente, por favor.
Aproveché de ir a un puesto de leche de chocolate que se encontraba a unas cuadras de mi casa. El señor me la sirvió en un vasito blanco y sonreí, dejándole un billete.
—Quedese con el cambio—insistí—que tenga una linda tarde.
Camine un poco más y llegue a una pequeña plaza. Al fondo en una vieja banca, se encontraba Christopher, alimentando a las palomas con migas de pan.
—¿Que esas cosas no hacen los viejitos?—dije burlonamente, tomándolo por sorpresa.
El ecuatoriano del susto, se levantó rápidamente de la silla, espantando accidentalmente a unas palomas.
—¡M-me asustaste!—gritó con algo de enojo.
Reí. Golpeó suavemente mi hombro y se cruzó de brazos sosteniendo la bolsa con migas de pan.
—No lo hacen sólo los viejitos—dijo Christopher volviendo a sentarse en la banca—cuando los niños se aburren también alimentan a las palomas.
Negué con una sonrisa y me senté a su lado, bebiendo de mi chocolate caliente.
—Chris...dime algo—hablé despegando el vaso de mis labios.
—Algo—rió. Admito que también quise reír, pero me quede serio. Al notar como estaba, su sonrisa disminuyó y se calló.
—Los chicos...los que te molestan...¿existen o mentiste para ocultar el por qué de tus golpes?
El ecuatoriano bajó la mirada y mordió su labio.
—¿Por que habría de mentirte?—preguntó en un casi susurro.
—No lo se, dimelo tu—dije volviendo a beber la leche.
Suspiró.
—Zabdiel...donde yo vivo es peligroso. Siempre van a haber personas queriendo dañar a otras inconscientemente.
—Chris...se que...ash, tal ves suene raro...pero recordé perfectamente cuando fui a dejarte cerca de tu casa...entiendo que por donde vives no sea muy lindo y todo, pero después de la fiesta, Joel y yo los...seguimos. A Erick y a ti...
Se puso pálido rápidamente y se atoró con saliva. Dejó caer la bolsa con migas de pan y rápidamente aparecieron más palomas, peleándose por la comida.
—Y misteriosamente nunca vi a esos chicos. No vi a nadie. Las calles estaban tranquilas, pero no vi a gente mala o flaite...
—¡P-pero Zabdiel! ¡No puedes invadir mi privacidad de esa forma!—gritó estrujando su largo cabello.
—¡Lo sé lo sé! Pero por favor, Chris. Necesito saber más de ti, necesito cuidarte, protegerte...
Sus mejillas enrojecieron rápidamente. Lo había pillado.
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Dejame En Paz ||•Chrisdiel•|| (PAUSADA)
Fanfiction-¿Quieres ir un rato al cine? -no -Entiendo...¿vamos por helados? -no -Con que no...umh...¿Que te gusta hacer? -que te importa -ya ya- sonrió el ecuatoriano- estas en tus días, entiendo -¡Ash!, ¿Podrias dejarme en paz?- pidió Zabdiel enojado #824 Jo...