Labios de bicho podrido.

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Pasó un mes después de que en aquella heladería confesáramos que estamos enamorados, no pude sentirme mejor, aunque es un poco agobiante la universidad, a su lado todo es mas llevadero.

A Drew no lo he visto más desde aquella vez a fuera de mi apartamento y agradezco al cielo que sea así, es como un mal recordatorio de lo estúpida que fui en el pasado.

Es un recuerdo un tanto desagradable pero que ya no tiene el mismo efecto en mi vida.

Voy caminando tranquilamente por el pasillo para ir a mi casillero y me encuentro a Drew hablando con Alicia, esto no me gusta nada, son dos alimañas hablando, sanguijuelas buscando a quien pegarse le.

Les pase a un lado importándome poco su presencia pero lo que vi mas adelante no me gusto mas bien me desagrado, es como un golpe en el estomago.

Frente al salón esta una de las arpías amigas de Alicia besando a Nathan, no dejo que las lágrimas salgan y les paso a un lado, es doloroso ver como te engañan en tus propias narices, presenciar aquello hizo que mi estomago se volviera loco y me comenzara a dar dolor.

Pasé todo el día ignorando a Nathan, sé que con eso no lograría nada pero no lo quería ver a la cara.

Pasé a su lado azorada por salir de ahí, no puedo sacarme de la cabeza el como esa víbora tenia sus labios presionados contra los de mi novio.

Apresure el paso para que el no me alcanzara pero es imposible el corrió y yo no estoy en condición de hacer eso, que suerte la mía.

—Esmeralda...—— y yo que pensé que no podía ser mas irresistible, no entiendo porque tiene que decir mi nombre, es como si supiera la manera en la que me siento al sus labios pronunciarlo.—¿Que tienes?

—¿Esto es una broma? como si no supieras porque estoy así—— nuestras miradas conectaron y supe que no esta mintiendo, que de verdad no sabe de que estoy hablando.——te vi Nathan, vi como esa arpía y tú —— lo señale—— se besaban.

Se quedo callado y eso basto para que yo me fuera de ahí, no iba aguantar eso pero no me pude mover ni un ápice de distancia, con la misma que me voltee él me agarro del brazo y me volteo pegandome a su pecho y estampando sus labios en los mios.

Mis sentidos se nublaron y deje que me besara, se siente tan delicioso, tan suave, tan tierno. Hilando un momento de cordura me abofeteé mentalmente y me separe de golpe de él dándome la vuelta y empezando a caminar, entonces sentí como me agarro y me cargo en su hombro como costal de papas.

—¡Sueltame! ¡Nathan!—— sabia que así gritara no me iba a bajar, seria como una lucha en la que yo me quedaba ronca.

Me metió en el auto y puso el cinturón, trate de salir pero había trancado las puertas con seguro, se monto él y arranco.

Todo quedo en silencio, ninguno decía nada y así esta bien no quería enfrentarlo en este momento, me quede viendo su rostro detallando cada parte de él, baje a sus labios y me quede embobada por esos carnosos y apetecibles labios bien delineados que sin duda llamarían a cualquiera, baje cuidadosamente mi mirada lascivamente a su ancho y bien formado pecho, me puse colorada al ver que me está observando.

Yo aparté la mirada y la fijé en el exterior, es sorprendente como te tranquilizas con tan solo ver ese maravilloso cielo adornado por esas nubes blancas, como si fueran el uno para el otro, como si así, juntos mostraran que como el cielo y las nubes son uno, así tiene que ser una pareja.

Me perdí en mis cavilaciones mientras el conducía, enfoque bien lo que venia en frente de nosotros y vi la playa, no dije nada para que no se notara mi entusiasmo.

Aparcó y yo me bajé sin darle chance de nada, comencé a caminar por la arena mientras arrastraba los pies y está se levantaba, él se unió a mi caminata en total silencio.

Pasaron aproximadamente diez minutos cuando hable.

—¿Por qué? Solo quiero saber ¿Por qué lo hiciste?—— su cara refleja tranquilidad y eso no me gusta, temo que me diga "porque me cansé de tí" "porque no me conformo con una" o "porque no eres suficiente para mí" estoy aterrada.

—Yo no la bese——lo miré—— yo iba caminando por el pasillo cuando vi a Drew, Alicia y Grace hablando al frente de los casilleros——así que él también los vio ——no les di importancia y seguí, me detuve a un lado de la puerta a esperarte y Grace se me paro en frente pero yo no le preste atención y entonces se abalanzó sobre mi empujando sus labios a los mios haciendo que estos chocaran con mis dientes y sangrara——que alimaña——traté de separarme de ella pero parecía un bicho y me dio nauseas y le vomite en los labios.

¡Iugh!

¡JA! por alimaña.

No pude evitar reírme, se lo merece.

Lo miré seria después de unos minutos, sé que dice la verdad he aprendido a leer sus expresiones en este tiempo juntos.

Me acerqué lentamente a él, pase mis brazos alrededor de su cuello y lo acerqué a mi——Se le ocurre otra vez posar sus asquerosos labios de bicho podrido en los de mi novio y la dejo sin extensiones.——le di un beso y el sonrio.

Él envolvió sus brazos alrededor de mi cintura y acerco su boca a mi oído lo que provoco un escalofrío en todo mi cuerpo——te aseguro que no  dejare ni que se me acerque y si lo hace, ya se que no soporto a los bichos y le volveré a vomitar encima——me dio un suave beso para luego mirarnos sin apartarnos el uno del otro y nos besamos una y otra vez, yo enrede mis piernas en sus caderas y nos volvimos a besar.

Sorprendiendome salio corriendo conmigo a cuestas hasta la orilla de la playa, me baje y comenzamos a salpicar nos de agua jugando como niños.

***

Estoy sentada en la ventana de mi habitación viendo como las estrellas brillaban en el profundo cielo y la luna alumbraba a la oscura noche en todo su apogeo.

Me sentí infinitamente feliz en estos últimos meses y pensar que tengo que regresar a mi casa por las festividades navideñas me da retorcijones de estómago al darme cuenta que tengo que dejar a Marifer y sobretodo a Nathan.

Mi celular suena y me lanzo a él pensando que son de él pero no, son dos mensajes de números desconocidos.

Dudo en abrirlos pero lo hago, ahogo un sollozo al ver el primer mensaje.

Abro el otro y es lo mismo, mis manos sudan, mi respiración se acelera y siento que voy a colapsar.

El celular cae al suelo por mis manos temblorosas y lágrimas caen por mis mejillas sin permiso, entonces comienzo a sollozar y Marifer abre la puerta de golpe, me ve llorando y se espanta.

Agarra el celular al verlo en el suelo y me mira.

Me siento traicionada.

Es que solo a una estúpida como yo le pasa esto dos veces.

***

Intentando Olvidarte [IO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora