-¿Qué diablos llevas en la cabeza? -preguntó Valentina Zenere tras apretar el botón para llamar al ascensor de servicio.
-Es para que no me caiga polvo en el pelo -contestó Karol llevándose una mano al pañuelo de flores.
-¿Y desde cuándo eres tan puntillosa? - Karol suspiró y decidió ser sincera con la buena mujer:
-Hay un tipo que suele quedarse a trabajar hasta tarde en mi planta y... bueno... es...
-¿Se hace notar demasiado? -volvió a preguntar Vale sin sorprenderse, con un gesto de desaprobación.
Karol podía atraer la atención de los hombres en cualquier circunstancia. Era menudita y esbelta, joven, con un cabello de un castaño que brillaba y ojos verdes enmarcados por inesperadas cejas y pestañas negras
-Apuesto a que está convencido de que con una humilde mujer del servicio de limpieza como tú es cosa hecha. ¿Es joven o viejo?
-Joven-contestó Karol dejando que Vale pasara delante en el ascensor-.Y te aseguro que está acabando con mi paciencia. He estado pensando en contárselo al supervisor.
-No, hagas lo que hagas no lo hagas oficial, Karol- se apresuró a recomendar Vale con una mueca -.Si ese cerdo trabaja hasta tarde es que es una persona importante. Y seamos sinceros, Karol de ti pueden prescindir mucho más que de cualquier ejecutivo.
-¿Acaso crees que no lo sé? Seguimos viviendo en un mundo de hombres.
-Pues ese tipo debe de ser bastante insistente cuando está acabando con tu paciencia...Escucha, haz tú mi planta esta noche y yo haré la tuya. Así por lo menos te tomas un respiro. Quizá más adelante alguien quiera cambiar definitivamente de planta contigo.
-Pero no tengo permiso para subir a limpiar la última planta -le recordó Karol.
-¡Va, no te apures por eso! -exclamó Valentina sin darle importancia-. ¿Para qué va a necesitar nadie un permiso especial para abrillantar un suelo y vaciar una papelera? Ahora, eso sí, si el agente de seguridad se da una vuelta justo cuando estás tú apártate de su vista. Si puedes, claro. Algunos de esos sujetos serían capaces de incluirnos en su informe. Y no te atrevas a traspasar la puerta doble que hay de frente. Es la oficina del señor Pasquarelli, y está prohibido entrar allí, ¿de acuerdo? – Karol sonrió agradecida mientras Vale empujaba el carrito con los utensilios de limpieza para salir a la planta que normalmente limpiaba ella.
-Aprecio mucho tu gesto, Vale. Karol nunca había estado en la planta superior del edificio Pasquarelli Intemational. Al salir del ascensor de servicio se dio cuenta de que era distinta de las plantas inferiores. Nada más dar la vuelta a la esquina vio, a su derecha, una lujosa y enorme área de recepción. Más allá de ella todas las luces estaban apagadas, pero a pesar de todo pudo ver una impresionante pareja de puertas en la penumbra.
Sin embargo, al mirar a la izquierda, al fondo del corredor había otra pareja de puertas idénticas. Karoo hizo una mueca y supuso que la parte en penumbra, más cercana a recepción, albergaba la oficina prohibida. Decidió comenzar a trabajar por el fondo para ir acercándose al ascensor y se relajó. Estaba encantada con la idea de que Ricky Bolton no fuera a interrumpirla aquella noche con sus monsergas.
Llevaba unas zapatillas de lona que no hacían ruido. Abrió la puerta doble y cruzó toda la habitación para vaciar la papelera. Entonces se dio cuenta de que la oficina contigua estaba ocupada. La puerta estaba entornada, y de ella salían inequívocas voces masculinas.
Por lo general en un caso como aquél, Karol hubiera anunciado su presencia, pero tras la advertencia de Vale decidió que era más inteligente retirarse en silencio. Lo último que deseaba era causarle problemas a su compañera. Justo cuando estaba a punto de salir escuchó pisadas que se acercaban por el corredor desde la zona de recepción. Aquello le produjo casi un ataque al corazón.
Sin pensar siquiera en lo que hacía se escondió detrás de una de las dos puertas. El corazón le latía acelerado. Las pisadas fueron acercándose, y de pronto se detuvieron justo al lado de la otra puerta. Karol contuvo la respiración. En aquel silencio pudo escuchar palabra por palabra la conversación que aquellas dos voces masculinas mantenían en la oficina contigua:
- ... así que mientras yo siga fingiendo que me interesa comprar Danson Components la Palco Technic se mantendrá igual -murmuraba una voz satisfecha-, pero en cuanto se abra la bolsa el miércoles por la mañana moveré pieza.
Karol escuchó cómo el intruso, cuyas pisadas había oído, contenía el aliento. Era una estúpida. ¿En qué diablos había estado pensando? El carrito con los utensilios de limpieza estaba fuera, delante de la puerta, como prueba evidente de su presencia.
Sin embargo el intruso ni avanzó ni entró en la habitación. Para sorpresa y alivio de Karol volvió sobre sus pasos por el corredor con mucha más cautela de la que había entrado. Karol volvió a respirar de nuevo. Estaba saliendo de su escondrijo, de puntillas, cuando la puerta de la oficina contigua se abrió apareciendo un hombre tremendamente alto de aspecto alarmante. Karol se quedó helada, se ruborizó y abrió inmensamente los ojos verdes. Unos ojos marrones la miraron desafiantes y agresivos
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Holiii aquí el primer cap espero que les guste la novela l@s quiero no se olviden de votar, comentar y seguirme besos😘 ~fefa~
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por un error
FanfictionKarol trabaja durante el día en una librería cuyo propietario es un hombre mayor que quiere retirarse. Ella desearía comprar la tienda y para eso, por las noches trabaja como señora de la limpieza en una gran empresa: Pasquarelli. Allí hay un emplea...