Elena

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El hombre con el que me había encontrado en el basural logra alcanzar me, agitado con el sudor bajando por su frente, me mira... mis zapatos ya habían caído y yo estoy parada al borde del puente, solo quiero dejar de sentir sus asquerosas manos sobre mi cuerpo, dejar de recordar una y otra vez todo, todo lo que pasó...

- por favor... deténgase.- pide... agachándose para respirar mejor, que ¿es lo que podría querer de mí? Por que la gente no puede entender que necesito que me dejen en paz.

- alejese, esto no es su asunto.- grito, mi pierna tiembla.

- señorita su vida vale mucho más de lo que imagina.- Dice tendiéndome su mano, mentira... que puede saber él de cuanto vale mi vida, no puede valer nada, no cuando me convirtieron en un cuerpo putrefacto, ya no valgo ni el 10 % de lo que valía antes.

- ya no más... ¡no! Mi vida ya no vale absolutamente ¡¡¡nada!!! - gritó quedándome sin aire.

- por favor, piense en su familia...- pide tratando de acercarse pero me llevó el vidrio que tenia en mis manos a la muñeca.

- ¡¡¡aléjese!!! - gritó temblando, siento como el viento me congela... los brazos cuando pasa haciendo que no cabello se ondee...

- escúchame, ya he presenciado muchos suicidios, de chicas que por algún motivo terminaron en este mismo puente, con su misma mirada temerosa, hay algo que ustedes no saben y es que todo se puede superar, quedarán cicatrices, pero serán personas nuevas y las cicatrices serán sólo parte de lo que...

- Cállese... ¡¡¡Cállese!!! No le pedí un maldito discurso - grite presionando más el vidrio en mi antebrazo; mirando hacia abajo, agua helada me esperaba, se veía tan profundo, tan vacío, como yo... me arrepentí de inmediatamente por hablarle así, ni siquiera lo conozco, sentí la necesidad de disculparme hasta que se adelantó a hablar y entonces estalle.

- ya llamé a la policía, ellos podrán orientarnos mejor, sólo calmese... Cerré mis ojos con fuerza, moví me cabeza de un lado a otro negando, no, no, no...

- ¡¡¡Nooo!!! - le grite cerrando mis ojos con fuerza una vez mas... sumergiéndome en las imágenes que estaban allí atormentándome.

su boca, su asquerosa boca está sobre mí... dejando su baba por todo mi cuerpo, como un perro orinando un árbol para dejar, luca rompe mi vestido con una navaja.. mientras me remuevo e intento zafarme del agarre del otro tipo, inútilmente por que me tienen amarrada de manos con su cinturón y amordazada con la corbata de Lucas, el otro hombre suelta una carcajada... y entonces lo reconozco... ¡me atacó en el callejón! Pero Caín había estado allí para salvarme ¿dónde esta ahora?

TRAGICDonde viven las historias. Descúbrelo ahora