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Había pasado un día desde que el grupo había regresado a Seúl, dejando a Taehyung y Haneul en la casa de Jungkook y dejando que los dos resolvieran el lío que tenían entre ellos.

Jungkook sabía que él y Taehyung necesitaban hablar, pero decidió posponer cualquier discusión seria después de que Taehyung descansara y se recuperara de su herida. Así que, guió a Taehyung y al cachorro a una de sus habitaciones y los dejó estar, eligiendo dormir todo lo que pudo antes de poder enfrentar a Taehyung.

Cuando se despertó más tarde ese día, se sintió rejuvenecido. Se tomó un minuto para estirar sus brazos, sintiendo sus bíceps desenredando su tensión mientras su espalda se retorcía satisfactoriamente. Se levantó y salió de su habitación, siguiendo el camino del corredor hacia abajo.

Pasó por la habitación de Taehyung y Haneul y se asomó por la puerta abierta. Taehyung todavía estaba profundamente dormido, acostado de lado y de cara a la puerta. Sus brazos estaban sobre él. Su torso estaba atado cuidadosamente con vendas. Jungkook miró profundamente a Taehyung en su sueño pacífico, y algo sobre el omega en ese momento capturó aún más el corazón de Jungkook. Se quedó allí, inmóvil como una piedra, mirando.

«Lo amo tanto», pensó para sí mismo mientras sus ojos recorrían las delgadas y finas facciones del chico. «Él es tan malditamente hermoso.»

Jungkook se apoyó contra la puerta, pensando en el día de ayer, cuando Taehyung le suplicó que buscara a su hijo. A pesar de la apariencia extraña y abrumadora del omega, también había una fuerza humana casi palpable en él. Jungkook lo había visto con la cara pálida, angustiado, y sin embargo era evidente que estaba haciendo todo lo posible para mantenerse unido, probablemente por el bien de su hijo.

Hablando del cual...

¿Dónde demonios estaba Haneul?

El corazón de Jungkook saltó a su garganta mientras escaneaba frenéticamente la habitación, tratando de ver al pequeño cachorro: ¿estaba escondido debajo de la cama? ¿Estaba debajo de la mesa en la esquina? Pero el niño no estaba a la vista.

Jungkook reflexionó brevemente sobre la opción de despertar a Taehyung, pero cuando se dio cuenta de que el omega probablemente sería enviado a una espiral de pánico no deseado, decidió no hacerlo. Después de todo, Haneul no podría haber vagado fuera de la casa. Jungkook podría encontrarlo y devolverlo antes de que Taehyung se despertara.

Dejó atrás a Taehyung y corrió por el pasillo, mirando a cada puerta que pasaba para comprobar si Haneul estaba en la habitación. Rápidamente llegó al final del camino, donde estaba la sala de estar, y sintió alivio en el instante en que pisó allí. Allí estaba Haneul, en su forma humana con un body, vagando con pies torpes.

El niño tenía el pelo castaño oscuro del mismo color que Taehyung. De hecho, casi todas las facciones eran idénticas a las de su padre. Tenía la misma nariz de botón, los mismos ojos avellana brillantes. Pero tenía las mejillas algo regordetas y una pancita felizmente llenita, parecía una versión más pequeña de su padre omega.

El niño aún no había notado la llegada de Jungkook. Haneul lo estaba pasando en grande tratando de alcanzar el control remoto sobre la mesa de café, sus pequeños bracitos extendidos hacia él.

Mientras miraba al niño enfocándose en su presa, Jungkook sintió que rompía en una sonrisa.

Observó como Haneul aplaudía con las manos antes de volver a tender la mano. Falló, por un margen bastante grande, y tropezó, cayendo.

Tú perteneces al lado mío Ω KookVDonde viven las historias. Descúbrelo ahora