***Lágrimas***

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Frase: Mi primera vez fue a la fuerza.


Mi vida es muy tranquila, a excepción de las peleas continuas que tengo

con mi mamá, cree que soy lesbiana.

Todos los días me levanto temprano y hago lo mismo: me baño, me visto, desayuno, termino de empacar maleta, me despido de mi mamá, recibo su bendición y salgo a esperar la ruta del colegio. Al llegar al colegio, subo siempre escuchando música por las escaleras centrales, a decir verdad, odio las niñas de mi colegio, todas desean llamar la atención... todas menos mis amigas cercanas, pero sobre todo Laura, mi mejor amiga, tiene una vida algo sufrida.

Me aburre estar en el salón entre clases, no disfruto mucho cuando el profesor habla, pero por lo menos puedo participar. En descansos juego baloncesto con Tatiana y el grupo del colegio, pero mi cabeza la verdad solo piensa en que llegue el último timbre, subirme a la ruta y reírme junto al profesor de ingles y la monitora.

Me despido del conductor y los demás profesores, saludo a los celadores hablan de la correspondencia, la verdad no me interesa les digo que mi mamá las recogerá luego y sigo, con mis llaves abro la puerta, dejo mi maleta, voy al baño, me lavo las manos antes de salir, me quito la falda y me acuesto en mi cama, pongo música y cierro los ojos.

Siento su mano en mi boca e inmediatamente se sienta a horcajadas sobre mí, me quita la respiración de la fuerza con la que se sienta. Abro mis ojos, veo como saca la cuerda y amarra mis manos a la cabecera de mi cama, pone una media en mi boca y detiene la fuerza que hace mi lengua con una de mis bufandas. Baja a mis pies y los amarra a las patas de la cama. Rompe mis pantaloncillos dejando ver mi panty. Sube mi camisa hasta mis codos, cubriendo mis ojos.

-Usas mucha ropa, que fastidio- dice con desanimo, supongo, al ver mi esqueleto, usa sus tijeras nuevamente y pone sus manos en mis pechos- me había contado que tenías grandes pechos, pero no creí que tanto- ¿Le habían contado? ¿Quién? Me escurren las lagrimas cuando usa por tercera vez sus tijeras con mis pantys.

Intento soltarme con todas las fuerzas, me pega en mi sexo- quieta o te ahogo hasta dejarte inconsciente- sus palabras me dejan sin respiración, hasta que siento como se introduce en mí a la fuerza y no puedo evitar gritar, pero tengo la certeza que ningún vecino me escucha.

Parece una eternidad de tiempo, duele demasiado, había escuchado que la primera vez era el mejor momento de una mujer, pero solo puedo sentir como me pega con fuerza y el sonido incomodo que hace al embestirme - ¡Vente ya, zorra! - ¿Venirme? Siento ganas de morirme y... si mejor dejo que me ahogue para no ser consciente de lo que hace conmigo, alejo ese pensamiento de mi mente, siento como mi cuerpo se pone tenso y hace fuerza, pero, cuando lo hago, no logro contener las lagrimas y la necesidad de soltarme.

-Casi que no perra, ahora yo- escucho un rugido y me lastima con sus manos al agarrarme con fuerza. -Nadie te va a creer si lo cuentas- dice mientras me ahoga con sus grandes manos, intento soltarme con todas mis fuerzas, recuerdo su risa y su cara que hasta ese punto deseaba olvidar...

Quiero moverme, pero ahora es mi cerebro el que me impide hacerlo. Justo después de despertar, no puedo evitar llorar fuerte mientras quito la bufanda y la media de mi boca. Me duele mi sexo, mis brazos y mis piernas. Me quito mi camisa del colegio, me paro como puedo y me dirijo al baño para bañarme, pienso en contarle a mi mamá, pero la verdad es que, con la situación actual, dudo que vaya a creer que un hombre entro a la casa. Además ¿Quién le dio las llaves de la casa? Voy a la puerta pongo el pasador, me dirijo a mi cama, pongo mi lista de metal sinfónico y entre sollozos me pierdo los brazos de Morfeo.

Me levanta el alto de la música, veo la pantalla ¡Carajo!, mi mamá salgo corriendo del cuarto quito el pasador y abro la puerta.

- ¿Por qué carajos cierras la puerta con pasador? - me escurren las lágrimas y me pego a mi mamá- ¿Qué pasó? ¿Tuviste una mala nota? -

-Mamá- pienso las palabras, pero no encuentro las adecuadas- un señor entró a la casa y me violó.

- ¡Alicia! Con eso no se juega, dime ¿Con que llaves entró? La puerta no parece que hubiera sido forzada- Mira mis ojos con ira- Eso es lo que sueña por escuchar esa música que solo perturba el sueño-

Tenía razón, nadie me iba a creer- Si, debió ser solo una pesadilla- suspiro y me voy a hacer tareas.

Pasaron los días, las peleas continuaron, las noches con mis ojos húmedos aumentaron, las pesadillas con su rostro siguieron estando. Hasta que ella mostró sus garras...

Peleamos por laura y en medio de la ira dijo- nos vamos para donde él, por eso le pagué para que te hiciera una mujer de verdad- quedé inmóvil -por eso le di mis llaves, para que entrara en silencio y te hiciera ver lo que es tener un hombre adentro, jamás una mujer te hará sentir eso- sentí mi cuerpo erizado, mi alma aterrorizada - Entiende Alicia, no serás lo que tú deseas... Seré yo la que decida tu vida- en ese momento quede sin habla y sin aliento. No deje de pelear, pero ahora ella me transportaba a un lugar frío y oscuro donde se encontraba aquel hombre.

Aquel hombre que arrebató mi virginidad.

*Agradezco cualquier comentario

VirginidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora