Sumisa

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Frase: La perdí con Mi Ama

Lo mejor de ir a una fiesta es poder lucir mis piernas y esta noche me olvidaré del estúpido que me dejó. Isa, mi mejor amiga, me dice que use los vestidos negro porque son los que mejor me quedan, sin embargo, los rojos son los que me hacen brillar.

Me puse un vestido rojo con brillos color plata, unos tacones y un bolso que van a juego con el vestido, lo único que va distinto es mi gabán, que es de color negro. Isa decidió ponerse un vestido negro con blanco que acentúa sus pechos, su mejor atributo, con unos tacones y un blazzer negro. Por último, pero no menos importante un bolso blanco nácar. Con estos atuendos estamos listas para la rumba de esta noche.

Nos reunimos con unos amigos, somos más chicas que chicos, así que entramos a Conde, un bar que pone música variada. Empezamos la noche, con unas rondas de licor y nos unimos a otro grupo que tiene, por el contrario nuestro, más chicos. Juntamos las cuentas de trago y decidimos conocernos con juegos para romper el hielo.

En el otro grupo hay una chica que destaca de los demás, es alta, calculo que mide 175 cm, tiene un pantalón negro estrecho en las piernas y ancho en las caderas, una camisa blanca que apenas deja ver su pecho, pero aún ocultándolo se nota que es grande, unas zapatillas de charol negras con una decoración blanca. Cabello liso, tez blanca, espalda ancha pero femenina, pechos y cola proporcionarles, cintura pequeña.

Me tocó bailar con ella, justo con un reggaetón lento. Jamás había sentido mi entrepierna caliente... Bueno, solo con Simón.... No es tiempo de pensar en él Camila!

-¡Perdón! No quería pisarte- Mierda!
-Tranquila, no te disculpes- me mira a los ojos y me siento desnuda frente a su mirada- Solo... Intenta no pensar en él, si te hizo llorar... No te merece- Quedo congelada mirándola ¿cómo carajos sabe ella de mi relación con Simón? -No te asustes, es tu cara- ¿Mi cara? Acaso que tiene mi cara! -Cara de despechada- aclara con una sonrisa.

Termina el juego y empezamos a bailar, sin embargo antes de salir a bailar con algún chico, me dirijo al baño... Mierda! Tendré que dejar de tomar -disculpa, no estaba...- me interrumpe -Mirando, lo sé.... En serio, no te disculpes conmigo, me dan ganas de- me vuelve a desnudar su mirada- me molesta un poco- corrige. Continúo hacia mi destino, sin mirarla de nuevo, porque estoy segura que notó lo roja que estaba.

Luego de un rato bailando, Isa me lleva al baño... Mientras eso, me retoco el maquillaje y en menos de nada torpe! No te cansas de hacer estupideces? Recojo mi maquillaje del suelo veo que una chica me ayuda -Ay! Qué vergüenza, qué pena- cuando terminamos de recoger le agradezco sin fijarme en su cara. Siento su mano en mi muñeca, volteo mi mirada y me fuerza a entrar a la letrina -No te disculpes más- dice ella con una mirada sería, sí, la misma chica de antes-Así que estas excitada- dice con una sonrisa mientras su mano derecha está en mi boca y su mano izquierda se encuentra en mi sexo, luego sin darme tiempo de reaccionar sube su mano a mi pecho y besa mi cuello.

-No puedes hacer ruido, ok?- asiento con mi cabeza, me suelta, se agacha y se queda quieta, me mira -eres virgen!- vaya, tan obvio es? Asiento resignada. Ella se para y susurra al oído -te voy a mostrar lo que hago cuando me molestan como tú... Claro si fueras mi sumisa- vuelve a agacharse, sube mi vestido y baja mis pantys.... Me hace retorcer... Su lengua moviéndose por mi sexo, mis piernas temblando, no creo soportar, aprieto mi mano y... Paró? ¿Por qué para? -Vamos! No te voy a quitar la virginidad acá- me arregla el vestido, sonríe, me deja sin pantys, con un lápiz delineador anota en una de mis tetas su número y sale como si nada.

Pasa la fiesta, me quito el vestido y veo el número, lo paso a mi celular y me quito el maquillaje. Salgo y veo que Isa ya cayó con vestido y todo... La desvisto y me arruncho con ella, como lo hago desde que tengo memoria. Me levanto, Isa está mirando mis tetas con una sonrisa... ¿Qué? Bajo la mirada mierda! -Así que ella te dió su número- pero qué rayos!

VirginidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora