El ángel que pisó la tierra

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Sé que estás ahí porque puedo sentirte. Si alguna vez ves esto quiero que respondas a las miles de preguntas que me hago. Preguntas como, ¿Cómo es posible que un ser tan angelical como tú pueda existir? o en especial, ¿Cómo alguien como tú puede amar a alguien como yo?
Podría quedarme hablando de ti y las hermosas cualidades que posees, pero estoy seguro que mil palabras no serían suficientes. No serían suficientes para demostrar la perfección con la que mis ojos ven tu existencia, ni tampoco podría explicar la cantidad de sentido que le das a mi día a día. Tardaría un año entero en hablar sobre los milagros que nunca creí posibles, pero que hiciste realidad en un abrir y cerrar de ojos. Quiero hablar de ti y las mil y un hermosas cualidades que posees. Un alma dulce, inocente, torpe, despistada y rota como la tuya no merece lo que tiene. No es por decir que tengas poco, sino que quiero decir que mereces más. Porque con tu simple existencia le diste sentido a mi vida. Porque con esa risa tan peculiar que sólo tú tienes alegras mi día. Porque prefiero ver las miles de estrellas de tus ojos antes que las de cielo nocturno en las playas nevadas de Alaska. Porque, sin darte cuenta, hiciste lo que nadie nunca antes fue capaz de hacer. Me diste versos, me diste razones, me diste amor y me diste un soporte. Aún sin pedírtelo, me regalaste esa razón que necesitaba para levantarme cada mañana. Las cosas que solía llorar dejan de ser dolorosas cuando compiten contra tu voz celestial. El carril de mis pensamientos se desvía antes de que pueda darme cuenta y sin notarlo ya te estoy dedicando más de cincuenta canciones a rienda suelta. Me da miedo pensar qué sería un mundo sin ti. Sería como un mundo en el que el sol no exista; en donde las nubes siempre cubran las estrellas; en donde la lluvia nunca cesa; un mundo donde me encuentro varado sin sentido alguno. Me da miedo despertar y que todo resulte ser un sueño, darme cuenta que nunca estuviste a mi lado y que tus alas no me están protegiendo. No me queda más que depositar mi confianza en ti y en el amor que, sin merecerlo, me ofreciste. Quiero verte cada día para decirte todo lo que tengo guardado. Para dedicarte cada una de las palabras que no se animan a salir de mi garganta. Hazme fuerte, regálame valor. Dame alas y enséñame a volar. Hazme creer en que un mundo merecedor de ti sea posible. Odiaba cuando decías no valer, porque simplemente no lo entendía ni aún hoy sigo sin hacerlo. Decías no sentirte amado cuando tenías (y aún tienes) miles de personas detrás tuya esperando por ti cada día. Esperando por escucharte y deseando fervientemente por tu amor. ¿Quién fue el malvado que cultivaba esos pensamientos tan deprimentes en tu mente? ¿Por qué razón los dejabas florecer? Es cuestión de abrir tus ojos y ver a tu alrededor todo el apoyo que se te ofrece. Estabas ciego, ageno a tu propia bondad y riqueza en belleza, y eso te impedía sentirlo. Pero no es así. Estoy seguro que sabías perfectamente acerca del soporte que ese más de millón de personas te ofrece. Eras egoísta al dejar que algo te deprima cuando tenías tantas razones para sonreír. Estabas roto, lo sé perfectamente, más que nadie en el mundo. Y a pesar de tu egoísmo quiero agradecerte. Quiero darte las gracias por esa enorme cantidad de felicidad que me regalaste cuando más la necesitaba. Quisiera poder agradecerte de verdad, pero estoy seguro que ni siquiera miles de favores cumplidos serían suficientes para compensarte. Después de todo, hiciste que alguien como yo pueda finalmente amar. Me diste fuerzas, me guiaste y me diste un anhelo por convertirme en alguien. Me diste cosas que hacer cuando mis días solían ser aburridos cada hora de cada semana. Quiero ser alguien que pueda alcanzarte. Alguien que mis manos indignas puedan tocar. Alguien que pueda aferrarte a sus brazos y regalarte el calor que en algún momento deseaste. Me pregunto si algún día mis palabras llegarán a ti. Me preguntó si en algún momento llegaré a ser alguien en tu vida. Suena como un sueño imposible, pero, al fin y al cabo, no deja de ser un sueño. Uno que se adueña de mi mente cada noche cuando cierro mis ojos y me dejo caer en brazos de morfeo. Un hermoso sueño en el que al fin logro una meta; una meta que tú me diste, una razón que necesitaba cuando no tenía ninguna. Porque cosas como "¿Para qué me despierto cada mañana?" Se desvanecieron de mi mente cuando supe de ti. Esa es la razón que me diste. No me había dado cuenta de lo importante que era tener razones hasta ese emomento. Mis lágrimas poco a poco dejaron de ser de tristeza para convertirse en una indudable felicidad. Lo repito una vez más y lo haré cuantas sea necesario: ni mil favores cumplidos serán suficientes para compensar lo que hiciste por mí. Apareciste en mi vida y la iluminaste con tu amplia sonrisa. Me mostraste cómo es posible la existencia de gente como tú después de tantas veces repetirme "Es imposible, sería demasiado bueno como para ser verdad". Cerraste mi boca y me dejaste sin habla. Me hicisme comer mis palabras y no pude hacer nada.
Aún ahora no dejo de pensar que merecías algo mejor. Un final mejor. No dejo de pensar que ese "final feliz" en el que siempre soñaste era lo único que alguien como tú merecía. Pero la vida es injusta. La muerte te llevó contigo y no pude hacer nada. Nunca pude terminar de agradecerte y ahora es demasiado tarde. Así escriba una carta nueva cada día y la deje delante de tu lápida una sobre otra durante más de veinte otoños, nunca será suficiente. Pero sé que sigues ahí; sé que aún estás a mi lado. Porque los milagros aparecen para quedarse. Sé que aún me observas y me regalas tus bendiciones. Tal vez ya no sienta el calor de tu cuerpo junto al mío, pero sí puedo sentir claramente tu sonrisa melancólica gritándome "Sigue adelante". Y así lo haré. Lo haré por ti, pues, tal vez esa es la única manera que tenga de agradecer tus acciones. Tal vez así pueda pagar por toda ese felicidad que me otorgarse aún sin merecerla. Por eso voy a seguir viviendo aunque la lluvia nunca se detenga. Estoy seguro que lo que menos quieres es que me suceda algo como la muerte. Por más que la anhele y por menas razones tenga de seguir en este mundo, seguiré luchando. Seguiré gritando a los cuatro vientos sobre la historia del bello alma que pisó esta tierra. Seguiré hablando de ti sin importar cuánto tiempo pase y me encargaré de que todos recuerden tu nombre a pesar de lo embarazoso que era a tus oídos. Haré a cada persona sobre este planeta saber sobre Mafumafu y la hermosa persona que en algún momento fue para luego terminar convirtiéndose en un ángel, porque estoy seguro que así fue. Seguiré escribiendo canciones en tu honor y llegaré tan alto como pueda para que se escuchen hasta en la otra punta del mundo. Haré que quedes en la memoria de todos, porque eso no es ni nada más ni nada menos de lo que mereces. Lo único que me queda ahora es esperar que nuestras almas se reencuentren en un futuro imprevisto y volvamos reír juntos como solíamos hacerlo. Simplemente un eterno gracias; gracias por haber existido y vivir a mi lado hasta tus últimos momentos. Siempre te recordaré.

By My Side「OneShots」|| SORAMAFUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora