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Los sentimientos que habían crecido por él no desaparecían de un día para otro.

Ni podía obviar el hecho de que alguna lágrima había caído por mis mejillas durante aquella semana.

Decirme que tenía pareja había sido como un bofetón que me despertó de un mundo de fantasía que había creado en lo más profundo de mi mente.

Cristian y yo nunca llegaríamos a ser más que alumna y profesor, intenté convencerme a mi misma de que lo correcto sería disculparme por permitirme sentir cosas prohibidas e intentar olvidarme poco a poco de él.

O al menos de lo idealizado que lo tenía en mi cabeza.

Playing the PianoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora